Entrevista con Omar Guerrero Rodríguez
Socio de Hogan Lovells
El hecho de que hoy tengamos que cruzar toda la ciudad para ir a tomar acuerdos a mano, luego fotografías o sacar copias, va a quedar en el pasado cuando haya un expediente electrónico que nos permitirá además usar ese talento para trabajos de mayor valor.
¿Cuál es la situación en México sobre el avance del Derecho con respeto a las implicaciones legales de la tecnología y de la economía digital?
El mundo está en un momento histórico fundamental de transición. Soy de la úlitima generación del siglo XX que ahora se debe de insertar en las tendencias del siglo XXI y nos está costando trabajo. El libro de La Tierra es plana de Thomas Friedman, explica cómo el internet transformó el mundo y ahora los abogados estamos inmersos en una posibilidad grandiosa de cumplir una función social y jurídica muchísimo más amplia, gracias a que tenemos acceso a un conocimiento que antes no teníamos.
Yo me dedico al arbitraje y en esta materia hemos visto una evolución muy importante, por ejemplo, en cómo se revisan los documentos. Tenemos en el arbitraje algo que llamamos producción de documentos, antes la revisión se hacía totalmente física y había que darle esos documentos de forma física a las partes; ahora es de lo más común tener distintos sistemas, como Dropbox, a través de los cuales puedes hacer revisiones de manera muy eficiente.
¿Cómo se llevan a cabo las audiencias? Cuando llegó la videoconferencia para hacer un crossexamination en materia de arbitraje, estábamos pasmados. Ahora puedes hacer muchísimas otras cosas con, por ejemplo, la holografía y puedes tener una audiencia virtual prácticamente sin tener que mover a los árbitros o a las partes. Por el momento esto es excepcional, pero en algunos años será la regla. Antes para hacer una inspección en un complejo de construcción o de infraestructura, etcétera, tenías que ir físicamente. Ahora tenemos medios tecnológicos, por ejemplo, los lentes que te permiten tener una especie de realidad aumentada y que van a permitir, precisamente sin mover a las personas, poder tener inclusive esa misma experiencia ahorrando tiempos.
En materia de litigio, la incorporación de tecnología es esencial. El hecho de que hoy tengamos que cruzar toda la ciudad para ir a tomar acuerdos a mano, luego fotografías o sacar copias, va a quedar en el pasado cuando haya un expediente electrónico que nos permitirá además usar ese talento para trabajos de mayor valor. Vamos hacia allá y aunque no hemos llegado es necesario acelerar el paso.
En materia de Amparo, la Ley prevé desde el 2013 la interposición del amparo vía electrónica, pero es un programa que todavía no ha dado resultados. Nuestro sistema de justicia ya no aguanta; un juez que revisa 3 mil o 4 mil expedientes por año claramente no puede tomarse el tiempo de poder estudiar el expediente como se requiere; mientras tanto, en otros países tenemos muy claro que ya existen las cortes online, medios alternos a solución de controversias donde básicamente los estás tratando vía electrónica.
A mí me pasma que el mayor resolutor de conflictos en el mundo no sea una Corte, sino las empresas que básicamente entregan sus productos, prestan servicios o tienen algún tipo de interacción con el consumidor y sus propias plataformas tienen mecanismo de solución de controversias, seguramente muchas de esas controversias se resuelven básicamente con algoritmos y esos algoritmos te dan soluciones que, si las hubieras llevado a cualquier agencia de protección al consumidor o a las cortes, aún estarían resolviéndose y ellos lo hacen en cuestión de segundos. Todas estas cuestiones me ponen a pensar que la forma en que se ejerce y se enseña el Derecho, en cualquier rama, tiene que evolucionar a pasos agigantados.
¿Qué opinas del uso de la firma electrónica para el intercambio de documentos en un procedimiento o para contratos?
