La crisis financiera de 2008 marcó el inicio de una nueva era en el sector financiero con la aparición de las FinTech. Esta transformación no fue una cuestión aleatoria, sino de varios factores que intervinieron para la innovación financiera. Entre estos factores, destacan la percepción de un deterioro en la confianza hacia los bancos tradicionales y el desempleo de expertos del sistema financiero, quienes aportaron su conocimiento al naciente sector FinTech.
Una FinTech, en esencia, es una empresa que utiliza la tecnología para ofrecer servicios financieros de manera más eficiente, accesible e innovadora. Estas empresas han revolucionado la industria al proporcionar alternativas más rápidas y convenientes que los servicios tradicionales. Además, tienen un papel crucial en la inclusión financiera, llegando a poblaciones no bancarizadas con soluciones adaptadas a sus necesidades.
En México, la Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera, promulgada el 9 de marzo de 2018, ha sido un pilar fundamental para este ecosistema. Esta legislación no solo reconoce la tendencia global hacia la digitalización financiera, sino que también armoniza la protección del consumidor con el fomento a la innovación.
En su artículo 1°, la ley establece que su objeto es regular los servicios financieros prestados por instituciones de tecnología financiera, así como su organización, operación y funcionamiento. Además, previene y mitiga riesgos asociados al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, y obliga a las FinTech a informar a sus clientes sobre los riesgos potenciales de sus operaciones mediante estas empresas.
La regulación de este sector ha convertido a México en un entorno próspero para la innovación tecnológica financiera. Inversionistas ven al país como un lugar favorable para el desarrollo, gracias a un marco legal que permite la creación de modelos novedosos, establece las bases del open finance y permite el uso de activos digitales previa autorización de BANXICO, siendo que con la promulgación de esta ley, tuvimos como consecuencia la reforma de nueve ordenamientos adicionales para alinearlos con la normativa FinTech, asegurando un equilibrio entre la innovación y el cumplimiento regulatorio.
Las Instituciones de Tecnología Financiera en México requieren permisos de las autoridades para operar y se dividen principalmente en dos categorías: Instituciones de Fondos de Pago Electrónico e Instituciones de Financiamiento Colectivo. Las primeras gestionan operaciones en medios electrónicos para transacciones financieras, mientras que las segundas conectan a quienes necesitan financiamiento con quienes desean invertir (también le conocemos como crowdfunding).
Es de vital importancia distinguir entre FinTechs y las Instituciones de Tecnología Financiera. Las FinTechs son aplicaciones o plataformas que ofrecen servicios financieros sin estar reguladas, mientras que las Instituciones de Tecnología Financiera son empresas que ya están autorizadas por el gobierno para operar bajo la ley mencionada. Esta regulación permite que los usuarios de ITF puedan reclamar ante la CONDUSEF, algo que no es posible con las FinTechs; es decir, la principal diferencia es que unas ya se encuentran autorizadas y reguladas, por lo que podemos aseverar conforme al marco legal que toda Institución de Tecnología Financiera es una FinTech, pero no toda FinTech es una Institución de Tecnología Financiera.
Actualmente, México ha logrado una significativa inclusión financiera a través de las FinTechs. De los cerca de 70 millones de usuarios, 4 de cada 10 nunca habían tenido una cuenta bancaria o servicio financiero. Este sector ha madurado, enfocándose en la rentabilidad y un crecimiento moderado en lugar de un crecimiento exponencial, reduciendo las quiebras que se dan en este tipo de negocios. Hoy en día, las FinTechs buscan integrar la tecnología con las finanzas, mientras que las instituciones financieras tradicionales intentan adoptar nuevas tecnologías.
La revolución FinTech ha cambiado el panorama financiero de manera significativa, no solo mejorando la eficiencia y accesibilidad de los servicios financieros, sino que también impulsando la inclusión financiera y la innovación. La regulación adecuada y el equilibrio entre el fomento a la innovación y la protección del consumidor son clave para mantener el crecimiento y desarrollo de este sector que es muy dinámico en la actualidad.
FUENTE DE CONSULTA
- Banco Mexicano del Comercio Exterior, S.N.C. “Fintech en el mundo. La revolución Digital de las Finanzas ha llegado a México”. México, julio 2020.
