“Un family office es una empresa privada que organiza y gestiona el patrimonio de una familia, ofreciendo servicios como planificación financiera, asesoría fiscal y legal, administración de inversiones, gestión inmobiliaria, e incluso mediación de conflictos familiares.”
Las grandes fortunas pueden surgir de diversos orígenes, tales como eficiencia en los negocios o la ejecución de una estrategia empresarial rigurosa y de estrategia a largo plazo. En todos los casos, estas fortunas requieren de una gestión estratégica para conservarse y crecer a lo largo de generaciones. En este contexto, los family offices desempeñan un papel esencial en la preservación del patrimonio y la creación de un legado duradero.
Un family office es una empresa privada que organiza y gestiona el patrimonio de una familia, ofreciendo servicios como planificación financiera, asesoría fiscal y legal, administración de inversiones, gestión inmobiliaria, e incluso mediación de conflictos familiares. Estos vehículos de inversión se han convertido en un modelo destacado en Latinoamérica, dada la creciente necesidad de profesionalizar la gestión de las grandes fortunas familiares frente a los retos específicos de la región.
Desafíos Políticos, Fiscales y de Compliance para 2025
Los próximos años presentan un panorama desafiante para los family offices en Latinoamérica, con un entorno marcado por la inestabilidad política, el endurecimiento regulatorio y un mayor escrutinio en materia de compliance.
Inestabilidad política y económica. La región ha experimentado una alta volatilidad política en los últimos años, caracterizada por cambios frecuentes en gobiernos, polarización social, y políticas económicas fluctuantes. Para 2025, las tensiones políticas y los ciclos electorales en países clave como Brasil, Argentina y México podrían seguir influyendo en la estabilidad económica y la confianza de los inversores.
Los family offices deben priorizar estrategias de diversificación geográfica y sectorial para mitigar los riesgos asociados con posibles cambios abruptos en las políticas económicas o comerciales. Además, se necesita una planificación ágil que permita adaptarse rápidamente a cambios regulatorios o fiscales.
Endurecimiento de la regulación fiscal. En línea con las iniciativas globales lideradas por la OCDE y el G20, varios países latinoamericanos están adoptando medidas más estrictas para prevenir la evasión fiscal, incluidas nuevas leyes de transparencia y la implementación de un impuesto mínimo global. Estas reformas, esperadas para consolidarse en 2025, podrían afectar directamente a las estrategias fiscales utilizadas por los family offices, especialmente aquellas que involucran estructuras offshore.
Para mantenerse competitivos, los family offices deberán reestructurar sus operaciones para cumplir con los nuevos requisitos, asegurando al mismo tiempo una gestión fiscal eficiente. Esto implicará un enfoque más sofisticado en la planificación fiscal y una mayor colaboración con expertos locales en cada país donde operen.
Incremento en los requisitos de compliance. El fortalecimiento de las regulaciones en torno a la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo plantea un reto importante. Los family offices enfrentarán mayores exigencias en términos de due diligence y monitoreo continuo de sus inversiones. Las relaciones con socios y contrapartes también estarán bajo un mayor escrutinio.
“El fortalecimiento de las regulaciones en torno a la prevención del lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo plantea un reto importante. Los family offices enfrentarán mayores exigencias en términos de due diligence y monitoreo continuo de sus inversiones. Las relaciones con socios y contrapartes también estarán bajo un mayor escrutinio.”
Para 2025, se espera que las tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial jueguen un papel crucial en el fortalecimiento de los sistemas de compliance. Sin embargo, la implementación de estas tecnologías requerirá inversiones significativas en infraestructura tecnológica y capacitación.
Volatilidad cambiaria y desafíos macroeconómicos. La inestabilidad de las monedas locales frente al dólar y otras monedas fuertes seguirá siendo un desafío recurrente. Este fenómeno puede erosionar los rendimientos de las inversiones y aumentar la complejidad en la gestión de riesgos financieros. Una estrategia clave será la implementación de coberturas cambiarias para proteger el capital. Además, los family offices podrían explorar inversiones denominadas en monedas fuertes o mercados más estables para compensar los riesgos locales.
Riesgos de corrupción y gobernanza corporativa. La corrupción sigue siendo un problema persistente en la región, afectando la transparencia y la confianza en las inversiones. Para 2025, la adopción de estándares internacionales de gobernanza corporativa y prácticas de ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) se convertirá en una prioridad para mitigar riesgos reputacionales y financieros.
“Los family offices deben adoptar estrategias que integren criterios de sostenibilidad y responsabilidad social para mitigar riesgos reputacionales y fortalecer su legitimidad como actores económicos en estas comunidades.”
Family Offices y el Impacto de los Paraísos Fiscales en un Mundo Transparente
Los paraísos fiscales representan un desafío significativo para la economía global, con impactos profundos tanto en países desarrollados como en desarrollo. Estas jurisdicciones, que permiten una reducción considerable de las cargas fiscales a través de estructuras complejas tienen repercusiones directas e indirectas en la gestión de patrimonios familiares, especialmente en el contexto de los family offices.
