Desde hace poco más de dos años hemos sabido que la renegociación del TLCAN sería una realidad, un hecho que Donald Trump traería a la mesa; pero ¿qué tanto afectaría a México dejar dicho convenio? ¿Por qué permanecer dentro del TLCAN parece tan importante?
El TLCAN y México
Hace 24 años entraba en vigor un convenio internacional en materia de comercio, un arreglo que involucraba a Canadá, Estados Unidos y México; con él se crearía una de las zonas de libre comercio más grandes del mundo y se fijarían las bases para un crecimiento económico estable para los tres países. Es evidente que dicho tratado forma parte del Derecho Internacional, enriqueciendo el equilibrio internacional.
Pese a lo anterior deberíamos preguntarnos si realmente el TLCAN es la salvación de la economía mexicana, deberíamos cuestionarnos si es cierto que de no llegarse a un acuerdo perjudicaría gravemente a la economía del país, debemos cuestionar hasta qué punto se ha beneficiado México con el TLCAN.
Dentro del contexto de la globalización el TLCAN ha sido una pieza clave en el proceso de liberalización económica de las tres economías.
Enfocándonos en los objetivos centrales entre México y Estados Unidos el tratado busca establecer condiciones para incrementar los flujos de comercio e inversión, también ha sido precursor de una mayor demanda de productos y accesos a insumos, atracción de inversión extranjera, mayor número de empleos y mejor remuneración de los trabajadores.
Los resultados pueden evaluarse en el desarrollo de ambos países en los últimos 24 años. De acuerdo con estos indicadores ¿México es el país ganador como lo dice Trump?
En términos de gastos podríamos afirmar que México ha ganado, aunque sea un poco, ya que ja contado con un superávit comercial con Estados Unidos, pero no debemos dejar fuera un aspecto trascendental: los grandes beneficiarios del TLCAN son empresas transnacionales; constituyendo, de este modo, los grandes vencedores a las empresas norteamericanas y más aquellas en materia de industria automotriz.
¿Cuál fue el principal objetivo de firmar el TLCAN?
Al firmar un convenio del tipo comercial se esperaba crear una relación entre los tres países basada en el libre cambio, es decir, que se fueran reduciendo las asimetrías económicas (por cuanto hace a la economía, el ingreso per cápita, los salarios, entre otros) y, con ello, lograr reducir la brecha económica.
Lamentablemente el objetivo del TLCAN no sólo no se ha cumplido, sino que la brecha económica se ha amplificado. Hoy en día, Estados Unidos está más lejos de la economía mexicana, por lo tanto, el mayor beneficiario del TLCAN ha sido y es Estados Unidos de América.
¿A quién perjudicaría que la renegociación del TLCAN no llegará a concretarse?
El afectado mayormente sería nada más y anda menos que Estados Unidos; el Presidente Donald Trump no se ha percatado (o no ha querido decirlo) de los daños colaterales que le traería a su país no continuar con el TLCAN ya que de lo que se produce en dicho país el 40% son insumos mexicanos, además las empresas americanas que deciden invertir en México se benefician de la mano de obra calificada y barata que le ofrece México.
Por su parte, nuestro país, de quedar fuera del TLCAN, sí tendría un efecto económico adverso, pero podría seguir siendo competitivo ¿por qué? Porque México tiene tratados comerciales con más de 40 países, porque México cuenta con 32 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones con 33 países, porque México tiene 9 Acuerdos de Alcance Limitado en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración, en pocas palabras México no moriría económicamente, sino que ello le obligaría a abrirse a ser más competitivo y llevar sus productos a Sudamérica y a otros continentes, México encontraría nuevos mercados de exportación y de activación.
Lo que le falta a los mexicanos es dejar de tener miedo a que nuestro socio comercial vecino se aleje, dejar de pensar que todo estaría perdido sin EU, dejar para los mediocres la ideología de siempre depender de Estados Unidos; es tiempo de poner las cartas sobre la mesa en materia de relaciones exteriores y sí renegociar el TLCAN pero como un acuerdo que beneficie a México y no sólo a EU.