Como antecedente de esta conmemoración, el 25 de noviembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en el año 2000, el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
El objetivo principal consiste en sensibilizar a toda la sociedad respecto de la violencia que ejercen contra las mujeres, toda vez que, a lo largo de estos años, hemos sido testigos de las diversas manifestaciones de la desigualdad estructural entre mujeres y hombres, es por ello que debemos fomentar la conciencia sobre la gravedad de este delito que se comete en todo el mundo.
Es importante mencionar que, las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como «todo acto de violencia de género que resulte, o pueda tener como resultado un daño físico, sexual o psicológico para la mujer, inclusive las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada».
Ahora bien, desafortunadamente la violencia contra las mujeres y niñas vulnera el derecho fundamental a la vida, a la libertad, a la integridad física y moral, a la igualdad y a la dignidad de las mujeres, así como a los derechos de la infancia.
De acuerdo a una estadística de la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, señala que:
“…1 de cada 3 mujeres y niñas de 15 a 49 años informan violencia de pareja, física y/o sexual o violencia sexual por cualquier agresor en algún momento de su vida.
25% de las mujeres y niñas en las Américas han reportado violencia de pareja, física y/o sexual en algún momento de su vida.
12% mujeres y niñas mayores de 15 años en las Américas han reportado violencia sexual por parte de una persona fuera de la pareja”.
Derivado de la estadística antes mencionada, considero que la violencia contra las mujeres y las niñas se ha convertido en un grave problema de salud pública cuya raíz proviene de la desigualdad de género y, además, se ha convertido en una grave violación de los derechos humanos que afecta la vida y la salud de millones de mujeres y niñas en todo el mundo.
Es por ello que, la prevención de la violencia requiere de acciones encaminadas a que los diferentes sectores del gobierno y la sociedad civil, puedan tener la mayor información para recabar mejores evidencias y que se encuentren disponibles sobre lo que funciona para prevenir la violencia contra todas las mujeres y niñas.
Actualmente, México es considerado por la Organización de las Naciones Unidas como uno de los países que requiere realizar esfuerzos intensos para lograr la igualdad de género, en el marco de los derechos humanos.
Es urgente que la sociedad siga trabajando en erradicar la desigualdad, ya que, sin duda, es posible prevenir e incluso, de abatirse a través de instituciones nacionales portadoras de proyectos inteligentes y coherentes.
Este día, nos debe llevar a la reflexión respecto de los estigmas que se han generado a través de la figura de la mujer, e impulsar acciones que contribuyan a un trato igualitario con respecto al hombre.
Se trata de evitar que las oportunidades que existen para las mujeres de lograr su igualdad jurídica, social, política y económica en la sociedad se ven limitadas, entre otras cosas, por una violencia continua y endémica.
“Para que las mujeres denuncien se necesita en primer lugar una enorme resiliencia para revivir la agresión, ciertos conocimientos para saber adónde acudir y un determinado nivel de confianza en la respuesta de los servicios de ayuda, si es que existen. En muchos países, las mujeres saben que, si denuncian una agresión sexual, es muchísimo más probable que las culpen a que las crean y tienen que lidiar con un injustificado sentimiento de vergüenza”.
Phumzile Mlambo-Ngcuka. Directora Ejecutiva de ONU Mujeres 2019.
