Con más de 35 años de experiencia en el servicio público, Yasmín Esquivel Mossa, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en funciones, aspira a mantener el cargo en este primer proceso de elección de integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF), también aspira a convertirse en la segunda mujer, en 200 años de vida institucional, en presidir el Alto Tribunal, por ende, ser la titular del PJF.
Esquivel Mossa ha desarrollado una carrera que abarca distintos niveles de gobierno. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, y cuenta con estudios de Posgrado en Administración Pública y Derecho Administrativo y Fiscal y es Doctora en Derecho.
Antes de su nombramiento como ministra de la Suprema Corte en marzo de 2019, Esquivel se desempeñó como magistrada presidenta del Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, donde promovió criterios relacionados con la equidad de género, la protección al medio ambiente y la mejora regulatoria. También ha ocupado cargos en la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y en el Tribunal Superior de Justicia de la capital.
Desde su ingreso a la SCJN, ha formado parte de la Segunda Sala, que resuelve asuntos relacionados con derecho administrativo y laboral. En 2021 fue electa como presidenta de dicha Sala, y ha participado en resoluciones relevantes vinculadas con derechos fundamentales, políticas laborales y el alcance del interés superior de la niñez.
Yasmín Esquivel representa una de las voces más visibles de la SCJN y es una de las principales candidatas para presidir la Corte en la próxima elección judicial del 1 de junio de 2025. Su campaña se ha centrado en una propuesta de transformación del Poder Judicial, enfocada en la equidad, la transparencia y la justicia con rostro humano.
Trabajo como Ministra

Durante su gestión como ministra, Yasmín Esquivel ha sostenido una postura centrada en la función social de la justicia. En diversos discursos y publicaciones disponibles en su sitio oficial, ha expresado que el Poder Judicial no puede permanecer ajeno a los contextos sociales que enfrentan las personas que acuden a los tribunales. En su visión, los juzgadores deben actuar con sensibilidad, sin deshumanizar los procesos legales, y promoviendo sentencias que respondan no sólo a las normas, sino a los principios de justicia sustantiva.
Esquivel ha abogado por eliminar las barreras que impiden el acceso efectivo a la justicia, especialmente para mujeres, personas indígenas, comunidades rurales y grupos históricamente vulnerables. Considera que la Corte debe ser garante no sólo de los derechos individuales, sino también de los derechos sociales y colectivos.
En distintos foros ha señalado que la justicia no puede operar únicamente desde los códigos y la técnica jurídica, sino que debe incorporar una lectura sensible del contexto social. De ahí su insistencia en el enfoque de «justicia con rostro humano», como ella misma lo ha definido.
Visión de la Impartición de Justicia
En el arranque de su campaña la ministra reiteró que “es tiempo de abrir la puerta de la justicia a quienes han sido olvidadas y olvidados; para lograr este fin, acudamos a votar por quienes aspiramos a ocupar estos cargos y así dar un paso decisivo para combatir la corrupción y construir un sistema de justicia eficiente y eficaz”.
La Doctora promueve la transformación del sistema judicial a partir de tres pilares: acceso efectivo a la justicia, sensibilidad social y equidad, además de austeridad y racionalidad en el uso de recursos, transparencia, evaluación y rendición de cuentas que consoliden la confianza en la justicia. En ese sentido ha dicho que “necesitamos una justicia con rostro humano, que no humille, que no lastime, que no se oculte detrás de expedientes” y ha planteado que una justicia verdaderamente democrática no se mide sólo por el número de sentencias emitidas, sino por la forma en que éstas impactan en la vida de las personas y en la construcción de un Estado de Derecho con legitimidad ciudadana
La ministra también ha sido una dura crítica del sistema de justicia actual y reconoce que la falta de escucha, de autocrítica, así como la percepción de la ciudadanía de un Poder Judicial corrupto y alejado de la ciudadanía dieron pie a la Reforma en materia judicial. También ha mencionado algunas barreras que han impedido una justicia igualitaria como la opacidad, el nepotismo, la dilación en resolver asuntos, la protección de intereses de grupos minoritarios, entre otros.
Otro de los ejes de su visión es fortalecer la equidad de género dentro del Poder Judicial Federal. Ha subrayado que la paridad de género debe reflejarse no sólo en la integración de los órganos jurisdiccionales, sino también en los criterios interpretativos que emite la Corte. Promueve una cultura judicial libre de discriminación, con protocolos que aseguren condiciones igualitarias para las mujeres juzgadoras y para las justiciables.
En este mismo sentido, ha impulsado una agenda que incorpora la perspectiva de género en la interpretación constitucional y en el diseño de políticas judiciales. Para Esquivel, el Poder Judicial debe actuar como agente de cambio en la construcción de una sociedad más igualitaria, y no como mero espectador de las transformaciones sociales. Considera que el nuevo modelo judicial debe transformar los procesos para hacerlos más agiles, modernos y adecuados a las exigencias del México actual.
