Las iniciativas para establecer el aborto a nivel nacional, una discusión evitada y dirigida hacia otras argumentaciones que las reales

Dentro del terremoto que ha supuesto el advenimiento de Morena y la Cuarta Transformación hay cierta prisa en los grupos de izquierda para autorizar el aborto en las doce primeras semanas del embarazo, como ya establece la Ciudad de México, para que AMLO no tenga que pagar el costo político con los grupos próvida de derecha, entre las que destacan la iniciativa para establecer el derecho a la salud reproductiva que incluiría el aborto de la Diputada Miroslava en la Ley General de Salud federalizando el asunto, con lo que establecen las Constituciones de muchos estados, que protegen el derecho a la vida del embrión desde la fecundación quedarían abrogadas tácitamente, dando un golpe al federalismo, además de romper las promesas de campaña de AMLO que prometieron someter estas cuestiones a consulta pública, lo cual esperamos que se haga, pues se trata de un asunto mucho más importante que el Aeropuerto de la Ciudad de México.

Junto con la iniciativa de la diputada Miroslava vienen muchas otras iniciativas en el mismo sentido, destacando una propuesta de Porfirio Muñoz Ledo estableciendo un nuevo derecho constitucional del derecho de la mujer sobre el propio cuerpo, así como numerosas propuestas para despenalizar el aborto en el Código Penal Federal, junto con varias iniciativas del PRD y Morena para despenalizar la interrupción legal del embarazo en diferentes estados de la República. Parece que la aplanadora de la Cuarta Transformación quiere dejar resuelto el asunto de una vez por todas, sin someter al menos la cuestión a debate, antes de que AMLO tome posesión como presidente en funciones en próximas semanas. En el mismo sentido, aunque quizá de menos importancia, hay una urgencia para aprobar el uso de la mariguana con fines lúdicos –como acaba de hacer la Exministra de la Corte, Senadora y próxima Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero –tras el apoyo de dicha postura por nuestra triste y discutible Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Además de la prisa para establecer tales posiciones, que habían dado lugar a numerosas discusiones sobre el tema del aborto en muchos Congresos estatales antes de plasmarse la protección del no nacido –salvo algunas excepciones como el caso de violación- en múltiples entidades federativas a nivel de sus Constituciones locales, estimamos que el tema debe someterse a una discusión abierta, plural y sin prisas, dado la trascendencia del tema.

Que quede claro que hablo desde la trinchera del Derecho y de la ciencia, y no desde posturas religiosas, aunque la religión es un tema de trascendencia nacional, cuyos argumentos deben ser tomados en cuenta por nuestros gobernantes, sin que por eso se afecte el Estado laico, cayendo de modo contrario en posiciones laicistas, que llevan el laicismo a extremos donde el derecho de manifestación y la libertad de creencia quedan inoperantes para los ciudadanos.

El argumento único que utilizó la diputada Miroslava es que con el derecho al aborto se eliminarían las múltiples muertes maternas ocasionadas por abortos clandestinos. En la misma línea podríamos argumentar que la legalización del homicidio permitiría que los asesinos no vieran perjudicada su salud para llevar a cabo el asesinato. Además, la mejor forma de evitar el riesgo de abortos clandestinos es simplemente no realizarlos, con lo que ni el embrión ni la madre corren riesgo alguno. Además, dan unas cifras que requerirían comprobación para que los mexicanos tuviéramos certeza de tales tragedias.

Pero –al margen de este argumento- llevar la discusión hacia los abortos clandestinos es dirigir la discusión hacia otra línea de la argumentación principal. Lo que se tiene que discutir es el status del nasciturus, si estamos ante una persona o no y, por ende, exige protección legal, aunque se encuentre en el seno de su madre.

Y es aquí donde quedan atorados muchos de los argumentos de los abortistas (ahora eufemísticamente llamado interrupción legal del embarazo, para que suene menos agresivo). El feto o embrión –después de que algunos científicos han creado artificialmente el concepto de “preembrión” sin sustento científico- posee desde la concepción toda la información genética para su ulterior desarrollo. Si no se le impide éste o sucede algo extraordinario –ahora lamentablemente cada vez más ordinario- tiene toda la programación para que en unos meses nazca una persona humana, no una rana ni un ratón. Si no es persona desde la concepción, no lo será nunca, pues el momento elegido por el legislador para otorgársela –cuando lo que debe hacer es reconocérsela- será completamente arbitrario.

Desde la concepción tiene vida propia y es un sujeto de la especie Homo Sapiens, y por ende persona humana. Deben hacerse toda clase de malabarismos para decir que es algo viviente pero no estamos frente a una persona humana, por depender del vientre de la madre o por estar en condiciones físicas débiles. ¿Qué justifica su exterminación, ni siquiera en el caso de violación, cuando es una víctima de tal acto y no su causante? Al que debe sancionarse fuertemente es al violador, no a la pobre víctima resultante del mismo.

Si no se le manipula, este embrión se desarrollará hasta alcanzar la plena capacidad intelectual y volitiva, aunque ésta no deba tenerse en acto para que se tenga tal dignidad. De otro modo podríamos exterminar a los dormidos o niños que no alcanzan la mayoría de razón.

Otra cosa –de gran importancia- es que la sociedad y el Estado deben volcarse en la protección de la madre quizá hasta soltera y adolescente; obligar al padre a asumir su responsabilidad; quizá establecer un subsidio a esa madre para que no tenga que preocuparse por su situación económica y la de su criatura; facilitar y acelerar la posibilidad de que puedan dar al niño en adopción; desarrollar una cultura de auténtica protección a la vida –porque en una cultura de la muerte el aborto es el último recurso anticonceptivo-. Una nueva vida es un gran acontecimiento, haya venido como haya venido: serán miembros de una familia que iluminarán y alimentarán; estamos ante personas que bien educadas serán una fuente de inventiva y de resolución de problemas para la economía; dará mucho consuelo a muchas personas en su crecimiento; tendrá la dignidad inalienable de toda persona humana, que debe ser querida como fin y nunca utilizarse como medio.

Visto esto, ¿cómo puede justificarse el aborto y máxime por un mayoriteo de un partido político, porque el pueblo lo apoyó con la mayoría en el Poder Legislativo? A esto podrán llamarlo como quieran, pero no es una auténtica democracia.

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