Capacitación de Policía en México puede evitar que incurra en el delito de abuso de autoridad

«Los abusos, aun en el estado más sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan.” Joseph Sanial-Dubay

En México, siempre ha sido importante que se cumpla en todo momento con la capacitación de manera profesional a la policía en todos sus niveles, federal, estatal y municipal, con la finalidad de que su actuación sea científica y moderna para ejercer funciones preventivas e intervenir como primer respondiente en la investigación de los delitos que atentan contra los intereses jurídicos de la sociedad.

A la policía la concibo como una institución organizada por el Estado, para la defensa del orden y la seguridad, sin embargo, para mejor proveer, es importante acotar la definición de James T. Young, citado por Guillermo Colín Sánchez en Derecho Mexicano de Procedimientos Penales, 11ª. ed., México, Porrúa, 1989, p. 180, la cual señala que la policía es: «la autoridad del Estado para salvaguardar la salud, la comodidad, la seguridad y bienestar de su pueblo, agregando que es una autoridad para regular y proteger».

Ahora bien, en lo que respecta a la capacitación, puedo decir que es el conjunto de actividades didácticas, orientadas a ampliar los conocimientos, habilidades y aptitudes de cualquier persona.

Además, la capacitación permite tener un mejor desempeño en sus actividades presentes y futuras, ya que emplea técnicas especializadas y planificadas para obtener los conocimientos y habilidades necesarias para incrementar su eficacia en el logro de los objetivos previstos.

De esta manera, puedo aducir que la capacitación no se debe de ver como un gasto, ya que la verdadera capacitación siempre es la mejor inversión que se puede hacer en cualquier ámbito.

Dicho lo anterior, es importante que cualquier persona que quiera formar parte de las diferentes corporaciones policiales, primeramente se debe someter al proceso de reclutamiento y selección para su ingreso, posteriormente deberá de realizar los exámenes de control de confianza, ya que este proceso de evaluación fortalece la credibilidad, eficacia y operatividad en las instituciones de seguridad, de conformidad con la normatividad, procedimientos, objetivos y funciones aplicables en cada institución.

Las evaluaciones a las que hago mención, consisten en la aplicación de diversos exámenes como son: el polígrafo, conocido también como el detector de mentiras, el socioeconómico, psicológico, psicométrico, médico, toxicológico, de voz, huellas y visita domiciliaria. De esta manera y una vez que ya haya ingresado a la corporación, deberá de cumplir con una capacitación acorde y apegada a los programas de profesionalización por competencias.

Pero no solamente el personal de nuevo ingreso deberá de capacitarse, todo el personal en activo tiene que participar en cualquier tipo de capacitación profesional con la finalidad de que, en sus labores diarias, logre mejores resultados.

La constante capacitación que debe de tener la policía, también se debe regir por el Servicio Profesional de Carrera Policial, bajo un esquema de procesos de reclutamiento, selección, capacitación profesional y científica.

La Policía podrá contar con la herramienta necesaria para llevar a cabo tareas de prevención e investigación con una adecuada técnica-científica para combatir la delincuencia de una manera mucho más eficiente.

Quiero dejar muy en claro que la importancia de contar con una policía debidamente capacitada evitará que incurran en el uso indebido de sus facultades al momento de cumplir con su deber y no se pueda revertir su actuación con una conducta que encuadre en el tipo penal del delito de abuso de autoridad, ya que el Código Penal para el Distrito Federal, dice en su artículo 262, que: “Se le impondrán de uno a seis años de prisión y de cien a quinientos días multa al que en ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas: I. Ejerza violencia a una persona sin causa legítima, la vejare o la insultare; o II. Use ilegalmente la fuerza pública”.

Derivado de este precepto, el abuso de autoridad lo considero como el uso de un poder otorgado a una persona que ocupa un cargo público y lo ejerce sobre una persona física sin que pueda tener la posibilidad de realizar un dialogo previo ante la imposición de una medida correctiva o disciplinaria, por ejemplo, cuando un policía detiene a una persona mediante el uso excesivo de la fuerza física y esto le provoca un daño.

El jurista español Mariano Jiménez Huerta, define el abuso de autoridad como: “La conducta consiste en los actos o en el empleo de los medios idóneos con que la persona detenida es sometida a medidas de rigor ilegales, en virtud de las cuales se empeora el estado de restricción de la libertad personal en que legalmente se encuentra”. 

De esta definición puedo comentar que el delito de abuso de autoridad consiste en la exageración o extralimitación que funcionarios públicos hacen de las facultades que les están concedidas para el desempeño de su cargo, por ello la ley sanciona al servidor público que se propase en las atribuciones que la ley le confiere por no actuar de manera adecuada.

Como ejemplo puedo mencionar el caso muy reciente contra un albañil de 30 años que fue detenido por policías municipales de Ixtlahuacán, Jalisco, el cual fue acusado por una falta administrativa y agredir a los oficiales. Es el caso que un día después, el hombre murió supuestamente por agresiones de los agentes policiacos.

Lamentablemente existen muchos casos más que podría mencionar, sin embargo, en este momento considero que es de vital importancia implementar más y mejores acciones que conlleven a que cualquier elemento de la policía realice una buena actuación en el cumplimiento de su deber para no tener casos que lamentar y terminen en la comisión del delito de abuso de autoridad, esto se puede lograr mediante la constante capacitación para ejercer el uso legítimo de la fuerza y no incurrir en el dicha conducta.

 

 

 

 

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