Después del Tercer Informe del Presidente Andrés Manuel López Obrador al frente del Gobierno mexicano, quedan muchas cifras y datos que son cuestionables.
Obrador se vio orgulloso al enunciar datos benéficos en temas de salud, seguridad, educación y economía de su gobierno. Señaló que existe un “récord histórico en remesas, récord histórico en inversión extranjera, récord histórico en incremento al salario mínimo, récord histórico en no devaluación del precio, récord histórico en no incremento de deuda, récord histórico en reservas del Banco de México”, sin embargo; nosotros tenemos otros datos.
Resulta complicado creer la utopía que el Presidente señala cuando en otros rubros, como la seguridad, existen estadísticas desgarradoras. En primer lugar, durante su administración se registran a la fecha casi cien mil homicidios dolosos que se han cometido en tan sólo tres años, y también las dos cifras más altas en feminicidios, situación de gran relevancia en materia de seguridad y que expone una clara falta de interés y estrategias para la protección de las mujeres.
En cuanto a economía, ha sido un logro el aumento al salario mínimo, sin embargo, debido a la inflación y a la falta de políticas económicas, los actuales $141.70 no son suficientes para acceder a una canasta básica digna, situación que omite el Gobierno. Además, la pobreza sigue en aumento, pasando de un 41.9% a 43.9%, mientras que la pobreza extrema pasó de un 7.0 % a un 8.5%.
En cuanto al tema de salud resulta evidente el deficiente manejo que se tuvo en la pandemia por COVID-19. El análisis de la gestión de la misma es objeto de un debate enorme. No podemos omitir el mensaje que se dio al inicio de la misma al ver que el mandatario invitaba a la ciudadanía a no usar el cubrebocas y a desentenderse de la grave situación por la que atravesaba el mundo. Es cierto, ningún país estaba preparado para una pandemia y hubo países que enfrentaron una mayor crisis, además, gracias a las vacunas las defunciones han tenido una baja. No obstante, la pandemia nunca ha estado totalmente controlada como la administración actual lo presume.
Por otro lado, el tema de niños diagnosticados con cáncer han sido un grupo severamente afectado. La falta de medicinas y tratamientos oportunos han traído como consecuencia al menos 1700 defunciones de infantes, situación de la cual se niega su responsabilidad. No soy omiso en señalar las acciones positivas que ha realizado como programas sociales como el apoyo a las personas de la tercera edad, un despilfarro económico menor a otras administraciones, entre otras, pero al contrastar con diferentes fuentes de análisis de datos que refieren que en promedio miente 80 veces por “mañanera”, resulta un tanto complicado creer en sus afirmaciones y en el bienestar que promete cada mañana.