“Para la ministra el Poder Judicial debe actuar como agente de cambio en la construcción de una sociedad más igualitaria, y no como mero espectador de las transformaciones sociales. Considerando que el nuevo modelo judicial debe transformar los procesos para hacerlos más agiles, modernos y adecuados a las exigencias del México actual.”
Por otro lado, ha destacado que sus objetivos son que la justicia sea un derecho, no un privilegio; justicia para todas y todos por igual; justicia humanista; justicia pronta y de puertas abiertas, su compromiso, ha declarado, es fortalecer el Estado de Derecho.
Respecto a la modernización del sistema de justicia, considera que se debe reducirla a la aplicación de nuevas tecnologías, porque hablar de innovación en justicia significa garantizar el acceso, simplificar los procesos, eliminar barreras y poner a las personas en el centro, enfatiza.
Respecto de los impartidores de justicia ha reiterado que se debe contar no solo con una vocación de servicio, sino también con un desempeño imparcial, objetivo y profesional, de ese modo se cristalizará el anhelo de un PJF independiente y autónomo que responda a los ciudadanos y no a intereses ajenos. Ha enfatizado que los y las juzgadoras deben actuar con una perspectiva de derechos humanos sin sesgos ni preferencias. Para tal fin, dentro de sus propuestas incluye la formación continua de las y los operadores de justicia y garantizar su actuar con total transparencia, ética y responsabilidad.
En resumen, su objetivo es que la justicia sea un derecho, no un privilegio; que sea pronta y de puertas abiertas; y que las decisiones judiciales protejan a las personas a partir de enfoques diferenciados, según se trate de niñas, adolescentes, mujeres, personas de comunidades indígenas, con discapacidad o cualquier otra en riesgo de vulnerabilidad.
Visión de una Corte Abierta y Plural
“Mi compromiso es hacer realidad la transformación del Poder Judicial de la Federación (PJF) y que toda persona juzgadora actúe con imparcialidad”. Como aspirante a la presidencia de la SCJN, Yasmín Esquivel ha planteado que la Corte debe consolidarse como un espacio plural, donde confluyan distintas posturas jurídicas y doctrinarias, y donde se privilegie el diálogo institucional por encima de las confrontaciones. Ha sostenido que es necesario abrir más canales de comunicación con la ciudadanía, fortalecer la transparencia de las decisiones jurisdiccionales y acercar a la Corte a los sectores que históricamente han estado alejados del sistema judicial.
En sus mensajes públicos, insiste en que una Corte moderna debe superar los formalismos procesales y adoptar un lenguaje más claro y accesible. En este sentido, ha defendido la implementación de mecanismos de justicia abierta, con mayor participación social, rendición de cuentas y cercanía institucional.
“Una Corte moderna debe superar los formalismos procesales y adoptar un lenguaje más claro y accesible. Implementando mecanismos de justicia abierta, con mayor participación social, rendición de cuentas y cercanía institucional.”
Además, ha señalado que el fortalecimiento del Poder Judicial pasa también por garantizar su independencia interna, mejorar las condiciones laborales de quienes imparten justicia en todo el país y avanzar hacia una ética judicial renovada, basada en la integridad y la responsabilidad pública.
La ministra es consciente de que el PJF juega un papel importante incluso en el desarrollo económico del país, un pilar de seguridad jurídica, por lo que se requiere un sistema judicial que actúe con transparencia, imparcialidad y eficacia. para una economía productiva, competitiva, que promueva el desarrollo, la inversión y generar empleos dignos.
Una justicia que no ceda ante el poder o el dinero, pronta, que no tolere nepotismo, corrupción o impunidad, que inspire confianza y sea aliada de la sociedad, garantizando libertades, bienestar y desarrollo equitativo. Por tal motivo, subraya que México necesita tribunales austeros, con un alto compromiso social, en conclusión, un Poder Judicial que sirva a la sociedad y en especial a las víctimas del delito.
Probabilidades de ser la Próxima Presidenta de la Corte

De acuerdo con una encuesta realizada por El financiero en marzo de 2025, Yasmín Esquivel lideraba las preferencias para presidir la SCJN con un 26% de apoyo ciudadano, seguida por Lenia Batres con 22% y en tercer lugar posicionaba a Paula García Villegas.
Sin embargo, hay variaciones en otras encuestas que reflejan un escenario competitivo y la importancia de las campañas en curso. Esquivel ha manifestado su compromiso con la transformación del Poder Judicial, su trayectoria, visión y postulados reflejan una apuesta por una justicia más cercana a la realidad social, más incluyente en términos de género, y más abierta al diálogo ciudadano, características que han logrado conectar con una gran mayoría del electorado que busca un cambio real en la impartición de justicia y en el actuar de los juzgadores. Lo anterior abre una gran posibilidad para que la ministra se convierta en la segunda mujer en presidir el Alto Tribunal.
“Esquivel ha manifestado su compromiso con la transformación del Poder judicial, su trayectoria, visión y postulados reflejan una apuesta por una justicia más cercana a la realidad social, más incluyente en términos de género, y más abierta al diálogo ciudadano.”