A nivel internacional hay esfuerzos para generar el derecho a la desconexión. En México, en febrero de 2020 se presentó una iniciativa de reforma al artículo 69 bis de la Ley Federal del Trabajo. El razonamiento es sencillo, yo tengo en el mundo un horario de trabajo modalidad home office, después de este puedo desconectarme. Cabe destacar que no es lo mismo el tema de la desconexión digital con pandemia que sin pandemia porque no es lo mismo regular este derecho en una situación excepcional como una emergencia sanitaria a un contexto que vamos a regular con nuestras actividades cotidianas sin pandemia. Esto dio pie a cambios dentro de las organizaciones con respecto a la infraestructura y la digitalización de las empresas.
A nivel de normatividad la regulación obliga a las empresas a monitorear el nivel sicosocial de sus colaboradores, tenemos la parte legal, pero debemos enfocarnos también en la parte empresarial, en la parte humana, ¿qué hacemos como líderes de una organización, de un equipo legal, de un despacho? A final de cuentas no somos diferentes a otras empresas para procurar que nuestra gente no trabaje todo el día, se estrese y padezca burnout. México es uno de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que más horas trabaja y menos productivos es, además de que presenta altos porcentajes de burnout. De acuerdo con un estudio publicado en Estados Unidos, la profesión de abogado es una de las de que presenta mayores índices de depresión; en España hay otro estudio donde dice que los abogados sufren altos grados de estrés. La pandemia nos enseñó la autogestión porque de estar en un ambiente supervisado, ahora nos enfrentamos a un ambiente en donde tengo que aprender a balancear lo laboral con lo familiar, lo personal y lo social.
El problema de la desconexión digital
La pandemia solo aceleró lo que estaba sucediendo, estábamos acostumbrados a trabajar en una oficina y de repente trabajamos en casa. En ningún momento de la historia nuestras vidas personal y laboral se desarrollaron en el mismo ambiente como ahora, y no solo en el mismo ambiente, sino en el mismo sitio, en las pantallas de computadora, celular, tabletas, etc. Desde 2009 ya había un problema en este sentido y con la pandemia se exacerba. Con la pandemia pasamos a estar 12 horas al día en la pantalla porque nuestra manera de relacionarnos se convierte únicamente en digital y si bien trae demasiados beneficios, también lo es que es un arma de doble filo que ejemplifico con una frase de Sófocles: “No hay ningún cambio que no venga acompañado del caos”.
Vivimos uno de los cambios más importantes de la humanidad: la transformación digital, lo que trae arrastrando problemáticas y cambios sistémicos.
Dentro de mi trabajo de consultoría empecé a destapar una serie de problemas en los ambientes laborales, llegué a cumplir jornadas de trabajo de 16 a 20 horas, lo cual derivó en un periodo de cuatro meses de burnout. En ese momento pensé que no podíamos privarnos de nuestra vida personal a esta magnitud, sumado al crecimiento latente de las redes sociales. Llegué al punto de pensar quién era yo fuera de la computadora y del celular en los que trabajaba, prácticamente vivía sin vida social, mis actividades cotidianas eran trabajar y dormir, y mi vida social ocurría dentro del celular. Incluso durante una etapa de tres meses no salí de un hotel porque estaba consultando para una cadena hotelera dentro de un hotel. Viví el proceso al cual nos enfrentamos todos en donde tu único canal de comunicación con el mundo es el celular, lo que me trajo consecuencias fuertes a la salud como insomnio, ansiedad, depresión. Por estas razones decidí fundar Introspecta, con el fin de tratar de trabajar en la otra cara de la moneda para mejorar el ambiente laboral y la tendencia constante de estar conectados.
El crecimiento exponencial y la fuerte adaptación
La humanidad constantemente está reformándose, por ejemplo, las etapas del Renacimiento, la Revolución Industrial, la era de la información y la que yo llamo la era de la desinformación, según Clifort Stone: “Los datos no son información, la información no es conocimiento”, estamos en una era en la que el exceso de información nos produce desinformación, un cambio sistémico en cómo trabajamos. De acuerdo con la Ley de Moore cada dos años se duplica la capacidad de los transistores, es decir, cada dos años duplicamos la capacidad de procesamiento, lo que se traduce que hoy día, comparado con 1937, cuando surge la primera computadora, nuestra capacidad de procesamiento se ha elevado en un cuatrillón de veces, es una locura lo que hemos crecido. Dentro de las etapas históricas siempre se prescinde de algo, por ejemplo, la Revolución Industrial prescindió a los productores manuales, la edad moderna prescindió de la industria del carbón, la era de la información prescindió de una parte de los obreros, la era de la desinformación está afectando negativamente y de manera directa al hombre, a nuestra salud porque toda nuestra vida se empieza a convertir a partir de una pantalla, nunca habíamos llevado a cabo todas nuestras actividades dentro del mismo espacio.
