En un foro sobre la elección presidencial americana del próximo noviembre, la periodista y profesora Fernanda Santos mencionaba que la pandemia actual ha obligado a cambiar la forma de hacer política en el sur de Estados Unidos, por referencia sobre todo a los grupos de latinos y latinas que salían casa por casa a promover la inscripción para votar y el voto a favor de determinada opción política.
Eso no se puede hacer ahora, y nos lleva a preguntarnos ¿cómo serán las campañas electorales en México en tiempos del COVID-19?
Aquí en México se suspendieron los procesos electorales de Hidalgo y Coahuila, aún no sabemos las prevenciones que deberán tomarse para los comicios del próximo año si bien algunas instituciones internacionales así como analistas han formulado sugerencias, y puede aprenderse de las elecciones que se han realizado en países como Corea del Sur y Surinam. Pero cabe pensar que la manera de hacer campañas deberá de cambiar, y las redes sociales parecen ser el espacio ideal para concentrar todos los esfuerzos de comunicación.
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De acuerdo con la “Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares 2019” del INEGI, en México el 70.1% de la población de 6 años o más es usuaria de Internet; las personas usuarias en zonas urbanas son del orden del 76.6% y en áreas rurales llega al 47.7%. El 90% de las personas usan el Internet para obtener información.
Ahí tenemos un problema: si bien la cobertura es amplia no es total, y particularmente en áreas rurales. No puede basarse una campaña en Internet totalmente. Piense usted que, también conforme los datos del INEGI, el 48% de la población de Hidalgo es rural, mientras que en Coahuila es del 10%, pero repartida en un territorio amplio y diverso.
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Este no es un tema meramente de “promoción”. Es un asunto de voto informado, y para conseguirlo la ciudadanía debe tener acceso a las propuestas de los partidos, coaliciones y candidaturas.
No pueden descartarse las concentraciones habituales, del tipo de marchas y manifestaciones, pero debe suponerse que habrá cambios en su ejecución, sobre todo en las elecciones de este año. Aquí hay un reto inmediato para todos los actores políticos y para los órganos electorales, que se suma a las peculiaridades propias de cada elección.
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Apunto algunas ideas que podrían tenerse en cuenta para el diseño de campañas (incluso institucionales) en tiempos de COVID-19
- Características del territorio y la población.
- Pico local de la epidemia.
- Decisiones sanitarias de las autoridades locales.
- Extensión del uso de Internet en la entidad.
- Redes sociales más utilizadas.
- Costumbres locales o de las comunidades para realizar campañas.
- Formas de comunicación no tradicionales.
¿Qué estrategias diseñar y ejecutar para conseguir un voto informado?