foro jurídico derecho de los adultos mayores

Ya somos 13.900.000.00 adultos mayores en México

En este momento, ya se habla en medios, de que somos en  nuestro país, 13.900.000.00 (trece millones novecientos mil) personas adultas mayores; más los que se acumulen esta semana, que sí se acumulan; quién sabe cuántos, pero sí; todos los días, cuando menos, y no han de ser poquitos, algún pre adulto mayor llega a la senectud, convirtiéndose ipso facto en “socio” -así digo optimistamente-, del INAPAM, para lo que dese luego hay que tramitar la respectiva credencial, para obtener la diversidad de beneficios previstos legalmente -por convenios intrainstitucionales, y del INAPAM con negocios de muchos tipos, como exenciones de pago (el metro y el trolebús), de descuentos en transporte foráneo, eventos culturales, artísticos, deportivos;  en el pago del predial , licencias  de conducir, y muchos otros.

Desde luego a obtener la pensión gubernamental universal de adulto mayor, aunque la del gob. de L. Obrador -hoy de 66 años de edad -igual que su servidor-, que Angela Merkel, la poderosa canciller alemana, y Jorge Castañeda Gutman, Srio, de Relacs. Exters. con Fox, escritor y comentócrata-, se pasó de 60 y más, a 65, para pobres e indígenas, y 68 para los ni pobres ni indígenas.

El iniciador o pionero de las pensiones para “mayores” -como les dicen en España-, es el  actual Pdte. de la Rep., siendo jefe de gob. del ex D.F., programa retomado y continuado por Fox, y Calderón. Por cierto, los programas para los llamados grupos vulnerables, ya han sido incorporados a nuestra Ley Fundamental -constitucionalizados-, lo que es para mí acertado, ya no quedando así sujetos a los vaivenes políticos, siendo así ya políticas legales de estado.

La universalidad de los programas económicos de apoyo a terceetistas ( los de tercera edad), se  han caracterizado por sus fines electoreros, pero bueno; sería peor no tener ni ese apoyo, universalidad que es debatible, porque todos los que tenemos la edad requerida para el beneficio -ricos, de clase media, o pobres-, podemos acceder a ella, lo que “no es justo, socialmente hablando”.  Y en las finanzas públicas tiene tremendo impacto, de modo que ha puesto en jaque o ha colapsado -quiebra técnica-, los presupuestos, sobretodo del IMSS e ISSSTE.  Si no fueran universales, el impacto sería mucho menos, y el monto mejor que los $2.400.00 que ahora reciben, pero los pseudo políticos populistas, pero también los “conservaneoliberales”, como los panistas,  se han “populistizado”, retomando esos programas, e igual, buscando votos en campaña y simpatías ya en el cargo.

Dicha universalidad, ha generado largas filas en la antes SEDESOL, y ahora en el Inst. de Bienestar,  para cobrar la pensión, pudiendo apreciarse con facilidad, a “riquillos”, además de los que debieran de ser los únicos beneficiados: los senescentes pobres-pobres, y los de extrema pobreza, ubicados generalmente en zonas urbanas marginales, pero también urbanas, y en comunidades. campesinas e indígenas.   Algunos amigos míos, ya de 65 y más, cuentan, justifican y hasta se  ufanan de que van por la pensión, porque sino, “de todos modos se la roban los funcionarios y los políticos”.  ¿Uds., estimados ForoJurídicolectores, creen lo que dicen mis amigos, de que  “sino se la roban los pseudo políticos?  Yo creo lo mismo.  Como muestra de lo expresado, este 4 de abr., en nota que leo en “Kiosko” de EL UNIVERSAL, se alude al superdelegado de Morena del Edo. de Hidalgo, Abraham Mendoza, quien tuvo formados por más de cinco hrs., en pleno sol y  con la pandemia encima, a quienes fueron por su pensión, además mencionándose en la nota, de un presunto “robo hormiga” por parte de “los servidores de la nación”, pues están entregando menos de lo que deben de recibir los beneficiarios.  Si eso hacen los “servidores”, que´ no harán los que no sirven? -de servir; no de inutilidad; qué bueno, también inútiles, para los fines del servicio público.