En el arbitraje, que es un procedimiento muy flexible, es muy común mandar tus escritos vía electrónica y anexar los documentos en un Dropbox por ejemplo, obviamente tu firma es electrónica o muchas veces ni lo firmas. Nunca he visto en 27 años que alguien te impugne la personalidad y todo lo presentas en fotocopia. El problema viene cuando te enfrentas al litigio tradicional en el que los abogados quieren impugnar luego luego la personalidad.
“Nuestro sistema de justicia ya no aguanta; un juez que revisa 3 mil o 4 mil expedientes por año claramente no puede tomarse el tiempo de poder estudiar el expediente como se requiere; mientras tanto, en otros países tenemos muy claro que ya existen las cortes online, medios alternos a solución de controversias donde básicamente los estás tratando vía electrónica.”
Muchos clientes nos preguntan si sus contratos firmados de forma electrónica serían válidos en un juicio y ahí los criterios todavía varían. Existen varios tipos de firmas privadas certificadas y de lo que se trata es de que las firmas sean auténticas y verificables y el abogado debe de conocer el tema para poder argumentar y sustentarlo ante los tribunales.
¿Cómo ves la competencia económica frenta a la economía digital?
Será muy interesante ver la evolución de los mercados digitales en cuanto a competencia económica. Antes teníamos muy claro cómo se conformaban los mercados relevantes para poder analizar si se daban prácticas monopólicas; éstos se definían en términos de producto, geografía y tiempo. Precisamente por la cuestión digital, los mercados se han extendido y se hacen prácticamente mundiales. Ahora con las plataformas, las formas de definir un mercado son distintas a lo que aprendimos tradicionalmente en la Ley del 93 con sus reformas (2006, 2011) y la Ley del 2014. Todo esto va en una evolución tan rápida que la forma de encontrar si una empresa ejerce o no poder sustancial de mercado y definir un mercado relevante para tales efectos, ya no es tan fácil como antes; ahora los mercados son más dinámicos.
¿Cuál es el estado de la regulación en México con respecto al avance tecnológico?
Yo creo que hay muchas áreas de oportunidad. Tenemos varios projectos de leyes que se están trabajando en el Congreso de la Unión como la Ley de economía digital y de protección de datos, pero nuestra Ley pareciera que no llega a grado tal de abarcar todos los temas que la tecnología que debería contemplar, por ejemplo, temas de seguridad nacional.
“Otro ejemplo es la responsabilidad del fabricante al hacer un producto que llega a tomar decisiones autónomas a través del aprendizaje de las máquinas. En México tenemos que dar nuestras respuestas todavía conforme al Código Civil en el capítulo de responsabilidad civil objetiva y artículos 1910. Claramente no nos dan mucha flexibilidad de criterio, por lo que tenemos que observar cómo se están haciendo las cosas en los países más avanzados.”
Aquí es importante el tema de la multidisciplinariedad ya que para crear estas leyes no se requiere sólo de abogados, necesitamos cada vez más filósofos porque estamos regresando a cuestionarnos principios filosóficos de hasta dónde puede o debe de intervenir la autoridad en aras de proteger un interés más alto, llámese combate al narcotráfico, terrorismo, etcétera. Hace falta establecer una columna vertebral que establezca los principios válidos para las nuevas interacciones.
Otro ejemplo es la responsabilidad del fabricante al hacer un producto que llega a tomar decisiones autónomas a través del aprendizaje de las máquinas. Cuando llegan estos temas que están muy trabajados en Europa o Estados Unidos con su legislación y sus casos, en México tenemos que dar nuestras respuestas todavía conforme al Código Civil en el capítulo de responsabilidad civil objetiva y artículos 1910 en adelante, que son reglas que hemos traído desde el Código Francés y del derecho romano. Claramente no nos dan mucha flexibilidad de criterio, por lo que tenemos que observar cómo se están haciendo las cosas en los países más avanzados.
