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Aumenta la Violencia Político-Electoral en México

Editorial

Aparentemente en México la violencia contra candidatos y candidatas en época electoral ya es una tradición, sin contar la que se vive día a día en los municipios y alcaldías, este fenómeno ha aumentado y los asesinatos buscan de una u otra forma influir en el resultado de los comicios y, claramente, generan miedo en la población que también puede ser un tipo de coerción para ejercer su voto.

Entre noviembre del 2023 y marzo del 2024 van 28 candidatos o políticos asesinados en el contexto electoral.  El Plan de protección a candidatos del INE en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana señala que se clasificaría a las regiones en alta, media y baja incidencia delictiva, además de tomar en cuenta amenazas previas que reporten los aspirantes, pero solo para candidatos a cargos federales. 

Según lo explicado por Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el Instituto Nacional Electoral (INE) recibirá las solicitudes de protección de candidatos, el cual comunicará a la Secretaría de Seguridad para coordinar el apoyo de la Guardia Nacional (GN) y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y considerarían el nivel de riesgo que va de alto, medio o bajo, según sea el caso. En un corte a marzo, la secretaria de Seguridad informó que 23 candidatos, incluyendo los presidenciables, solicitaron protección.

“En tanto que los gobiernos estatales y municipales tienen como responsabilidad la seguridad de quienes aspiran a puestos de elección popular de carácter local” y eso los vulnera aún más pues son los que adolecen de índices altos de violencia. Los estados en los que más incidencia se detectan son Veracruz, Michoacán, Zacatecas, Estado de México, Chiapas, Colima y se suma Guerrero.

A pesar de los intentos del INE y la SSPC para accionar el protocolo de seguridad para candidatos y candidatas, la realidad es que las muestras de violencia política se han recrudecido y seguramente, conforme nos acerquemos al 2 de junio, recrudecerán.

El pasado mes de febrero, en el análisis “Elecciones 2024: los riesgos de la violencia político- electoral”, Citibanamex refirió que “el riesgo de que el crimen organizado intervenga en las elecciones de junio próximo es alto”, a lo que el presidente de México respondió que “no vemos nosotros que se desate la violencia política-electoral” y tampoco ve que el crimen organizado tenga las manos metidas en las elecciones, “acerca del narco, ya no está Calderón ni García Luna, qué más puedo decir”. El mandatario sigue asegurando que los medios y oposición inflan el tema para golpear a su gobierno. Confiado en las cifras de la disminución de homicidios dolosos, asegura que la violencia político-electoral también se mantendrá al margen.

Recientemente, en una entrevista con CBS, la periodista cuestionó al mandatario si la violencia político-electoral no era una amenaza para la democracia si los candidatos o candidatas por miedo se retiran o prefieren no participar, él respondió “Generalmente, todos participan, hay muchos candidatos, de todos los partidos”. Con respuestas evasivas, alegó que ya no hay represión por parte del Estado, esto cuando la entrevistadora le comentara que en 2018 hubo 94 asesinatos y en 2024 se registraron 355 muertes asociadas a políticos y candidatos.

Lamentablemente, las candidatas y candidatos presidenciales tampoco han mostrado una verdadera estrategia para reducir los índices de inseguridad y violencia en todo el país, sobre todo en las zonas que el mismo gobierno refiere son las más conflictivas y que son las que los carteles asolan, basta recordar que la mañana del 25 de marzo se encontraron narcomantas que aparecieron en Sinaloa después del secuestro masivo de más de 60 personas en las que el crimen organizado declaró tener la zona “bajo su resguardo”.

La violencia es sin duda uno de los temas más graves en México y el que debería tener toda la atención del gobierno en turno y sobre todo de los aspirantes a gobernar el país, un país que está bajo el asedió del crimen organizado y si bien todos estamos en riesgo, la época electoral pone en la mirilla a los aspirantes a cargo de elección popular.

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