Anteriormente, íbamos a la oficina, posiblemente ni siquiera trabajábamos frente a una pantalla, terminaba nuestro horario de trabajo, volvíamos a casa, teníamos nuestras relaciones que eran uno a uno, salíamos a caminar, teníamos un constante cambio de ambiente. Nunca habíamos estado en un ambiente controlado, estable y cerrado durante tanto tiempo, y eso trae repercusiones físicas y emocionales, y nunca habíamos estado tan bombardeados de información y de pantallas. Un estudio de Rotterdam demostró que una persona de 1920 cambiaba de panorama entre 20 y 50 veces al día, es decir, cambiaba de imágenes hasta 50 veces; hoy en día cambiamos de imágenes más de mil veces al día, por lo que el cerebro se satura de manera sobrenatural.
Cambios físicos, emocionales y sistémicos
Nos enfrentamos a un problema multifactorial con una profundidad mucho mayor de lo que imaginamos. La parte física es la parte más visible de los cambios a los cuales nos hemos sometido. Los primeros síntomas físicos que empezamos a manifestar, a partir de 2009 con el auge de las redes sociales, son: degeneración macular, fatiga ocular, interrupción del sueño, dolores de cabeza, fatiga, síndrome nervioso cubital, tendinitis del pulgar, dermatitis de calentadores, disminución de presión sanguínea, síndrome del túnel carpiano y deformación osteomuscular. De acuerdo con los especialistas, se espera que en los próximos 20 años se desarrollen otro tipo de malestares.
La degeneración macular es la causa de ceguera en adultos mayores, se produce por la luz azul, una frecuencia de onda de luz que daña nuestro nervio óptico produciendo degeneración macular e intervención del sueño porque nuestro cerebro cree que estamos despiertos, al ver las pantallas en la noche, para lo cual podemos utilizar unos lentes de luz azul. La fatiga ocular ocurre cuando se nos empiezan a cansar los ojos, es decir, hacemos demasiadas focalizaciones por segundo, pantalla-teclado, y el ojo se fatiga. Por otra parte, la deformación osteomuscular se manifiesta con una deformación en nuestro dedo meñique por el constante uso del celular, si añadimos esta situación a la cantidad de veces que flexionamos la muñeca para agarrar el celular, nos damos cuenta de que nuestra muñeca está un poco volteada hacia dentro. El síndrome del túnel carpiano se manifiesta por una presión excesiva en el nervio mediano que se encuentra en la muñeca por tener las manos tanto tiempo en el teclado.
En la parte emocional tenemos la consulta adictiva a los mensajes, nomofobia, ansiedad, depresión, aislamiento social, sobrepeso, pérdida de memoria, vértigo y fatiga, entre otros. La nomofobia es el miedo irracional a estar sin el celular, estamos poco tiempo sin nuestro celular y nos empieza a dar ansiedad, lo revisamos constantemente. Los especialistas en Estados Unidos se han dado cuenta que los casos de ansiedad y hospitalización han aumentado entre 60 % y 80 % en las generaciones milenial y Z; mientras que la depresión ha aumentado en 150 % y los suicidios en 200 % como exceso de conexión. La correlación es clara, la explosión de Facebook se da en 2009 y se da una correlación directa de 0.97 que es de las más altas, cuando la correlación es arriba de 0.9 quiere decir que un caso está relacionado a otro. El momento del despegue de las redes sociales se vincula directamente con el despegue de la depresión y la ansiedad.
Las redes sociales son el vínculo primordial para que nosotros estemos conectados todo el día, si antes ya estábamos conectados a través del trabajo, ahora lo estamos en nuestra vida diaria, lo que representa un choque fuerte porque empezamos a conocer solo una forma de relacionarnos y es a través del celular. Otros estudios indican que las personas menores de 25 años tienen 50 % menos citas que las personas de su misma edad hace 25 años. Los jóvenes actuales tienen la mitad de encuentros presenciales que lo que tuvimos nosotros.
