Desde los grandes clásicos de la filosofía como Sócrates, Platón y Aristóteles, hasta transitar con los pensadores más contemporáneos como Immanuel Kant, Friedrich Hegel, Auguste Comte, Karl Marx, Friedrich Engels, Friedrich Nietzsche, por referir sólo algunos, todos influyeron en el mundo con sus ideas y aportaciones en diversas sociedades.
Lo cierto es que la filosofía es un área generadora de conocimiento de las más antiguas del mundo, e incluso, ha sido un precedente importante para el nacimiento de otras disciplinas como la lógica, deontología, antropología, epistemología y la ontología. Curiosamente, las distintas ciencias que conocemos hoy en día como la medicina, arquitectura, sociología o economía, tuvieron su origen en la filosofía.
También hemos sido testigos de cómo la filosofía logró fusionarse con otros sectores como el empresarial (filosofía de la empresa), sector educativo (filosofía educativa), en la política (filosofía política) y, por supuesto, con la ciencia del derecho (filosofía jurídica).
Dentro de las grandes bondades que aporta la filosofía son los cuestionamientos universales, muy conocidos pero poco aplicados al conocimiento, entre los que se encuentran ¿qué, cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué y quién? Pues bien, las respuestas que se pueden encontrar son múltiples y se pueden descubrir con ello nuevos horizontes.
En el campo del Derecho, la filosofía jurídica nos permite hacer planteamientos desde lo más simple hasta lo más complejo, verbigracia ¿Es lo mismo derecho que ley, derecho que jurisprudencia? ¿Qué es primero, la ley y luego el derecho o el derecho y luego la ley? ¿Puede existir una sociedad con normas jurídicas, pero sin derecho? ¿Los hechos evolucionan más rápido que el derecho? ¿El derecho es una ciencia, por qué? ¿Cuál es el mejor sistema jurídico en el mundo actualmente?
Autores vanguardistas como el italiano Luigi Ferrajoli con su teoría del garantismo, o bien, el alemán Robert Alexy con su teoría de la argumentación jurídica, teoría de los derechos fundamentales o el concepto y validez del derecho. Ambos hicieron uso de la filosofía jurídica para realizar sus aportaciones, mismas que son conocidas a nivel internacional por los estudiantes, juristas u operadores del derecho.
En otro contexto y ante los nuevos retos mundiales, la filosofía jurídica nos permitiría advertir diversos escenarios, entre ellos por ejemplo, la inteligencia artificial y en donde cabe la posibilidad de hacer una reingeniería de los derechos humanos, sobre todo en vehículos o máquinas autónomas, así como considerar la figura de los derechos virtuales derivados, implementar códigos de ética para investigadores y programadores en el uso de la inteligencia artificial.
De manera análoga, en el aspecto legislativo se debe considerar la posibilidad de elaborar leyes relacionadas con el internet de las cosas o redes sociales, esto es, leyes reales para mundos virtuales. Un claro ejemplo de ello son ahora los contratos inteligentes.
Otro acierto que aporta la filosofía jurídica es la generación de nuevo conocimiento, al respecto, cito el modelo de adecuación jurídica emergente en tiempos de pandemia y necesidad imprevista, el cual es de mi autoría, en donde tuve la inquietud de desarrollar una investigación con motivo de las diversas circunstancias que se presentaron con la pandemia a nivel internacional y que afectaron a gran parte de la población.
En dicho modelo hago un análisis de diversos tópicos como la declaración de emergencia o contingencia sanitaria; medidas implementadas por el estado; restricción de libertad de tránsito y de reunión; limitación en actividades profesionales, ejercicio de oficios y comercio; amparo y carencias en el acceso a la justicia; dificultades en la protección y acceso a los servicios de salud; bioética y derechos humanos; estado de alarma o estado de excepción.
“La filosofía jurídica podría provocar una disrupción jurídica, esta última representa un cambio radical o de 360 grados en los sistemas jurídicos establecidos en diversos países y sus respectivos estados, provincias o departamentos, haciéndolos más amigables, adecuados, útiles, estandarizados, económicos, eficaces y productivos.”
Conviene enfatizar que la filosofía jurídica nos puede dar la oportunidad de reinventarnos en el mundo del derecho, así como, desaprender para aprender. Considero que el nivel máximo que podemos lograr con dicha figura, es provocar una disrupción jurídica, esta última representa un cambio radical o de 360 grados en los sistemas jurídicos establecidos en diversos países y sus respectivos estados, provincias o departamentos, haciéndolos más amigables, adecuados, útiles, estandarizados, económicos, eficaces y productivos.
En suma, debemos darle la importancia y visión que se merece a la filosofía, y en específico a la filosofía jurídica, logrando que sea más vanguardista ante los retos que se presentan en pleno siglo XXI y en beneficio de la sociedad, además de considerar una nueva forma de enseñanza en las aulas, destacando los múltiples beneficios y oportunidades que se tienen con el aprendizaje de tan noble área de conocimiento.