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25 de noviembre: Un compromiso con la igualdad y las no (micro) violencias en el lugar de trabajo

Cultura de Inclusión

Co autora: Jared Melyssa Alvarado Martínez

Como cada año, el 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. Esta fecha tiene como fin prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo y sirve como recordatorio de la lucha constante por erradicar la violencia de género en todas sus formas y ámbitos, incluido el lugar de trabajo. Este compromiso con la igualdad y la no violencia en el ámbito laboral es fundamental para construir entornos de trabajo respetuosos, inclusivos y seguros para todas las personas.

“Según un informe de la OIT el acoso sexual y otras formas de violencia y discriminación laboral siguen siendo barreras significativas para la igualdad de género. Esta violencia puede manifestarse de diversas formas como discriminación salarial, acoso, y falta de oportunidades de promoción.”

La desigualdad de género y la violencia en el trabajo son problemas persistentes que afectan a millones de mujeres en todo el mundo. Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el acoso sexual y otras formas de violencia y discriminación laboral siguen siendo barreras significativas para la igualdad de género (OIT, 2018). Esta violencia puede manifestarse de diversas formas como discriminación salarial, acoso, y falta de oportunidades de promoción.

También existen las microviolencias laborales, las cuales aparentemente son pequeñas, a menudo sutiles, acciones o comentarios que, acumulados, generan un ambiente hostil o de menosprecio hacia ciertas personas o grupos en el lugar de trabajo. Pueden incluir desde comentarios despectivos, exclusión social, hasta microagresiones verbales o gestos que menosprecian a alguien.

Es crucial hablar de ellas porque, aunque puedan parecer insignificantes individualmente, su impacto acumulativo puede ser devastador. Contribuyen a la desigualdad y al malestar en el trabajo, afectan la salud mental y emocional de las personas, y minan la productividad y el clima laboral.

“Las microviolencias en los centros de trabajo relacionadas con el género pueden ser sutiles, pero tienen un impacto significativo en la experiencia laboral de las mujeres y personas no binarias.”

Las microviolencias en los centros de trabajo relacionadas con el género pueden ser sutiles, pero tienen un impacto significativo en la experiencia laboral de las mujeres y personas no binarias. A continuación, se presentan algunos ejemplos:

Microviolencias verbales:

1. Comentarios sexistas o machistas.

2. Insinuaciones o bromas inapropiadas.

3. Preguntas invasivas sobre la vida personal.

4. Uso de lenguaje despectivo hacia las mujeres.

Microviolencias no verbales:

1. Miradas o gestos inapropiados.

2. Tocamientos o contacto físico no consentido.

3. Exclusión o ignorancia en reuniones o decisiones.

4. Asignación de tareas estereotipadas por género.

Microviolencias estructurales:

1. Falta de representación femenina en puestos de liderazgo

2. Desigualdad salarial.

3. Falta de oportunidades de ascenso.

4. Políticas y procedimientos discriminatorios.

Microviolencias psicológicas:

1. Gaslighting (manipulación emocional).

2. Descrédito o minimización de logros.

3. Presión para ajustarse a estereotipos de género.

4. Aislamiento o exclusión social.

Microviolencias tecnológicas:

1. Correos electrónicos o mensajes inapropiados.

2. Publicaciones o compartidos de contenido sexista.

3. Uso de tecnología para monitorear o controlar.

4. Ciberacoso o acoso en redes sociales.

Es importante reconocer y abordar estas microviolencias para crear un ambiente laboral seguro, respetuoso e inclusivo para todas las personas, independientemente de su género o identidad. De hecho, algunos países han implementado medidas efectivas para combatir la violencia de género en el trabajo y promover la igualdad. Por ejemplo, en Suecia, las políticas laborales enfatizan la igualdad de género y el bienestar laboral, incluyendo la existencia de leyes estrictas contra el acoso y la discriminación (European Institute for Gender Equality, 2021). En España, la Ley de Igualdad de 2007 ha sido crucial para promover la equidad en el empleo y la representación de mujeres en posiciones de liderazgo (Ministerio de Igualdad de España, 2021).

En Abogadas MX invitamos a atender las siguientes propuestas sobre Medidas de Igualdad y No Violencia:

  • Educación y concienciación: Implementar programas de formación y sensibilización sobre igualdad de género y violencia en el trabajo. Estos programas deben dirigirse tanto a empleados como a empleadores para promover una cultura de respeto y equidad.
  • Políticas de cero tolerancia: Establecer y hacer cumplir políticas de cero tolerancia hacia cualquier forma de violencia y acoso en el lugar de trabajo.
  • Canales de denuncia seguros: Crear mecanismos confidenciales y accesibles para que las víctimas puedan reportar incidentes de violencia o discriminación sin temor a represalias.
  • Promoción de la equidad salarial: Implementar auditorías salariales para identificar y corregir las disparidades de género en los salarios.
  • Apoyo a las víctimas: Proveer servicios de apoyo, como asesoramiento psicológico y asistencia legal para las víctimas de violencia en el trabajo.

“En Abogadas MX invitamos a atender las siguientes propuestas sobre Medidas de Igualdad y No Violencia: Educación y concienciación, políticas de cero tolerancia, canales de denuncia seguros, promoción de la equidad salarial y apoyo a las víctimas.”

El 25 de noviembre nos recuerda la urgencia de comprometernos con la igualdad y la erradicación de todas las formas de violencia, incluidas las microviolencias, en el lugar de trabajo que aunque parecen sutiles, tienen un impacto significativo en el bienestar y la productividad de las personas empleadas, perpetuando un ciclo de desigualdad y malestar. Abordar estas cuestiones no es solo un acto de justicia social, sino una inversión en la salud y la eficacia de nuestras organizaciones. Reconocer y actuar contra las microviolencias es esencial para avanzar hacia un entorno de trabajo más inclusivo y armonioso, donde la igualdad no sea una aspiración, sino una realidad cotidiana.

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