Para ahondar en la parte sistémica recomiendo ver el documental The Social Dilemma. En este caso tenemos el estilo de vida sedentario, culto a la inmediatez, baja comunicación, capitalismo de vigilancia, polarización, problemática social, privacidad, manipulación y saturación cognitiva. Con el estilo de vida sedentario nos dejamos de mover. También dejamos de lado las habilidades de comunicación, lo que empieza a repercutir en las empresas y en cómo nos desarrollamos en el ámbito laboral. Si estamos acostumbrados a la inmediatez quiere decir que no tenemos la habilidad de resiliencia, no somos capaces de percibir frustración, nos topamos con la brecha de los baby boomers y los milenial, quienes se frustran si en el primer año no ascienden a un puesto importante. Estamos acostumbrados a comunicarnos por teléfono, ya no tenemos la madurez emocional para resolver cara a cara problemas laborales. Con el capitalismo de vigilancia, la polarización y la problemática social hablamos de algoritmos que nos hacen ver lo que queremos ver y a vivir a través de lo digital. Otra parte importante se centra en la frase “si el producto es gratis, tú eres el producto”, en realidad las redes sociales no son una herramienta, entre más tiempo estemos en ellas, mejor les va a las redes sociales, más bien nosotros somos el producto, de esta manera dejamos de enfocarnos en nuestra privacidad. Antes, la vida social nos permitía alejarnos un poco, ahora estamos todos en el mismo ambiente.
Un aspecto relevante es la saturación cognitiva, de acuerdo con el Colegio Médico de México la saturación cognitiva sucede cuando una persona recibe una saturación de datos, contrae distracciones causadas por información no necesaria y su capacidad de integrar información nueva y necesaria se ve limitada. En el trabajo utilizamos dos tipos de memoria, la memoria de largo plazo, que es la que almacenamos en la cabeza, y la de trabajo, la que te hace recordar tareas cotidianas, esta memoria es ilimitada siempre y cuando esté relacionada a la memoria de largo plazo porque ya está almacenada. Sin embargo, esta memoria es limitada cuando se trata de factores externos, cuando se trata de adquirir nuevo conocimiento porque ese nuevo conocimiento requiere de cierta carga cognitiva, de cierta habilidad metal, tiempo, estudio, etc., para volverse memoria a largo plazo. Es decir, la carga cognitiva es la cantidad de esfuerzo que necesita una actividad y cuando logramos convertir información nueva a través de la carga cognitiva en memoria de largo plazo, nuestra memoria de trabajo se vuelve ilimitada. Para convertir información nueva necesitamos de una carga cognitiva que también es limitada porque es tiempo, porque es nuestra capacidad de memoria y varios factores más. Cuando esa carga cognitiva se ve saturada por otra externa, tenemos problemas porque esta última nos bombardea con exceso de información y nuestra carga cognitiva se satura, se vuelve una saturación cognitiva y recordar y convertir cosas de memoria a largo plazo cada vez se vuelve más complejo.
Antes nos llegaba información en nuestro trabajo, aprendías la información, la convertías a largo plazo, ahora recibimos miles de artículos, de los cuales la mitad son falsos, y de los restantes la mitad son de fuentes no fidedignas, es decir, recibimos tanta información que la carga cognitiva externa satura nuestra capacidad de convertir la información en memoria de largo plazo, y es aquí donde tenemos otro problema empresarial fuerte, no somos capaces de discernir la cantidad de información que nos está llegando para convertirla en conocimiento y poder aplicarla al trabajo.
Espacios de desconexión
Algunos autores refieren que el ser humano va a evolucionar, vamos a evolucionar nuestro cuerpo para adaptarnos a estos cambios. Personalmente no creo que suceda, porque nunca habíamos estado frente a un cambio tan veloz en la manera de hacer las cosas. Nos tomó millones de años llegar a donde estamos, el proceso de evolución es lento, lo que evoluciona rápido es la mente, mentalmente nos vamos a adaptar, físicamente no nos vamos a adaptar y necesitamos crear iniciativas para que esto sea considerado un riesgo laboral. ¿Qué puede ocurrir si en unas décadas las próximas generaciones tienen síntomas de degeneración macular? Al respecto hay iniciativas en México como la NOM 35 que considera estas situaciones un problema.
