La velocidad de las comunicaciones en el mundo parece que no tiene límite. Las publicaciones en revistas indexadas con perfiles científicos fluyen de tal manera, que lo que hoy mismo leemos, puede ser rebatido mañana con nuevos descubrimientos; esto, apenas a principios de este siglo sucedía hasta después de que la información aparecía impresa en una revista.
El mundo es trasparente y siempre con el riesgo de incidir en la privacidad, y aún más en dañar la REPUTACIÓN tanto individual como de la empresa.
Es posible que la figura del Compliance Officer se ha revitalizado porque incide en el cuidado del prestigio y buen nombre tanto de la corporación, como de los socios y demás colaboradores.
Reputación
Es la idea que o concepto que la gente tiene sobre una persona o una cosa.
Reputación Corporativa
Es el conjunto de percepciones que tienen sobre la empresa los diversos grupos de interés con los que se relaciona, tanto internos como externos, como resultado del comportamiento desarrollado por la empresa a lo largo del tiempo y de su capacidad para distribuir valor a los mencionados grupos.
Como nos damos cuenta se trata de una imagen que se crea y se sostiene con acciones pro-activas para el desarrollo óptimo y serio de una empresa, emergiendo siempre del buen prestigio individual. La reputación al perderse por acciones fuera de los códigos de ética y acciones dibujadas en la corrupción, generan de inmediato caída en la plusvalía de la empresa, y riego inminente personal; la reputación ahora más con la inmediatez de las redes sociales puede aniquilarse tan rápido que el impacto se vuelve impredecible.
Mapa de riesgo reputacional
Villafaña y Asociados reconociendo que el activo llamado “buena reputación” es fundamental, plantean que el camino más corto a la preservación del buen nombre estriba en la prevención. Perspectiva que comparto en su totalidad, y de allí la importancia de una Compliance Officer siempre alerta en estos elementos:
- Identificación de los principales riesgos reputacionales a los que está expuesta la compañía.
- Valoración de los riesgos relacionados con la probabilidad de ocurrencia, impacto económico y tolerancia al riesgo.
- La gestión de los riesgos a través de un plan de PREVENCIÓN, sensibilización y control del mismo.
No podemos estar fuera del ciberespacio, y debe ser una herramienta a favor de las acciones del Compliance Officer. La gestión será siempre en vigorizar la reputación individual y de la empresa, previniendo a tiempo – de acuerdo al mapa-, aquellos pasos de alto riesgo que pudieran denostar el prestigio de la corporación,
Estas acciones han demostrado mejor posicionamiento de las empresas, mejores dividendos económicos, pero sobre todo enseñando que la buena reputación se sostiene cuando se destierra para siempre la corrupción.
“Cumplir me hace grande”