foro jurídico compliance

Sentimientos y Compliance

“Las normas son caminos asépticos que jamás deben mancharse”.

            La cultura del Compliance (cumplimiento) puede verse como una ruta sin salidas falsas, sin atajos y siempre mirando hacia su objeto irrevocablemente claro: hacerlo bien y a la primera. Sin embargo, la interacción entre los seres humanos no solo atañe a normas y conductas, sino que involucra sentimientos y afectos.

En 1942 Gilberto Bosques Saldívar, oriundo de Chiautla de Tapia, un pequeño municipio del estado de Puebla, fungía como Cónsul mexicano en Francia, vivía apegado a las normas que su función diplomática le exigía, pero también comulgaba desde sus afectos con la solidaridad entre los seres humanos. Al presenciar las injusticas, tanto en ciudadanos franceses como españoles que huían por la guerra civil, acondicionó dos castillos en Marsella para refugiar a casi 2 mil españoles. Firmó más de 40 mil visas de personas perseguidas de la guerra para darles cobijo en México. Por estas lides estuvo preso 4 años en Europa.

Es evidente que desobedeció las normas, y desde la perspectiva del cumplimento ejerció una acción desviada y seguramente merecedora de sanción; sin embargo, es aquí donde aparece ese aspecto que cada vez debemos vislumbrar y aquilatar en su justa dimensión: los sentimientos.

 

ETAPAS DE COMPLIANCE

  • Primera: lo equiparable al cumplimiento de determinada regulación específica;
  • Segunda: cuando ya se extiende a otras normas igualmente exigibles, además de las correspondientes al sector de actividad o mercado;
  • Tercera: involucra las obligaciones asumidas voluntariamente, normalmente mediante Códigos de Ética y textos análogos.

Esta visión moderna introduce en la órbita del Compliance deberes que trascienden de la legalidad, y con los cuales las organizaciones se comprometen públicamente.

No toda conducta que se ciñe a la ley es esencialmente correcta, porque aún no alcanzamos el nivel de interpretar en forma conjunta: derecho, moral y ética. En Compliance empezamos a ver cómo las normas convencionales están siendo sobrepasadas por principio superiores (generosidad, lealtad, solidaridad). En esto estriba cuando decimos que debemos promover una autentica cultura ÉTICA.

  • Cuarta etapa de Compliance: donde el mandato de nuestros corazones parece imponerse al de nuestros cerebros.

El bien-estar de una organización estará en los albores de una cuarta etapa, en la medida que se entienda que una conducta ética implica no solo lo frío de las normas y las leyes, sino en el reconocimiento de los valores superiores que dan soporte a lo exquisito de ser seres humanos.

Cumplir siempre será una meta, pero nunca debemos alejar los sentimientos cuando abonan en lo justo, leal y equitativo.

El Cónsul Gilberto Bosques transgredió las normas, pero se convirtió en un adalid de solidaridad y respeto a la vida.

 

“Cumplir me hace grande”

 

 

COMPARTIR

Artículos

RELACIONADOS