En foros y publicaciones recientes me he percatado del temor que enfrentan los profesionales, de diversas disciplinas, sobre el futuro de sus cargos ante la inminente aparición de la tecnología y, puntualmente, la inserción laboral de la inteligencia artificial en sus ramos. Parece que aquel recelo tecnológico ha permitido la gestación de publicaciones como “¡Sálvese quien pueda!” del periodista Andrés Oppenheimer o bien “El Empleo del Futuro. Un análisis del impacto de las nuevas tecnologías en el mercado laboral” de Manuel Alejandro Hidalgo (España). Ambas obras de un rigor académico digno de emular y coincidentes en varias premisas, entre las que destacan: i) La automatización tiende a cambiar el ritmo laboral de las empresas y ii) Existen algunas profesiones manuales que desaparecerán con la automatización.
La automatización es un escalón natural en el proceso de generación y producción del hombre, que se ha replicado en la forma en que realiza negocios y alimenta sus empresas. Esta automatización tiende a ser superior con el uso de Inteligencia Artificial (“IA”). Desde una perspectiva coloquial y por respeto a la extensión del texto, definiremos a la IA como “la máquina capaz de imitar las funciones cognitivas propias de la mente humana, como: creatividad, sensibilidad, aprendizaje, entendimiento, percepción del ambiente y uso del lenguaje”[1]. Según lo señala la Oficina de Información Científica y Tecnología para el Congreso de la Unión (INCyTU), se estima que para el año 2025 el valor del mercado mundial de las aplicaciones de Inteligencia Artificial será de hasta 126 mil millones de dólares.
En el estudio que replicó INCyTU el pasado marzo de 2018, presenta los valores indicativos de la probabilidad de automatización de algunos tipos de trabajos, en los cuales se está desarrollando tecnología que podría suplantar al ser humano; lo anterior, relativo a las áreas que requieren habilidades manuales repetitivas. Según la escala propuesta, las siguientes profesiones son las que mayor probabilidad tienen de desaparecer:
- Mercadotecnia por teléfono
- Analista de crédito
- Cajeros
- Ensambladores de equipo electrónico
- Operadores de maquinaria textil
- Albañiles
- Contadores y auditores
- Taxistas y choferes
- Agricultores
- Guardias de Seguridad
Del estudio en referencia, destaca el listado de las 10 profesiones que menor probabilidad de automatización presentan, en la cabeza encontraremos médicos y cirujanos, Maestros de primaria, Analistas informáticos e Ingenieros aeroespaciales. En ese tenor, se advierte que las áreas con menor riesgo son aquellas que requieren habilidades sociales, de análisis, negoicación, tutoría, empatía y creatividad.
Es mi intención provocar en el lector la capacidad de resiliencia frente a los nuevos procesos tecnológicos que se presentan en diversas áreas productivas; sobre todo, con actitud receptiva, abierta a la posibilidad de capacitarse sobre el uso de la IA para mejorar nuestros procesos y evitar que ésta nos desplace. En ese tenor lo ha prescrito el INCyTU, pues se prevé que la IA podría afectar hasta el 65% de las ocupaciones en países en vías desarrollo, incluido México; sin embargo, ello provocaría la generación de nuevos empleos calificados y crecimiento económico; es decir, la implementación de la IA permitiría la creación de nuevas áreas laborales, que requerirán capital humano capacitado y dispuesto a colaborar, codo a circuito, con una máquina.
[1] INCyTU. Inteligencia Artificial. México, Marzo de 2018. Oficina de Información Científica y Tecnología para el Congreso de la Unión. Revista Número 012. Visible el 12 de octubre de 2018 a través del vínculo https://www.foroconsultivo.org.mx/INCyTU/documentos/Completa/INCYTU_18-012.pdf