Me llama la atención también el tema de derechos humanos. Cuando ya esté más desarrollado todo el tema de la modificación genética de los cyborgs, al tener la posibilidad de diseñar las características de tus descendientes, ¿cómo vas a jugar con los principios de igualdad? Entonces qué tipo de legislación vamos a tener que estar haciendo en ese sentido. En Corea, por ejemplo, ya se habla de derechos de los robots.
Por eso requerimos de un mayor número de tecnócratas, de filósofos, profesionales que nos ayuden a repensar qué es la persona humana, regresando a los principios básicos pero tomando en consideración todas las posibilidades que ofrecen estas nuevas tecnologías.
¿En qué áreas del Derecho afecta el desarrollo tecnológico?
Me atrevería a decir que no hay rama del Derecho que no esté impactada por la tecnología. Un tema que me tiene muy entretenido es la longevidad de las personas, se dice que el impacto más importante en la tecnología se va a dar en biotecnología, las cuestiones médicas, biológicas, nanotecnología, etcétera. Dentro de esas variantes se predice que el ser humano tendrá la posibilidad de vivir 100, 120, o hasta 150 años. Esto me pasma, no sólo desde el punto de vista filosófico o psicológico, sino como abogado me pregunto, ¿cómo está reaccionando la industria de seguros, de pensiones, del entretenimiento, para responder a eso? ¿Qué harán las personas con su tiempo?
¿Cómo se debe de transformar la educación en Derecho con toda esta perspectiva?
Las profesiones liberales van a desaparecer, lo que se necesita ahora son habilidades, destrezas y conocimientos. Desde hace algunos años la tendencia es una especie de Lifelong Learning, es decir, se reducirán los programas de estudio de 5 años y se capacitarán en temas muy específicos y multidisciplinarios.
En la Barra Mexicana de Abogados, Colegio de Profesionistas (BMA) decidimos ser proactivos y lanzamos un Diplomado en Derecho de las tecnologías. Lo que quisimos plantear es si más que el futuro de la abogacía debiéramos replantear el juego de palabras para la abogacía del futuro. Hay posturas en pro y en contra sobre cómo va a evolucionar nuestra profesión, pero lo que quisimos en la BMA es permear en nuestro gremio que hay una serie de eventos tecnológicos que están cambiando el tipo de paradigmas y tenemos que estar mejor preparados para resolver problemas jurídicos ante los cambios tecnológicos.
Algunos de los temas que estaremos tocando en el diplomado son las herramientas tecnológicas que pueden usar los abogados para facilitar su trabajo, eficientar sus costos y tener mayor cobertura, las nuevas ramas del Derecho que están surgiendo con todos estos cambios, la ética en el desarrollo de la tecnología y la función social de los abogados, la aplicación de tecnología en la judicatura, donde plantearemos específicamente los temas de los jueces robots. Este último es un tema sensible ya que hay mucho debate sobre si los jueces serán totalmente sustituidos, algunos dicen que sí y otros dicen que las máquinas serán complementarias. Lo cierto es que la tecnología está ayudando en varios países a combatir el rezago en la administración de justicia, problema con el que actualmente cuenta nuestro país.
Otro de los temas que estaremos viendo es el de las Cortes en línea, Fintech, internet de las cosas, 5G, inteligencia artificial, nanotecnología, delitos cibernéticos, etcétera. Aunque la Barra Mexicana no es una Universidad, queremos despertar el apetito por la discusión, lanzar un mensaje también a los educadores, formadores, a la Judicatura, al gremio de que estos temas deben estar en la agenda. Nuestro país ya no aguanta diferirlos por años, son temas que deben estar en discusión en muchos más foros.
“Las profesiones liberales van a desaparecer, lo que se necesita ahora son habilidades, destrezas y conocimientos. La tendencia es una especie de Lifelong Learning, es decir, se reducirán los programas de estudio de 5 años y se capacitarán en temas muy específicos y multidisciplinarios.”