La dinámica global está presentando oportunidades significativas para el desarrollo económico de los países, por lo que debemos estar creando una oferta de valor que nos posicione como un jugador importante en los mercados internacionales más amplios. Los países pueden exportar sus productos y servicios a través de barreras comerciales reducidas, lo que les permite llegar a una base de clientes más grande y diversa. Esto estimula el crecimiento económico y aumenta las oportunidades de empleo. Nuestro país cuenta con una red de 14 Tratados de Libre Comercio con 50 países (TLCs), 30 Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) con 31 países o regiones administrativas y 9 acuerdos de alcance limitado (Acuerdos de Complementación Económica y Acuerdos de Alcance Parcial) en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) [1].
Las grandes cadenas de suministros buscan el aseguramiento, tanto en capacidad técnica y económica, cumplimiento normativo, como en adopción tecnológica, por ello, es el momento de utilizar las palancas de desarrollo como es la contratación pública y el nearshoring, poniendo a México con una oferta de valor inmejorable, para que nuestras empresas aprovechen las oportunidades logísticas y comerciales, así como nuestro país sea el receptor de inversiones para traer tecnología, conocimientos especializados y capital para impulsar el desarrollo económico.
El poder de compra que tiene el Estado a través de la contratación pública de bienes, servicios, arrendamientos e inclusive, obras públicas, propicia el desarrollo de proveedores, el incremento de contenido nacional, cadenas productivas, generación de innovación y tecnología, el sostenimiento a Pymes y, sobre todo, crea demanda en la economía, lo que puede impulsar el crecimiento y generar empleo en diversos sectores. ¿Se imaginan lo que sería una alineación perfecta del gasto público a una política de desarrollo industrial y el nearshoring? Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe el mercado de compras públicas demanda anualmente un 10% del PIB mundial, o el equivalente al 80% del comercio global. Tanto en la OMC como a nivel regional, los acuerdos comerciales intentan liberalizar este mercado, anticipando ahorros fiscales y expansión del flujo comercial para todos los participantes. [2]
Es el momento de fomentar la competitividad y la innovación para mejorar la calidad y eficiencia de los bienes y servicios, así como impactar de forma contundente en la satisfacción social, empero, con el aprovechamiento de condiciones y oportunidades, se tendrán que adoptar mejores prácticas y demostrar que en México la corrupción está en tratamiento y poniendo de ejemplo a la contratación pública como mecanismo de impulso económico. Se dice fácil, pero es una tarea que, con voluntad política y confianza social, se puede lograr, pero de no hacerlo, dejaremos ir oportunidades únicas.
Por su parte, las oportunidades que vienen con la política económica de los países del norte, relacionada con la guerra comercial, disputas arancelarias y distorsiones económicas entre Estados Unidos y China, impulsa lo que conocemos como el nearshoring, pero también, representa grandes oportunidades para México por la ubicación geográfica con Estados Unidos y Canadá como de los mercados principales, así también, representamos una logística envidiable al no solo estar en frontera, sino tener a los principales océanos de cada lado.
El nearshoring bien aprovechado puede generar un aumento en la creación de empleo en nuestro país, ya que las empresas establecen nuevas instalaciones y contratan trabajadores locales. El crecimiento del empleo contribuye al desarrollo económico al aumentar los ingresos de los trabajadores y mejorar el nivel de vida en la comunidad. Así también la presencia de empresas extranjeras implica la transferencia de conocimientos, tecnología y habilidades a nivel local. Las empresas pueden compartir mejores prácticas, tecnologías avanzadas y métodos de gestión eficientes con los empleados locales. Esto puede fortalecer la capacidad técnica y las habilidades de los trabajadores, lo que a su vez impulsa el desarrollo económico al aumentar la productividad y la calidad de los productos y servicios locales. Hoy México es importante a nivel manufactura sofisticada en algunos sectores, pero es el momento de diversificar y generar mayor beneficio.
La evidente atracción de inversión extranjera directa (IED), requiere de nuestro país mayor confianza y seguridad jurídica, desafíos que siguen vigentes y que se vuelven objetivos inmediatos a nivel político, porque la IED trae consigo capital, tecnología y experiencia que pueden estimular el desarrollo económico de México. Las empresas pueden invertir en infraestructura, investigación y desarrollo, capacitación y otros aspectos que impulsan el crecimiento económico a largo plazo. Así también se fomenta el desarrollo de cadenas de suministro y clusters empresariales, porque las empresas establecidas atraen a proveedores y socios comerciales relacionados, creando un ecosistema empresarial más completo y competitivo. Esto puede generar efectos multiplicadores en la economía local, con beneficios en términos de empleo, inversiones adicionales y desarrollo de capacidades en toda la cadena de valor.
A nuestro país le urge una política económica bien diseñada y ejecutada, para contribuir a la estabilidad económica, a mantener la inflación bajo control, promover un crecimiento económico sostenible, crear valor por el dinero público, reducir la volatilidad en los mercados financieros y mitigar los impactos negativos de las crisis económicas. La estabilidad económica proporciona un entorno propicio para la inversión, el empleo y el desarrollo económico a largo plazo.
El nearshoring es un impulsor de los sectores estratégicos. Al atraer empresas internacionales, se pueden desarrollar y fortalecer sectores clave que tienen ventajas competitivas y potencial de crecimiento, como ha sucedido en el sector automotriz como ejemplo. Esto puede incluir industrias como la tecnología de la información, la manufactura avanzada, la investigación y desarrollo, entre otros, que impulsan la innovación y el crecimiento económico sostenible.
Tanto la contratación pública como el nearshoring son elementos fundamentales en la economía actual. La contratación pública estimula el crecimiento económico y la competencia, mientras que el nearshoring permite a las empresas aprovechar las ventajas de la proximidad geográfica y cultural. Combinados, estos enfoques pueden generar un impacto positivo en los sectores público y privado, promoviendo el desarrollo económico sostenible y la creación de empleo. Es esencial que los gobiernos y las empresas comprendan la importancia de estos conceptos y los utilicen de manera estratégica para impulsar sus objetivos a largo plazo, por ello, la política económica e industrial de México es fundamental, pero nada de esto sucederá en su potencial, si seguimos hundidos en la corrupción, debilidad en el estado de derecho y alta impunidad.
Hay oportunidades que no regresan.
[1] Secretaría de Economía, 2023, “ Comercio exterior, países con Acuerdos y Tratados firmados con México”, consultar en la web: Comercio Exterior, Países con Tratados y Acuerdos firmados con México | Secretaría de Economía | Gobierno | gob.mx (www.gob.mx).
[2] Comisión Económica para América Latina y el Caribe, 2023, “El mercado público y los acuerdos comerciales, un análisis económico”, consultar la web: https://repositorio.cepal.org/handle/11362/4405#:~:text=Resumen,comercial%20para%20todos%20los%20participantes.