El Congreso será dominado por Morena y aliados. El pasado miércoles 28 de agosto el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ratificó, con cuatro votos a favor y uno en contra, la distribución de diputaciones plurinominales hecha por el INE. El bloque de la 4T tendrá 364 curules, con esta super mayoría podrán aprobar reformas constitucionales sin oposición.
Al iniciar la sesión, Mónica Soto Fragoso, magistrada presidenta del TEPJF, declaró que juzgarían con libertad y apego al derecho, “sin temor a las críticas, exhibiciones, presiones externas, incluso amenazas directas e indirectas”. El magistrado Felipe de la Mata Pizaña, encargado del proyecto dijo que las reglas son claras y no cambian, “lo que en realidad se busca es cambiar las reglas del juego una vez que éste ya se jugó y que se obtuvo un resultado que, simplemente, no les gustó a algunos actores”, refiriéndose a los partidos de oposición que impugnaron el acuerdo del INE con el fin de modificar las asignaciones de diputaciones federales de representación proporcional.
Con el voto en contra, la magistrada Janine M. Otálora Malassis, expresó “que la aplicación e interpretación de las normas han creado una sobrerrepresentación de un partido mayoritario en la integración de los órganos legislativos”, asegurando que queda la inquietud de repensar nuestro sistema electoral.
Días previos a la votación, la Suprema Corte admitió un recurso interpuesto por el PAN para que, en pocas palabras, el Tribunal Electoral reasigne curules en ambas Cámaras del Congreso para evitar la sobrerrepresentación. Sin embargo, el ministro Juan Luis González Alcántara, a quien fue turnado el proyecto, declaró que el mismo “no podrá tener por efecto reemplazar las decisiones de la Sala Superior del Tribunal Electoral en lo que a su competencia corresponda. La Sala Superior es la única autoridad facultada para revisar la asignación de diputaciones o senadurías por el principio de representación proporcional. Por lo tanto, no puede caber ni la menor duda de que yo soy y seré el primero en observar y respetar esta previsión competencial específica”.
Tras la decisión del Tribunal, el presidente AMLO mencionó que merecen un reconocimiento por resistir las presiones de los neoliberales que pretendían cambiar las reglas que se han aplicado los últimos 15 años. Bien se sabe que gran parte de los 36 millones que votaron por Morena apoyan las propuestas del movimiento y a sus líderes sin mayor reflexión de lo que esto puede significar.
Más allá de las ideologías, de los intereses, de ellos y los otros, es necesario replantear el camino de nuestra democracia para ello no se puede olvidar lo que ya hemos vivido, pero es imposible porque cada grupo tiene intereses y no siempre alineados a los del grueso de la población, incluso los que claman estar cerca del pueblo.
Es claro que estamos nuevamente frente a un partido hegemónico, aunque la presidenta electa trate de negarlo, el diálogo se acabó porque no lo verán necesario. Impondrán, como ya pasó, su voluntad y eso es un retroceso democrático. Volvemos a la concentración del poder en un solo partido, un cuento ya contado.
El Legislativo no debería servir al Ejecutivo, es un poder de contrapeso, con o sin super mayoría, esto es algo que los legisladores de cualquier color deberían tener en mente. Si bien no se trata de bloquear al gobierno en turno, tampoco se trata de pasar por encima de las minorías pues para ellas también se gobierna. Encontrar el equilibrio debería ser fundamental para pavimentar el camino.
Así como los oficialistas han dicho que el Poder Judicial no tiene quién los vigile, ¿ahora quién va a vigilar al gobierno?, ¿el mismo gobierno? El presidente AMLO con Morena acabará con los contrapesos institucionales. Son ciertas las palabras de la magistrada presidenta Mónica Soto: “El Estado de derecho debe imperar y la democracia prosperar”. Lamentablemente no las aplicó y resultaron una incongruencia con sus antidemocráticas decisiones. Nadie se entrañe si pronto la veremos como ministra, como un pago a sus servicios.
Es muy lamentable atestiguar que dos de las instituciones ejemplares de la democracia mexicana, el INE y el TRIFE, que costó a los mexicanos más de 30 años de luchas y esfuerzos, ahora se doblen y traicionen al pueblo de México dando una sobrerrepresentación a Morena en el Congreso, contra el texto y el espíritu de la Constitución y el sentido real e histórico de los que representan los legisladores plurinominales, que es dar voz y presencia en los parlamentos a las minorías y no más lugares a la mayoría. Como entender que el articulo 54 Ley Suprema señala que: “ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios”, y los consejeros del INE y magistrados del Trife les dieron 364 junto con sus aliados del PVEM y el PT para sobrerrepresentarlos. Seguramente tendrán que rendir cuentas a las futuras generaciones por este gran daño que le han hecho a la democracia y al estado de derecho en nuestro país. La historia los juzgará.