Si dentro de los postulados del presidente se encuentra aquel en el que piensa que es necesario tener una nueva Carta Magna, sin problema alguno se podría pensar que tendremos un Constituyente durante este sexenio. La cuestión a analizar sería si ese Constituyente se compondría de una manera plural o la 4T sería el mayor coto de poder para la construcción del nuevo Contrato Social.
En la columna de la semana pasada se quedaron en el aire algunas interrogantes que se responderán en esta edición. Retomando las mencionadas preguntas, estas fueron: “¿Qué estaría buscando la 4T en su posible proyecto de nueva Constitución? ¿El Corporativismo estaría siendo una de las figuras que seguirían existiendo en el posible nuevo Pacto Federal? ¿Qué concepción de justicia social se establecería en la Carta Magna?”
Respecto al proyecto de nueva Constitución, este por supuesto se basaría en el Proyecto Alternativo de Nación que el presidente emitió como documento que sienta las bases para su gobierno. Dentro de este postulado o llamado al pueblo resulta interesante mencionar que México se convertiría en una nación desinteresada por el entorno internacional. En el punto número 5 del Proyecto Alternativo de Nación se resalta que nuestro país aplicaría el principio de “cautela diplomática” y la “defensa de los derechos humanos”, entre otros.
La aplicación del primer postulado no ha sido más que el pretexto que ha llevado al nuevo gobierno a no pronunciarse sobre la crisis que vive Venezuela. Sin embargo, también llega a haber una contradicción, pues si dentro de estos principios se busca la defensa de los derechos humanos, México debió haber expresado una postura a favor de un cambio democrático en Venezuela, lo cual jamás sucedió. Con ello, nuestro país volverá al oscurantismo de la “Doctrina Estrada”, teniendo una regresión brutal en el marco de la política exterior.
En cuanto a la política interior, en el mismo Proyecto Alternativo de Nación, el presidente se mantiene a favor de una política liberal-democrática, sin restricción de derechos y garantizando el ejercicio de los mismos. Contrastando a lo anterior, bien se dice que los derechos de una persona terminan donde inician los de la otra y así debe suceder en la realidad. Pero, dentro del nuevo gobierno no se ha logrado el entendimiento de esta concepción y se ha visto con el bloqueo a las vías férreas que realizó la CNTE en días pasados en Michoacán. Una cuestión es garantizar derechos y libertades y otra muy diferente es consentir actos de sumo libertinaje que al parecer se dejarán pasar durante toda la 4T o ¿estas “libertades” serán para unos cuantos y no para todos?
Aunado a ello, llegamos a la siguiente pregunta: ¿qué sucederá con el corporativismo? En el Proyecto Alternativo de Nación sí se menciona la protección hacia los trabajadores y sus familias como una parte de la política de previsión social. Empero, en la parte práctica el partido en el poder ha esperado con ansias la consolidación de una central obrera controlada por ellos y que sea parte de sus bases, ya vieron que la CNTE no es garantía, pero puede llegar a ser su aliado en algún momento. Para este cometido, cuenta con el líder minero Napoleón Gómez Urrutia, quien hace unos días anunció la creación de la Confederación Sindical Internacional Democrática. El Senador integrante de Morena es el nuevo estandarte del corporativismo sindical del siglo XXI, por supuesto, sin su ayuda, el partido en el poder no podría tener una organización de tal calado. Y aunque se vea como una regresión en el tiempo, sí, el corporativismo seguiría siendo una las bases de la política interna y social, no se les culpa, en algo o alguien se tienen que respaldar.
Para la parte de la justicia social, en el Proyecto Alternativo de Nación se estaría consagrando una teoría pueblocéntrica, es decir, todo debe girar al mejoramiento de las condiciones de los que menos tienen. La cuestión aquí es ver la forma en la que esto se conducirá pues, aunque también los emprendedores son tomados en cuenta dentro del proyecto electoral del actual presidente, se tendrá que ver cuál es el futuro que le espera a los micro y pequeños empresarios, que son quienes mueven a esta nación generando gran parte de nuestros empleos.
Es desafortunado pensar que al dejar de existir el Instituto Nacional del Emprendedor, se deje desprotegido a este sector, ya que es necesario el establecimiento de políticas públicas que fomenten la apertura de nuevas empresas y, así, lograr mayores oportunidades para quienes buscan un empleo y quieren que su familia cuente con una vivienda digna. Veremos qué hace el gobierno para remediar esta ocurrencia.
Tras lo expuesto la semana pasada y esta, sería mejor solo reformar la Constitución del 17, ya que, además del poder que tiene el presidente al controlar el Congreso, al subir sus niveles de la popularidad y aprobación y al haber un “encantamiento” con su figura y su discurso, no se garantizará tener una Constitución plural y aunque la actual sí ha sido muy “remendada”, por lo menos garantiza una serie de libertades que llevan a que México sea un país en el que todos quepan y nadie se quede fuera, solo queda esperar que el gobierno así lo vea.