El Parque Eólico Reynosa, apenas inaugurado el año pasado, se convirtió en el complejo más grande de México y uno de los de mayor capacidad en América Latina. Sus 120 aerogeneradores serán suficientes para que un millón 100 mil hogares cuenten con energía eléctrica. Para 2020 hay una estimación que no podemos pasar por alto: 10% de todo el Sistema Eléctrico Nacional estará conformado por energía generada por el viento.
Sin duda, un gran paso para encontrar métodos verdes para generar energía. Sobre todo, si revisamos las cifras que señalan que el mundo tiene petróleo para 30 o 40 años.
Para alcanzar estos ambiciosos proyectos, y escalarlos, es necesario que estos modelos de producción energética exploren todos sus terrenos. Uno de ellos, que en nuestro país necesita un impacto mayor es el solar. Y un dato que lo puede hacer aún más interesante: instalar paneles fotovoltaicos en regiones de alta montaña.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, una de las publicaciones científicas más completas y prestigiosas del mundo, en las zonas montañosas hay una mayor exposición a la irradiación solar con respecto a las zonas de baja altitud. Incluso, dicen los expertos que escriben el estudio, en los meses invernales se aprovecha mejor la energía solar desde las alturas.
Y México es un privilegiado de las montañas, De hecho, su suelo es accidentado ya que cuenta con un gran número de sierras, cordilleras, montañas, volcanes, montes y colinas que van de norte a sur y este a oeste. Por ejemplo, la Sierra Madre Occidental tiene una longitud de 1,250 kilómetros y algunas de sus elevaciones están a tres mil metros sobre el nivel del mar. En tanto, la Oriental le gana con 100 kilómetros en longitud.
No es un secreto a voces que ambas sierras atraviesan por zonas olvidadas que podrían convertirse en verdaderos polos de desarrollo si se implementa un sistema de paneles fotovoltaicos en las montañas altas. Otro ejemplo: en los Alpes franceses ya existen.
Otro dato que no podemos pasar por alto es que este tipo de sistemas pueden tener una base en las centrales hidroeléctricas, porque ya existe una red energética, lo cual facilitaría su funcionamiento.
70% del territorio mexicano presenta una irradiación superior a 4,5 kWh/m²/día, lo que lo convierte en un país muy soleado y propicio para este tipo de sistemas de generación de energía.