Coautora Jared Melyssa Alvarado Martínez
ONU Mujeres ha declarado el Día Internacional de la Mujer 2024 bajo el lema “Financiar los derechos de las mujeres: acelerar la igualdad”. Esta iniciativa se centra en cinco áreas[1] cruciales para garantizar que las mujeres no sean discriminadas ni dejadas atrás:
● Invertir en mujeres, es un tema de derechos humanos.
● Erradicar la pobreza.
● Implementar financiación sensible al género.
● Transición a una economía verde y a una sociedad del cuidado.
● Apoyar a las activistas de género.
El adelanto de la mujer y el logro de la igualdad entre la mujer y el hombre son una cuestión primordial en materia de derechos humanos y una condición para la justicia social y no deben encararse aisladamente como un problema de la mujer.[2] Es necesario que, así como las mujeres exigen los espacios que en la vida pública les han sido negados, los hombres deberían hacer suyos los espacios privados de los que no han sido partícipes porque se ha considerado que su rol principal es el de proveedor.
Cuando hablamos de cuidados nos referimos a las actividades que diariamente ayudan a regenerar el bienestar físico y emocional de las personas. Es un trabajo vital para el sostenimiento de la vida generando una contribución para la reproducción social y económica de la comunidad. Históricamente estas labores han sido realizadas principalmente por las mujeres y anteriormente fueron invisibilizadas, datos de la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo (ENUT 2019) arrojan que en México mientras las mujeres dedican 39.7 horas a la semana en labores domésticas y de cuidados, los hombres apenas invierten 15.2 horas, es decir, equivale a una brecha de 24.5 horas.
Es una necesidad colectiva y un tema de justicia social avanzar en temas de igualdad, cerrar la brecha entre la vida laboral de hombres y mujeres y crear un compromiso entre los espacios laborales, el gobierno y los hombres para involucrarse en las labores de cuidados.
En este contexto, considerar la implementación de financiamiento sensible al género resulta fundamental para tener en cuenta las diversas necesidades de cada persona, por ejemplo, estudios recientes afirman que el valor global del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado de las mujeres de 15 años o más se sitúa en torno a 10.8 billones de dólares anuales,[3] trabajo que de ninguna manera es remunerado, por lo que resulta fundamental invertir en un sistema de cuidados que permita que las mujeres puedan dedicarse a otras actividades y que quizá pueda impulsar su movilidad social.
Existen muchos otros ejemplos de que invertir en derechos de las mujeres contribuye a cambios que impactan directamente en la población beneficiaria, a través de los Principios de Empoderamiento de la Mujer, ONU mujeres y el Pacto mundial nos proporcionan algunos:[5]
● Un proveedor de servicios integrados con oficinas en Jordania alienta a las mujeres a ingresar a campos laborales no tradicionales en áreas relacionadas con el mantenimiento (por ejemplo, electricidad, aire acondicionado, plomería, carpintería, renovación, decoración, instalaciones).
● Luego de la iniciativa global ALL IN (Todos Dentro) de una empresa de auditoría y consultoría de Malasia para acelerar la inclusión, se abordó el bajo número de mujeres que progresaban en puestos de liderazgo. La empresa tomó medidas para eliminar el sesgo en la evaluación para la promoción y presenta regularmente modelos de mujeres a seguir para resaltar la viabilidad de una carrera de liderazgo. También cuenta con programas de tutoría para que las aspirantes a líderes se asocien con socias de alto nivel.
● Una startup libanesa, que se especializa en la producción de productos de belleza a partir de la miel, promoverá a las mujeres para que se conviertan en apicultoras. Actualmente, el 54% del personal de la empresa son mujeres.
● Una empresa de capital de riesgo en EE.UU. invierte en emprendedoras en etapa inicial en el sector tecnológico. Cree que la presencia de más mujeres en el sector de la tecnología se traduce en mayor innovación y rentabilidad financiera.
Estos son sólo algunos ejemplos en los cuales podemos observar esa inversión que diferentes empresas realizan tanto al interior de sus centros de trabajo como al exterior para impulsar los derechos de las mujeres. En Abogadas MX invitamos a nuestros lectores a pensar en la propuesta que ONU mujeres impulsa este año y en implementar algunas acciones que impulsen el bienestar de las mujeres, que como vimos al inicio de esta entrega: el logro de la igualdad entre la mujer y el hombre son una cuestión primordial en materia de derechos humanos y una condición para la justicia social y no debe observarse como un problema exclusivo de la mujer.
[1] “Día Internacional de la Mujer, 8 de Marzo”. Organización de las Naciones Unidas. Disponible en: https://www.un.org/es/observances/womens-day#:~:text=La%20tem%C3%A1tica%20para%20el%20D%C3%ADa%20de%20la%20Mujer,de%20g%C3%A9nero%20a%20trav%C3%A9s%20de%20la%20financiaci%C3%B3n%20adecuada
[2] ONU Mujeres, Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, Declaración Política y documentos resultados de Beijing +5, 1995, p. 34
[3] “Time to Care: Unpaid and underpaid care work and the global inequality crisis”. Policy and Practice. Disponible en: https://policy-practice.oxfam.org/resources/time-to-care-unpaid-and-underpaid-care-work-and-the-global-inequality-crisis-620928/
[4] “Time to Care: Unpaid and underpaid care work and the global inequality crisis”. Policy and Practice. Disponible en: https://policy-practice.oxfam.org/resources/time-to-care-unpaid-and-underpaid-care-work-and-the-global-inequality-crisis-620928/
[5] “La igualdad es un buen negocio”. OIT/UE/ONU Mujeres. Disponible en: https://www.weps.org/sites/default/files/2021-08/WEPs%20BROCHURE_SPANISH.pdf