En las economías en desarrollo, la evasión fiscal atribuida a los paraísos fiscales representa una pérdida significativa de recursos. Según estimaciones recientes, estas prácticas resultan en la pérdida de aproximadamente 200 mil millones anuales, una cifra que representa una proporción considerable del PIB de estos países.
Para los family offices que operan o invierten en mercados emergentes de Latinoamérica, estas dinámicas pueden tener implicaciones significativas. Las limitaciones fiscales derivadas de la evasión fiscal restringen la capacidad de los gobiernos locales para invertir en infraestructura, educación y servicios básicos, lo que a su vez puede afectar la estabilidad económica y el retorno de las inversiones en estas regiones.
Además, la percepción de inequidad fiscal y el impacto social derivado de estas prácticas pueden generar tensiones políticas y sociales que incrementen los riesgos asociados con las inversiones locales. En este contexto, los family offices deben adoptar estrategias que integren criterios de sostenibilidad y responsabilidad social para mitigar riesgos reputacionales y fortalecer su legitimidad como actores económicos en estas comunidades.
Impacto en los Países Desarrollados
En las naciones desarrolladas las pérdidas fiscales globales atribuibles a los paraísos fiscales ascienden a unos 500 mil millones anuales. Estas pérdidas incrementan los déficits fiscales y obligan a los gobiernos a buscar ingresos a través de medidas como el aumento de impuestos a individuos y pequeñas empresas.
Para los family offices que operan en países desarrollados, esto representa un doble desafío. Por un lado, la presión regulatoria está en aumento, con iniciativas como el marco Base Erosion and Profit Shifting (BEPS) de la OCDE, que busca frenar la elusión fiscal de las multinacionales y las estructuras offshore. Por otro lado, los cambios fiscales pueden implicar mayores costos operativos y una mayor complejidad en la planificación patrimonial y fiscal.
Un Campo de Juego Desigual
El uso de paraísos fiscales por grandes corporaciones genera una ventaja competitiva desleal que afecta particularmente a las pequeñas y medianas empresas locales. Estas últimas, que no cuentan con los recursos necesarios para implementar estructuras fiscales complejas, se enfrentan a márgenes de beneficio menores y mayores dificultades para competir en el mercado.
Para los family offices esto plantea una oportunidad para apoyar el desarrollo de empresas locales y fomentar la innovación a través de inversiones responsables. Al hacerlo, no solo contribuyen al fortalecimiento de las economías locales, sino que también diversifican sus carteras de inversión y minimizan riesgos asociados a prácticas cuestionables.
Estrategias para los Family Offices
En un entorno marcado por los impactos negativos de los paraísos fiscales, los family offices tienen un papel clave en promover prácticas de inversión responsables y sostenibles. Algunas estrategias incluyen:
- Apostar por la transparencia y el cumplimiento normativo: Adoptar estándares internacionales de gobernanza y planificación fiscal para evitar riesgos regulatorios y reputacionales.
- Integrar criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza): Incorporar factores de sostenibilidad en las decisiones de inversión para alinearse con las demandas de las nuevas generaciones y las expectativas regulatorias.
- Fomentar el desarrollo local: Invertir en empresas y proyectos que generen empleo y desarrollo en las comunidades donde operan, contribuyendo así a reducir las brechas económicas y sociales.
- Planificación fiscal ética: Diseñar estructuras fiscales que sean eficientes pero que cumplan con los requisitos legales y éticos, promoviendo la estabilidad y sostenibilidad a largo plazo.
“En un entorno marcado por los impactos negativos de los paraísos fiscales, los family offices tienen un papel clave en promover prácticas de inversión responsables y sostenibles como: apostar por la transparencia y el cumplimiento normativo, integrar criterios ESG, fomentar el desarrollo local y establecer una planificación fiscal ética.”
Estrategias para Aprovechar las Oportunidades
Aunque los desafíos son significativos, Latinoamérica también ofrece oportunidades atractivas. Sectores como tecnología, energías renovables y bienes raíces presentan un alto potencial de crecimiento impulsado por la urbanización y la expansión de la clase media.
Para capitalizar estas oportunidades, los family offices deben (i) diversificar sus carteras, incorporar inversiones en sectores innovadores como startups tecnológicas, fintechs y activos alternativos como criptomonedas y capital de riesgo; (ii) fortalecer el análisis de mercado local, desarrollar una comprensión profunda de las dinámicas locales y establecer alianzas con socios estratégicos en cada país; (iii) invertir en sostenibilidad, los proyectos sostenibles no solo cumplen con las expectativas de las nuevas generaciones, sino que también generan retornos sólidos y contribuyen al desarrollo regional.
Conclusión
Los family offices enfrentan un panorama complejo y desafiante para 2025, pero también tienen la oportunidad de establecerse como actores clave en la inversión y el desarrollo económico de Latinoamérica. A través de estrategias flexibles, un enfoque en el cumplimiento normativo y una adaptación constante a las dinámicas locales e internacionales, estos vehículos de inversión pueden superar los retos y garantizar el éxito a largo plazo.
La clave está en combinar la profesionalización de sus operaciones con la preservación de los valores familiares que les dieron origen, logrando un equilibrio entre tradición e innovación en un entorno global cada vez más competitivo.