“Uno de los principales desafíos para Sheinbaum será la crisis de seguridad que afecta al país, particularmente la violencia relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado. Desde su experiencia como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se espera que aplique estrategias de seguridad que combinen enfoques preventivos y reactivos.”
El nuevo gobierno mexicano, bajo el liderazgo de Claudia Sheinbaum, enfrenta una serie de retos complejos y multifacéticos que abarcan desde la seguridad pública y la desigualdad económica hasta la lucha contra la corrupción y el cambio climático. Cada uno de estos desafíos requiere un enfoque innovador, sustentado en políticas públicas robustas y una ejecución eficaz. La expectativa es máxima por ser la primera mujer en ocupar la presidencia de México. ¿Podrá con el reto que se le presenta?
Uno de los principales desafíos para Sheinbaum será la crisis de seguridad que afecta al país, particularmente la violencia relacionada con el narcotráfico y el crimen organizado. Desde su experiencia como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se espera que aplique estrategias de seguridad que combinen enfoques preventivos y reactivos. Sheinbaum ha mostrado una inclinación hacia fortalecer la presencia policial con capacitación y mejoras en los sistemas de inteligencia, lo que podría replicarse a nivel nacional. Además, la problemática de los feminicidios sigue siendo crítica, y su gobierno deberá implementar políticas de género más inclusivas, con programas de protección y apoyo para las víctimas de violencia.
Por otra parte, México es un país con profundas desigualdades económicas, y el gobierno de Sheinbaum tendrá que lidiar con el reto de reducir la brecha entre ricos y pobres. Las políticas sociales que beneficien a los sectores más vulnerables podrían estar en el centro de su agenda, como lo estuvieron durante su gestión en la Ciudad de México. La reactivación económica postcovid también sigue siendo un tema importante, y es posible que el nuevo gobierno busque promover el empleo formal y el acceso al financiamiento para pequeñas y medianas empresas (PyMEs) como motor de crecimiento económico. Para ello, es probable que impulse una política fiscal más progresiva, junto con estrategias para atraer inversión extranjera y fortalecer el mercado interno.
El lastre cultural de la corrupción es un mal endémico en México, y aunque ha habido avances en su combate en los últimos años, queda mucho por hacer. Claudia Sheinbaum se ha comprometido a fortalecer la rendición de cuentas y la transparencia, continuando con las políticas anticorrupción que han sido un sello distintivo del gobierno de la Cuarta Transformación. Se espera que priorice la reforma de las instituciones judiciales para asegurar un sistema de justicia más eficiente y menos vulnerable a la manipulación política. La consolidación de la Fiscalía General de la República como una entidad verdaderamente autónoma será clave para garantizar la aplicación imparcial de la ley.
Otro gran reto será lograr equilibrar los poderes del Estado, especialmente el Ejecutivo y el Judicial en el marco de tensiones que a fechas recientes han sido públicas, todo ello en el marco de las recientes reformas constitucionales profundas. Su liderazgo será crucial para establecer un diálogo productivo con el Congreso y garantizar que cualquier cambio sea percibido como legítimo y necesario por la ciudadanía. La consolidación del bloque de constitucionalidad y el fortalecimiento del control de convencionalidad en México serán áreas prioritarias en su agenda de adecuaciones.
“Su liderazgo será crucial para establecer un diálogo productivo con el Congreso y garantizar que cualquier cambio sea percibido como legítimo y necesario por la ciudadanía. La consolidación del bloque de constitucionalidad y el fortalecimiento del control de convencionalidad en México serán áreas prioritarias en su agenda de adecuaciones.”
Es imposible dejar de tener presente que la primera presidenta de México tiene una formación académica en ingeniería ambiental, y que ha demostrado un compromiso firme con las políticas de sostenibilidad. Bajo su liderazgo, se espera que México asuma un rol más proactivo en la lucha contra el cambio climático, con un enfoque en la transición hacia energías limpias. En la Ciudad de México su gobierno promovió la adopción de tecnologías limpias y la reducción de emisiones de carbono, lo cual podría replicarse a nivel nacional. Además, la gestión del agua será un tema clave, especialmente ante la creciente escasez en diversas regiones del país. Sheinbaum deberá trabajar en proyectos de infraestructura hídrica y políticas de uso eficiente del agua que beneficien tanto a las áreas urbanas como rurales.
Otro tema trascendental será el fortalecimiento del sistema de salud. La pandemia de covid-19 y la atención médica social posterior a ella puso en tensión a todos los sistemas de salud del mundo y en México no fue la excepción, y se espera que Sheinbaum continúe con las reformas necesarias para mejorar la cobertura y calidad de tales servicios. La atención primaria y la prevención de enfermedades crónicas, como la diabetes y la hipertensión, serán esenciales para garantizar el bienestar de la población. Además, el acceso a la salud mental y la atención especializada para poblaciones vulnerables, como las personas mayores y los enfermos crónicos, deberá ser una prioridad.
En meses anteriores mencionamos la trascendencia de quien será la nueva presidenta o el nuevo presidente de Estados Unidos, de ahí partirá la estrategia para replantear la relación estratégica con Estados Unidos, especialmente en temas de comercio, migración y seguridad fronteriza. El liderazgo de Sheinbaum será clave para continuar las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), y fortalecer la relación diplomática con la administración estadounidense. Además, la situación migratoria en la frontera sur de México requerirá una política más humanitaria que equilibre las exigencias internacionales con los derechos humanos de los migrantes.
Sheinbaum ha señalado que la educación es un eje prioritario de su gobierno. Mejorar la calidad educativa y garantizar el acceso equitativo a todos los niveles de enseñanza será crucial para enfrentar las desigualdades sociales. Se espera que su gobierno invierta en la formación de competencias digitales y tecnológicas, preparando a la juventud para los desafíos del siglo XXI. También deberá abordar el desempleo juvenil y crear programas que fomenten el emprendimiento y el empleo formal.
“Se espera que su gobierno invierta en la formación de competencias digitales y tecnológicas, preparando a la juventud para los desafíos del siglo XXI. También deberá abordar el desempleo juvenil y crear programas que fomenten el emprendimiento y el empleo formal.”
La nueva presidenta de México también ha sido defensora de los derechos de las minorías, se espera que su gobierno continúe con una agenda de inclusión y equidad. En particular, deberá trabajar para garantizar los derechos de las comunidades indígenas conforme a los principios de la más reciente reforma en la materia, así como de la población LGBTQ+, asegurando su acceso a servicios básicos y protegiendo sus derechos frente a cualquier forma de discriminación.
El reto es enorme. Además, dará continuidad a uno de los presidentes más populares de la historia de México, si no el que más, lo que pone la vara bastante alta para su gestión. El gobierno de Claudia Sheinbaum enfrenta una agenda compleja, pero su experiencia y compromiso con la justicia social y el desarrollo sostenible ofrecen una base sólida para abordar los principales retos del país. La combinación de políticas de inclusión, adecuadas a las reformas institucionales y sostenibilidad ambiental serán claves para su éxito. A medida que avance su mandato, será fundamental su capacidad para generar consenso y ejecutar de manera eficiente las acciones exitosas que todos los mexicanos esperamos logre refrendar y mejorar. Que así sea.