Cuando tenía doce años, escuché a mi hermana comentar que nuestro tío político había comprado un CD de The Beatles en Internet y que se le entregaron en la puerta de su domicilio, lo cual, a pesar de la vasta imaginación preadolescente que poseía en ese entonces, no alcancé a conceptualizar y dimensionar, puesto que, no comprendía cómo era posible adquirir un artículo sin pararse en una tienda, interactuar con un vendedor y pagar en una caja, sin embargo, dieciocho años después -casi avergonzado confieso mi edad y mi condición de millennial- soy un ávido consumidor de productos, servicios y contenido en línea, incluidos viajes, gran parte de la ropa que visto, las películas y series que veo los fines de semana, el anillo de compromiso que le entregué a mi ahora esposa, boletos para cine, teatro y otros eventos, libros, cursos y aunque me he resistido un poco a ello, las canciones de mis bandas o cantantes favoritos, debido a que ya no es necesario tenerlas almacenadas en formato MP3.
Curiosamente, mis hábitos de consumo no son compartidos únicamente por otros seres humanos con habilidades sociales limitadas que como yo, aborrecen visitar las tiendas departamentales y supermercados, deambular por sus pasillos durante horas y permanecer varios minutos formado en la línea de cajas para finalmente arrastrar seis o siete bolsas hasta el automóvil, sino por la mayoría de mis contemporáneos y gran parte de las personas que diariamente observo a mi alrededor, las cuales encontraron en Internet, la oferta capaz de satisfacer su demanda y hoy en día, ven la compra en línea como parte integral de sus actividades cotidianas.
Y es justamente gracias a esa transformación y a la gratificación inmediata que hoy más que nunca reclama el consumidor, que cada vez más compañías expanden su operación hacia el comercio electrónico, mientras que otras tantas, se consolidan como verdaderos gigantes dentro de dicho mercado y cientos de emprendedores con proyectos innovadores, ven en éste, la posibilidad de materializar sus ideas, compartirlas con el mundo y convertirse en los nuevos Jeff Bezos y Travis Kalanick.
Derivado de lo anterior, los pasados 26 y 27 de septiembre, tuvo lugar en la Ciudad de México, la Ecommerce Summit & Expo 2018, en el cual, se dieron cita algunos de los más notables exponentes del E-commerce en nuestro país y otras latitudes para ofrecer soluciones y servicios a organizaciones que ya forman parte de dicho mercado o están interesadas en intentarse en él y también para, mediante charlas impartidas por algunos de sus más destacados miembros, compartir sus conocimientos, mejores prácticas y perspectivas en relación con una manera de hacer negocios que tiene cada vez mayor relevancia dentro del mercado y que fiel a su naturaleza y origen innovadores, evoluciona acelerada y constantemente.
ECSE 2018 se engalanó con la participación de expositores de la talla de Mitch Lowe, Chau Banks, Germán Spataro, Uri Levine y Shinji Kimura, quienes coinciden en que México y América Latina son mercados jóvenes, pero con un enorme potencial para hacer negocios a través de Internet y que las empresas que operan en dichos territorios que aún lo hacen exclusivamente offline, deben tener también presencia online si tienen la intención de seguir siendo competitivas y rentables. Igualmente, hicieron hincapié en la importancia de ofrecer una buena experiencia de compra al consumidor, de conocer y comprender sus necesidades, así como capacitar y empoderar al personal, diseñar e implementar estrategias de marketing dirigido, servicio al cliente, fidelización y soluciones de negocio, las cuales, contribuyen a generar valor para la compañía y el comprador.
Las conclusiones de los expertos apuntan todas en una misma dirección: el E-commerce en México y América Latina seguirá creciendo y ofreciendo grandes oportunidades a quienes sepan identificarlas y aprovecharlas, aunque al igual que en otros ámbitos, existen también retos que deben ser superados si se pretende alcanzar el éxito e ingresar al Olimpo de un mercado que seguirá transformándose e influyendo en la sociedad.