Manuel Alcántara Sáez, Mariana Sendra y Juan Vicente Bachiller. Tecnos, 2020.
Entre 2017 y 2019 la política en América latina ha seguido estando canalizada por comicios a través de los cuales la ciudadanía ha elegido o ha ratificado a sus gobernantes. Se trata de un ejercicio que, además de validar el componente electoral de la democracia, se ha convertido en una práctica habitual en la región como nunca en su historia. 15 países han hecho rutina de procedimientos que hace apenas tres décadas eran infrecuentes. No obstante, un escenario de democracia fatigada se ha extendido a lo largo de una región heterogénea en la que a los signos del malestar que impera en las sociedades se une la crisis que afecta a las instituciones representativas. Esta situación de la democracia puede ser una etapa transitoria de duración imprecisa o, por el contrario, es posible que sea la antesala de una nueva forma de hacer política en connivencia con el fortalecimiento del capitalismo y en un contexto social (e individual) muy diferente al vivido hasta ahora.