¿Qué puedo hacer como individuo? Podemos acercarnos más a la naturaleza, algo cotidiano como salir al parque a caminar y alejarte del celular. También sirve hacer ejercicio, aislarte para dedicar tiempo a tu persona, además de establecer métodos de trabajo que nos ayudan a la concentración, uno de ellos es el método Pomodoro que sugiere trabajar 25 minutos y descansar 5 para no saturar la banda cognitiva. La meditación es otro método efectivo, incluso tomar vacaciones de calidad, o el detox de redes sociales, puedes limitar el uso del celular o las notificaciones a través de tu dispositivo. Para mucha gente que trabaja de home office, trabajar en casa es trabajar de más porque tienen que atender asuntos laborales fuera de su hora de trabajo como contestar mails porque el espacio de trabajo es el mismo.
¿Cómo lo solucionan las empresas?
En ocasiones hay trabajo urgente, pero esa situación es la excepción y no la regla. Uno de los pilares más importantes es que los acuerdos que generamos entre colaboradores y patrón deben ser respetados, la palabra respetar genera un cambio positivo en cómo nos relacionamos con los colaboradores.
Otra manera de mejorar el ambiente laboral es promover el ejercicio a través del gamification que es importantísimo para la desconexión y para la salud personal, si uno está bien con uno mismo, también lo está para el equipo. El 90 % de los problemas con los compañeros de trabajo no es con los demás, sino con uno mismo, y cuando se resuelven los problemas internos del individuo, los problemas sistémicos de la empresa grupales también se resuelven. Todas estas propuestas se pueden aplicar en los colaboradores de la empresa, promover el ejercicio a través del gamification, premiar a la gente que va al gimnasio, promover sistemas de trabajo como el método Pomodoro, la mente está cada vez más acostumbrada a no concentrarse por periodos largos.
También sirve generar espacios de diálogo regenerativo que consiste en generar un espacio entre los colaboradores para platicar cómo estamos, los espacios de diálogo nos permiten sanar varias cosas. Generar vínculos a través del diálogo cambia la manera en la que nos relacionamos, porque los vínculos empáticos nos permiten preocuparnos por el de al lado. Muchas veces no nos interesa saber la vida personal de nuestro compañero porque en realidad no queremos vincularnos con su trabajo, cuando tú sabes la vida de tu compañero, no vas a dejar que a las cinco de la tarde la pasen horrible porque no terminaron su trabajo, sino que te comprometes a ayudarles. Muchas veces lo más fácil es no involucrarte en la vida de tu compañero porque significa ayudarle. El trabajo reside en migrar de una pantalla a una persona, empezar a vernos, tan sencillo como fomentar en el ámbito laboral a ser humanos y generar espacios de diálogo. Las principales iniciativas se están llevando a cabo actualmente en Japón, junto con el Dr. Quin Li, el Presencing Institute de Estados Unidos, la Asociación Japonesa de Medicina de Bosque, entre otros. Por ejemplo, en Japón ya es una norma salir a pasear al bosque, todas las empresas deben salir al bosque dos horas, por razones tan sencillas como que el bosque produce una bacteria que se llama vaccae que está relacionada directamente con el bienestar, baja la presión arterial, aumenta la cantidad de células NK que son los glóbulos blancos que nos ayudan a combatir el cáncer y son precursoras de la serotonina, la dopamina y la oxitocina, el amor, el placer y el dormir. En el bosque también encontramos las fitoncidas y los terpenos, estos tres elementos combinados producen cambios impresionantes en las personas. Por esto debemos exhortar a la gente a hacer ejercicio, a salir al bosque, soltar el celular e ir al bosque a caminar, incluso de vacaciones, el bosque es una medicina preventiva que nos permite combatir la depresión por la oxitocina y la dopamina, nos ayuda a ser más felices, y los más interesante es que solo debe ser una vez al mes. Los estudios demuestran que el aumento de dopamina, oxitocina, de células NK tienen una duración de un mes.
Entrevista con Sebastián Penalva Orozco, socio fundador de Instrospecta, Consultora Humana, dirigida por Janet Huerta y Nuhad Ponce para Abogado Digital.
Sebastián Penalva Orozco, socio fundador de Instrospecta,