¿Qué nos deparará el futuro? Esa es una pregunta que todos nos hemos hecho miles de veces en la vida. Hoy escribo para compartirles qué es lo que yo me imagino que sucederá en 10 años cuando pienso en el futuro de la abogacía y cómo seremos nosotros los abogados, cómo ejerceremos nuestra profesión, ¿Seguirá siendo tan estresante? ¿Seguirá siendo tan apasionante?
Esas y muchas más preguntas que yo me hago diariamente desde hace más de 3 años se responden, a mi criterio, de la siguiente manera:
Creo que si los abogados en los siguientes 10 años no hacemos algo para agradarle aún más a los clientes vamos a terminar siendo reemplazados por los robots. Sí, esos seres cibernéticos que siempre serán amigables, confiables, transparentes, sinceros, totalmente obedientes y personalizables al gusto del cliente.
Parece algo sacado de una película de ciencia ficción, pero si lo analizamos bien es algo muy probable. Y es que parece que 10 años no es mucho tiempo, pero la verdad es que es tiempo suficiente para que todo cambie dramáticamente, por ejemplo, seguramente muchos se acordarán de que hace 10 años todos pensábamos que BlackBerry era lo máximo en tecnología, fue el aparato que nos cambió para siempre la forma de comunicarnos al incorporar un teclado completo y los mensajes del BlackBerry Messenger (que fue el sistema más importante de mensajería antes de la entrada de WhatsApp). Eso, sin siquiera pensar en toda la tecnología que existe en Asia y que no llega aún a nuestra parte del mundo, pero pronto lo hará en este mundo cada vez más globalizado. En 10 años puede cambiar brutalmente nuestra profesión y dejaremos de usar computadoras para trabajar, podremos vivir una vida globalizada, donde no serán necesarias oficinas, secretarias, un escritorio, incluso corbatas y tanta parafernalia que no nos sirve para nada ni nos aporta un real valor para ejercer nuestra amada profesión.
Muchos discreparán conmigo, y me tacharán de loco, pero la verdad es que cada día se hace más evidente que lo único que necesitamos para ser buenos abogados es nuestra cabeza, inteligencia, estrategia, carisma y estar disponibles para nuestros clientes en todo momento, tratarlos bien y hacerles ver que nos preocupamos por realizar el trabajo que no encomiendan con el mayor orgullo, cuidado y dedicación. ¡No son necesarias salas de junta ni oficinas, ni siquiera computadoras! Solamente necesitamos saber ejercer bien el derecho y estar siempre disponibles para el cliente y en un mundo digitalizado, virtual y accesible desde nuestro smartphone.
Vivimos en un mundo virtual gran parte de nuestro tiempo. Pasamos más tiempo viendo a nuestros teléfonos móviles que a ninguna otra cosa en el día. Es el aparato con el que más interactuamos, seguido de las computadoras que nos permiten hacer cosas que aún no podemos hacer en nuestro celular. Convivimos en redes sociales con amistades y amores en el Facebook, curioseamos las vidas de las personas en Instagram, validamos nuestras fortalezas y satisfacemos a nuestro Ego en LinkedIn, nos enteramos de las novedades en Twitter, le preguntamos de todo a Google, comemos por Rappi y nos movilizamos en Ubers, sin darnos cuentas nos hemos convertido en habitantes de un mundo virtual, al cual accedemos desde nuestro celular y allí están todos menos los abogados.
El mundo de los abogados muy pronto va a cambiar, así como en las ciudades van desapareciendo las oficinas de las agencias de viaje y las pocas que quedan están siendo utilizadas solamente por viejitos que no saben usar el internet para comprar un pasaje o reservar un hotel, lo mismo va a pasar con los grandes despachos de abogados y ese es el principio del cambio que de hecho ya empezó a darse , ya existe una app que te permite prescindir de la computadora y poder realizar gran parte del trabajo que los abogados realizamos hoy en día con tu smartphone, se llama IN-SIDE y yo soy su fundador. La lanzamos al mercado hace 6 meses y en ella ya se han registrado más de 2300 abogados en 18 diferentes países. Mientras más abogados y personas se registren podremos seguir mejorando y desarrollando nuestra tecnología de tal manera que los abogados podamos convertirnos en super abogados y estar vigentes siempre en las sociedades futuras.
Para mi sin duda en el futuro seremos abogados digitales siempre disponibles para miles de clientes en diferentes lugares del mundo, con herramientas que nos amplíen el conocimiento y potencialicen nuestra inteligencia y profesionalismo. Será sin duda más apasionante que nunca ser abogado, será divertido, dinámico, tendremos más tiempo y ganaremos más, cobrando menos a las personas, pero atendiendo a muchísimas más y democratizaremos el derecho para que todos en este planeta tengan siempre a un abogado de confianza en la palma de su mano.
¿No creen que el mundo sería genial si todos tuvieran a un abogado cerca? Llámame soñador, pero ¡Yo creo que sí!
