foro jurídico contratación pública

La contratación pública con la luz apagada. “Beneficio para elecciones políticas”

Mucho hemos hablado de la importancia del Instituto Nacional de Transparencia “INAI”, así como su articulación a procesos de alto riesgo a la corrupción, pero nada es casualidad, porque al tratarse del proceso más importante que impacta al gasto público, se vuelve un medio predilecto para desviar recursos a otros fines, ya sea inventando necesidades, adjudicando a sobreprecio, simulación de bienes y servicios que resultan inexistentes o proyectos inconclusos. El nivel de daño a la hacienda pública vía la contratación de bienes, servicios, arrendamientos u obras públicas es estratosférico.

La corrupción en la contratación pública es un problema grave que afecta a numerosos países en todo el mundo. Esta práctica nefasta socava los cimientos de la democracia y perjudica directamente a los ciudadanos, ya que desvía recursos que deberían destinarse a mejorar los servicios públicos y satisfacer las necesidades de la población. Uno de los aspectos más preocupantes de la corrupción en la contratación pública es su relación con los intereses de los partidos políticos, ya que puede convertirse en una herramienta para financiar campañas electorales y mantener el poder. Sin embargo, mantener esta corrupción conlleva una serie de peligros que no podemos pasar por alto.

La manipulación en la contratación pública permite desviar recursos públicos hacia intereses partidistas, lo que implica que los fondos destinados a obras y servicios necesarios para la comunidad terminen en manos de políticos y sus afines. Esto tiene un impacto directo en la calidad de vida de los ciudadanos, ya que se ven privados de infraestructuras básicas, atención médica adecuada, educación de calidad y otros servicios esenciales. La desviación de recursos hacia intereses partidistas es profundamente injusta y va en contra del principio fundamental de la igualdad de oportunidades.

En países como México, un problema que requiere total prioridad es atende la desigualdad social, ya que los recursos que deberían ser distribuidos equitativamente entre todos los ciudadanos acaban en manos de unos pocos privilegiados. Esto crea una brecha aún mayor entre aquellos que tienen influencia política y los que no la tienen, perpetuando así las desigualdades existentes. La contratación pública debería ser un mecanismo para impulsar el desarrollo y la prosperidad de todos los sectores de la sociedad, no para favorecer a unos pocos en detrimento del bienestar general.

El daño en los contratos públicos erosiona la confianza de los ciudadanos en las instituciones del Estado. Cuando se descubre que los políticos utilizan su posición para enriquecerse a costa del erario público, se genera un sentimiento de indignación y desafección hacia la política y los gobernantes. Esto mina los cimientos de la democracia y fomenta la apatía ciudadana, debilitando así la participación cívica y la rendición de cuentas. La transparencia y la integridad en la contratación pública son fundamentales para preservar la confianza de los ciudadanos en sus representantes políticos.

La corrupción tiene un impacto económico negativo a largo plazo. Cuando los recursos públicos se desvían hacia intereses partidistas en lugar de destinarse a proyectos de inversión productiva, se debilita el crecimiento económico y se desaprovechan oportunidades de desarrollo. Además, la corrupción crea un entorno empresarial poco favorable, desincentivando la inversión extranjera y frenando el desarrollo económico sostenible. Esto limita las posibilidades de generación

En México derivado de la corrupción, hemos visto debilitarse a las instituciones democráticas. Cuando los partidos políticos utilizan recursos públicos para financiar sus campañas o favorecer a sus seguidores, se erosionan los principios básicos de la democracia. La confianza de los ciudadanos en el sistema se desvanece, lo que socava la estabilidad política y genera descontento social. La corrupción mina la legitimidad de los gobiernos y alimenta la desafección ciudadana. Es importante mencionar que el juego de favores que existe en un trabajo de campaña política se paga cuando éstos llegan al poder y, en el afán de agradecer el apoyo, se violan los principios constitucionales afectando fuertemente a la sociedad.

En tiempos de globalización, no podemos pasar por alto que nuestro país es de alto riesgo a la inversión, por su nivel de corrupción, su debilidad en el estado de derecho y su consecuente impunidad, por lo que se desalienta la inversión extranjera y se reduce la competitividad de México. Las empresas extranjeras evitan invertir en naciones donde los procesos de contratación están viciados por la corrupción, ya que esto representa riesgos para sus operaciones y ganancias. Además, la falta de transparencia y la prevalencia de sobornos y favoritismos generan un entorno empresarial poco equitativo, dificultando la competencia justa y el crecimiento económico sostenible.

La misma manipulación, favoritismos y conflicto de interés que vive en la contratación pública, propicia que la calidad de los servicios públicos sea deficiente. Cuando se asignan contratos a empresas corruptas en lugar de a aquellas que ofrecen las mejores propuestas, se compromete la calidad de los servicios y los proyectos resultantes. Esto puede traducirse en infraestructuras deficientes, sistemas de salud ineficientes y programas educativos de baja calidad. La población sufre las consecuencias de estos servicios inadecuados mientras los recursos públicos son malgastados.

En un ecosistema de corrupción, no cabe la transparencia, por lo tanto, es fundamental reservar la información, debilitar a las instituciones encomendadas y provocar su inoperancia, con el único objetivo de mantener más viva que nunca la corrupción en el proceso encargado de asignar a empresas diversos servicios, bienes, arrendamientos y proyectos de obras públicas. Mientras la luz se mantenga apagada, tendremos un terreno fértil para el desvío de recursos públicos.

P.D. Ciudadano, no tengas la menor duda que el candidato político que te ofrezca dinero, despensas o cualquier favor, lo hace con recursos ilegales, mismos que pagará una vez llegando al poder.

COMPARTIR

Artículos

RELACIONADOS