Lo que el pueblo necesita para gozar de libertades es su emancipación económica…
Ricardo Flores Magón
El articulo 5º de nuestra constitución establece en su primer párrafo que “A NINGUNA PERSONA PODRÁ IMPEDIRSE QUE SE DEDIQUE A LA PROFESIÓN, INDUSTRIA, COMERCIO O TRABAJO QUE LE ACOMODE, SIENDO LÍCITOS…”
El ánimo del legislador de 1917 era que en México se lograra la movilidad social de una forma constante y por medio de esta lograr equilibrar el reparto de la riqueza y disminuir la pobreza. Esta meta medianamente se logró durante el siglo XX comenzando en el periodo conocido como “El Milagro Mexicano”.
El escenario económico ha cambiado a nivel nacional, debido a fallidas políticas públicas y agravado por la pandemia el nivel de vida de los mexicanos; de acuerdo a lo publicado en octubre de 2020 por la OIT en su estudio México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos coordinado por Noémie Feix. Se considera que el 44% de los empleos formales se encuentran en riesgo. Quienes han asegurado sus empleos también han tenido que aceptar disminución en sus salarios.
En nuestro país también tenemos que contemplar a los llamados ocupados quienes pertenecen al mercado de economía informal que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo la tasa de desocupación en el último trimestre del 2019 era del 3.4% mismo que deja a las familias recurso para subsistir pero es muy lejano a que logren una movilidad social real.
¿Qué tenemos que hacer para lograr una movilidad social real? En este caso el autor propone apoyar el crecimiento de empresas de economía social.
En nuestro país las empresas de economía social se rigen por la Ley General de Sociedades Cooperativas misma que en su artículo 2º define “La sociedad cooperativa es una forma de organización social integrada por personas físicas con base en intereses comunes y en los principios de solidaridad….”
La base jurídica existe ahora el reto es hacer que estas funcionen, para ello es necesario crear una asociación dedicada a entrenar a los socios de las cooperativas para dirigirlas y operarlas generando un círculo virtuoso.
Verbigracia este círculo virtuoso comienza con una sociedad cooperativa integrada por pequeños productores en una comunidad rural, ellos venderán su producto primero tomando los mercados locales e irán creciendo de acuerdo a un plan de negocios previamente establecido y hecho de acuerdo a su visión y con el apoyo de las personas que esta asociación les haya asignado para desarrollar y hacer crecer esta sociedad.
Esta cooperativa será también proveedora de otra cooperativa mayor que se dedique a la transformación de productos y que vaya a mercados más extensos quien a su vez podrá vender a las cadenas de distribución nacional.
El hecho de tener este tipo de sociedades cooperativas operando y haciendo convenios de colaboración entre ellas y guiadas por personas profesionales en operación de empresas generará que los socios tengan un mejor ingreso, una mejor calidad de vida y la opción de dar a sus hijos la probabilidad de tener estudios superiores.
Esta es una de tantas herramientas para empresas de economía social que hará que nuestro país vuelva a ser de nuevo un milagro que de la capacidad de mejor vivir y movilidad social a nuestra gente creando formas ordenadas de crecimiento siempre con apego al derecho y a las instituciones.
Defendamos las instituciones.
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