A propósito de las pensiones, el 2 de abr., pasado, el Pdte. de Méx., determinó que las pensiones para adultos mayores y personas con discapacidad se entreguen en su domicilio.   Los que no resuelven el problema son los bancos, cuando los beneficiados se presentan a las instituciones a hacerlas efectivas, son, aunque tengan ya ventanillas ex profeso, pues se siguen observando en todos, personas padeciendo tardanza, de fuerte sol, y de la lluvia en las temporadas.  De muchas formas, sigue sin revalorarse y redignificarse al adulto mayor, lo que nunca se ha perdido en países como Cuba o Japón, incluso en nuestras comunidades indígenas, en donde el Consejo de Ancianos, siegue siendo la máxima autoridad moral y jurídica en ellas.

Y en tiempos de Coronavirus, desde antes, y casi seguro después, sino se adoptan medidas preventivas y excepcionalmente sancionadoras, un alto porcentaje de gerontes padecemos de discriminación, maltrato físico y verbapsicológico, abandono, robo, fraude, despojo, lesiones, homicidio, acoso sexual y violación de adultas mayores, y otros delitos penales en nuestra contra, y ni la familia, el estado y la sociedad, están haciendo algo para evitarlo.  Las medidas de prevención en torno a esta pandemia, enfatizan la atención, cuidado y protección, especialmente de niñas, niños, adolescentes, y adultos mayores

Ahora bien, arribar a la senectud, que es un hecho jurídico, por la involuntariedad del que alcanza esa etapa de la vida -es, o debiera de ser la edad dorada-, produce diversas consecuencias, adquiriendo los sujetos un nuevo status jurídico y legal, es decir, nuevos derechos, deberes, obligaciones, y responsabilidades, conceptos todos, -lo sabemos los juristas, distintos-, deberes, obligaciones y responsabilidades, que adquieren, la familia, la sociedad y el estado, respecto de dichas personas.

“La próxima revolución será la de los viejos”, pronosticó en los 70´s el eminente literato argentino Adolfo Bioy Casares, revolución no armada, desde luego, sino cultural, la que en Méx. no ha iniciado, y ni el gob. -¡meeenos!-, ni la sociedad -más probable-, la comenzarían, sino los 13.900.000.00 de senescentes que somos, más los presenescentes -legalmente de 45 años de edad,  a los 59, 11 meses, 30 o 31 días, según-, si apoyaran “la revolución”, pero también los jóvenes, como en Italia y Francia, p. ejem, en donde hay muy estrecha comunicación y respaldo entre ambas generaciones, cuando se trata de reclamar derechos en las calles y las redes sociales, y no la brecha existente en nuestro país, como ahora que la población joven es predominante, pero nadamás “ellos y su circunstancia”, como si no fueran a llegar a la adultez mayor.   Mi frase de “lucha cultural ” de 33 años, por el reconocimiento, respeto y efectivización de los derechos de los de tercera edad, es: “Los viejos no son -no somos-, como los -nos- pintan”, para nada improductivos, estorbos, parásitos, comepresupuestos -por las pensiones-, las que por cierto, y coincidimos los gerontólogos unánimemente, no es lo único que requieren los mayores, sino precisamente afecto, familiar y social, oportunidades de autodesarrollo profesional, cultural, artístico -muchos con grandes cualidades-, técnico, incluso científico y tecnológico,  para su independencia económica, y de sus demás valores.  Es decir, programas gubernamentales INTEGRALES.  Los presupuestos más bien, se los devoran las instituciones burocráticas, entre ellas las partidistas, o sea, quienes las han dirigido; los improductivos y lo demás, son los pseudo políticos mediocres y corruptos; y saben qué?,  no hay quien tenga, desde el Pdte. L. Obrador, para abajo, “otros datos”.

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