Robo de identidad

La identidad de las personas y los métodos para demostrarla o confirmarla ante otros individuos, empresas o entidades gubernamentales, son un pilar para el establecimiento de confianza y seguridad en la economía global. Sistemas confiables de identificación digital pueden traducirse en grandes beneficios para las personas, gobierno y empresas permitiendo reducir costos, disminuir la burocracia, aumentar la eficiencia e impulsar la innovación en la prestación de servicios públicos y privados.

Identidad

La identidad es la característica de ser una persona en concreto y no otra, lo cual se determina por un conjunto de atributos que la diferencian y la vuelven única. Sin embargo, la importancia de la identidad radica en la validación de dichos atributos para demostrar que somos quienes afirmamos ser.

El conjunto de atributos al que me refiero puede integrarse por la suma de rasgos inherentes al individuo (altura, edad, fecha de nacimiento, biometrías, etc.), así como rasgos acumulados en el tiempo (expedientes médicos, preferencias, comportamientos, etc.) y datos asignados por entes públicos y/o privados (teléfono, email, No. empleado, RFC, CURP o No. del pasaporte).

Hoy en día realizamos muchas actividades que requieren comprobar nuestra identidad ante empresas o entidades gubernamentales. Desde mostrar nuestras identificaciones y comprobantes de domicilio, corroborar que tenemos acceso y control sobre un correo electrónico, número telefónico o dispositivo digital, usar contraseñas, hasta utilizar nuestras huellas dactilares o tomarnos selfis.

Identidad y su importancia

En términos legales, la identidad implica el reconocimiento del Estado de la existencia de las personas. Es decir, la identidad legal otorga ciudadanía, siendo por ello un derecho que habilita otros derechos.

En México, en 2014, se reformó el Artículo 4 de la Constitución Política para reconocer el derecho a la identidad y al registro desde el nacimiento. Cabe señalar que la importancia de la existencia de estos registros públicos de nacimiento radica en su función, que permite poder confirmar a terceros nuestra identidad.

El reto pendiente de México es que una parte de la población tiene documentos y registros físicos de identidad, pero no cuenta con métodos fiables para validarlos. Lo que limita y pone en riesgo de un potencial mal uso o robo de su identidad por terceros.

Robo de Identidad

El robo de identidad es un concepto generalmente ocupado para describir la acción maliciosa concerniente al uso indebido y/o no autorizado de datos, información o factores de autenticación concernientes a una persona determinada para hacerse pasar por ella, llegando a asumir su identidad ante otras personas, con la posibilidad de obtener beneficios o privilegios que le correspondían a esa persona.

Dentro de este concepto se puede incluir el apoderamiento y posterior uso no autorizado, de una tarjeta de crédito, una identificación oficial, así como claves o contraseñas para ingresar a sistemas, aplicaciones móviles o sitios Web de entidades públicas (SAT, Infonavit) y privados (banca electrónica, Uber, Facebook, WhatsApp,).

De acuerdo con el Banco de México, nuestro país ocupa el octavo lugar a nivel mundial en términos de robo de identidad, donde más de la mitad del total de casos se ocasiona por la pérdida de documentos, o por el robo de carteras y portafolios

El robo de identidad puede suponer importantes problemas económicos para las empresas y personas, quienes al ser engañadas pueden verse afectados en sus bienes o posesiones, siendo víctimas de fraudes. A esto hay que adicionar dos problemáticas que afectan a las personas que han sufrido este tipo de acciones: El tiempo que transcurre entre la acción del mal uso de su identidad y el conocimiento de la victima de los daños que esto le causó. Y La complejidad de demostrar que una persona no fue quien realizó las acciones que se le imputan, ya que hasta que no logre convencer al acreedor o beneficiario, de esta situación, todas las obligaciones y responsabilidades derivadas del mal uso de su identidad deberán ser enfrentadas por la victima de este tipo de fraude.

A pesar de todo lo anterior, el robo de identidad no es un delito como tal tipificado en nuestro ordenamiento legal, pero existen acciones similares que si están penadas como delitos.

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