“Con el paso del tiempo, particularmente en los últimos cuatro años, hemos visto cómo las grandes compañías tecnológicas han desarrollado los famosos ‘algoritmos’ o claves matemáticas secretas, impregnadas en programación computacional, para cumplir con determinadas tareas de forma exitosa.”
Los grandes avances tecnológicos en la historia de la humanidad han impactado todas sus actividades y formas de satisfacer sus necesidades. El uso de herramientas, el dominio del fuego, el uso del vapor, la creación de máquinas, el impacto de la energía eléctrica, la computadora, el internet, los teléfonos celulares o teléfonos inteligentes, los sistemas de comunicación inalámbricos, son etapas que han impactado tan profundamente la vida humana que incluso se les marca en la historia con títulos propios como revolución industrial, revolución eléctrica, revolución digital, etc.
Actualmente estamos en los primeros años donde la inteligencia artificial se abre al mundo, al gran público, a todos los que puedan tener acceso a internet o a determinadas aplicaciones. El uso de los mecanismos de gestión y análisis de información por computadora, denominados “inteligencia artificial” no son nuevos, pero no sabíamos de su alcance, impacto y potencia.
Imaginar hace algunos años que una maquina pensaría igual que una persona o realizaría actividades humanas era más ciencia ficción que realidad. La idea de robots inteligentes con capacidad de habla, ciborgs gestores de instrucciones, máquinas recibiendo indicaciones y entregando resultados, estaban asociados a películas como Star Wars, Star Trek, o caricaturas como los Supersónicos, donde Robotina era una especie de prima de C3P0 o R2D2: robots emulando a humanos y realizando sus actividades menos divertidas.
Con el paso del tiempo, particularmente en los últimos cuatro años, hemos visto cómo las grandes compañías tecnológicas como Apple, Google, Microsoft y Amazon, en la carrera por la supremacía en sus campos, han desarrollado los famosos “algoritmos” o claves matemáticas secretas, impregnadas en programación computacional, para cumplir con determinadas tareas de forma exitosa. Así nace el mejor buscador de internet, los mejores sistemas operativos del mundo, y la mejor tienda online.
De la mano de su éxito, se dan cuenta que pueden desarrollar asistentes personales, y “entidades” con las primeras personalidades digitales con las cuales nosotros comenzamos a interactuar realmente. Siri, Alexa, Cortana son ejemplos de inteligencia artificial que “viven” en nuestros celulares y otros productos “inteligentes”.
El verdadero salto se dio con la famosa aplicación Chat GPT. Si usted no lo conoce, cómo se usa o cómo se le saca provecho, urge que busque información. YouTube, Facebook, Tik Tok, Twitter y prácticamente en todas las redes sociales famosas existen videos enseñando y mostrando los alcances de este sistema.
Lo sorprendente es que, si bien fue la primera aplicación en línea que detonó la sorpresa mundial por su forma de trabajar, también es verdad que existen otras similares para crear pinturas, música, dibujos digitales, arte, fotografía, entre otras expresiones antes muy humanas.
La tecnología abruma, pues ha dejado de ser una herramienta o instrumento de precisión para lograr la visión de un artista, de un poeta, de un ingeniero, de un creador, y ahora, además de ser lo anterior, también genera el producto final buscado anteriormente por el humano, y al parecer lo hace mejor, más rápido, de forma sorprendente y totalmente ajustada a los parámetros que uno le solicita, lo más impactante es que basta pedirlo como si fuese una receta.
“Quiero que me hagas una canción que suene a Juan Gabriel, con el estilo de Luis Miguel y los arreglos de Bebu Silveti”. Dos horas después tienes una creación musical única, original, totalmente ajustada a tus peticiones, en algunos casos libre de registro que puedes usar para muchas cosas, incluso registrarla y cobrar regalías.
¿La inteligencia artificial sustituirá al artista, al músico, al fotógrafo, al diseñador, al pintor, al programador, al abogado? La respuesta abreviada es: ya lo hizo. Con esos programas de libre acceso, tú puedes, por ahora, generar canciones sin ser músico, pinturas sin saber nada de colores o puntos de fuga, imágenes o fotografías sin tener idea de lo que significa la regla de los tercios y la iluminación, en fin, puedes producir todo eso sin tener que estudiarlo, aprenderlo, aprehenderlo, practicarlo y crearlo. Tus manos han sido sustituidas por una inteligencia artificial que lo hace por ti.
Se dice, que la inteligencia artificial ayudará a los abogados a optimizar búsquedas de documentos específicos en función del juicio o concepto jurídico del que se trate, predecir resultados de un juicio con base en los datos de uno de ellos contrastados con todos los precedentes existentes, elaborar contratos o revisarlos a detalle, estas capacidades ya la aplican los abogados de élite en su favor.
Si bien ello no los sustituye totalmente, si es una forma de dejar a muchas personas fuera de la actividad, pues una máquina, una inteligencia artificial ya los ha sustituido, una que no exige seguro social, Infonavit, aguinaldo, horas extras, tiempos de comida y tampoco te demandará cuando deje de colaborar contigo.
En la primera y segunda revolución industrial, el obrero creyó firmemente que las máquinas les quitarían el trabajo. No estaban del todo equivocados, donde antes se usaban 100 trabajadores, con una máquina apropiada sólo se requerían 10 personas para generar la misma producción.
¿Estamos viendo el fin de una era?, ¿estamos viviendo el inicio de otra?, ¿los abogados serán sustituidos?, ¿se debe temer a la inteligencia artificial?, ¿veremos sabotajes contra esta tecnología por temor al cambio que está generando en el mundo? Parece que el guion de la película Terminator ha dejado de ser ficción. El tiempo dará las respuestas.
Fríos vientos de aire congelante corren por la humanidad, ante el miedo y la sorpresa que la inteligencia artificial está generando en todos los campos del conocimiento y actividades humanas.
