En los últimos meses la violencia no les ha dado tregua a los habitantes de Ciudad Juárez, Chihuahua, ya que se han registrado diversos enfrentamientos entre los grupos criminales y de éstos con las autoridades locales y federales, lo que provoca una enorme tensión entre la sociedad y, tristemente, pérdidas humanas y materiales.
Y por si algo faltara, lamentablemente una vez más el sistema penitenciario se ha manchado de sangre, ya que, en el primer día del año 2023, el Centro de Reinserción Social (CeReSo) número 3 de Ciudad Juárez, Chihuahua, un grupo fuertemente armado ingresó al penal y comenzaron a disparar contra los custodios para poder liberar a algunas personas que se encontraban privadas de la libertad, lo que provocó un motín en el interior y, con ello, una desgracia, ya que, de acuerdo al informe de la Fiscalía General de Chihuahua, fueron 27 personas privadas de la libertad las que se fugaron y 14 perdieron la vida, entre ellos, algunos custodios y otras 10 personas más que resultaron con alguna lesión.
La historia continúa registrando los trágicos sucesos que han manchado al CeReSo No. 3, toda vez que ya suman cinco masacres en los últimos 14 años, las cuales se dice, son derivadas de las disputas entre grupos criminales por el control de la plaza ya que, Ciudad Juárez, es un punto clave para las redes de trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
Como un antecedente a favor del CeReSo estatal No. 3 de Ciudad Juárez, tenemos que fue el último de la entidad en recibir la certificación de la Asociación Americana de Correccionales (ACA), el cual obtuvo dicho reconocimiento en 2014, luego de una remodelación y de haber cumplido con el 100% de los requisitos establecidos por dicha asociación, lo que supondría que la operación mejoraría y, con ello, evitar más tragedias.
Para ahondar un poco más sobre esta masacre, haré un breve recuento de los penosos acontecimientos que anteceden al del pasado domingo 1 de enero del presente año, a saber:
1. En marzo de 2009, se registró el primer baño de sangre, cuando, al final de la visita conyugal, un grupo de personas privadas de la libertad que se dijo pertenecían a la banda de Los Aztecas, brazo armado del Cártel de Juárez, se dirigió al área de máxima seguridad del penal, en donde estaban recluidos integrantes de Los Mexicles y Artistas Asesinos, células fieles en ese entonces al Cártel de Sinaloa.
Con objetos punzocortantes y armas de fuego agredieron a sus rivales, quedando registrado un saldo de 20 personas privadas de la libertad asesinadas y 7 heridas. Éste fue el primer caso de violencia registrado dentro del CeReSo No. 3, que llevaba sólo cuatro años de iniciar su operación.
Para controlar la situación, se necesitaron 100 agentes de la Policía Federal, quienes rociaron gas lacrimógeno a las personas privadas de la libertad que estaban generando los disturbios, además de la asistencia del Ejército Mexicano para detener la refriega.
2. El 25 de Julio de 2011, se suscita una riña entre miembros de los cárteles de Juárez y de Sinaloa por el control de la venta de drogas al interior del centro penitenciario, además de llevarse a cabo un intento de fuga masiva de personas privadas de la libertad, los informes de las autoridades estatales señalan que después de más de seis horas de terror, 17 personas privadas de la libertad fueron asesinados y 150 resultaron lesionados.
3. El 5 de noviembre de 2019, se llevó a cabo un operativo de revisión al interior del reclusorio que fue el detonante para que los grupos criminales infundieran el horror en toda la ciudad por varios días.
Por estos hechos, las autoridades informaron que 10 personas fueron asesinadas, 6 civiles heridos, 15 vehículos incendiados y se registraron al menos 15 ataques en menos de diez horas. Después de cuatro días, el balance fue de 26 muertos y hasta 37 vehículos en llamas, incluidas unidades de transporte público.
4. El 11 de agosto del 2022, quedó marcado como uno de los días más violentos para la ciudad fronteriza, presuntamente en un intento por evitar el traslado de una persona privada de la libertad a un penal federal, lo cual inició con diversas agresiones entre las bandas criminales al interior del CeReSo No. 3, lo cual trajo como resultado la perdida de la vida de 3 personas privadas de la libertad. Posteriormente, una serie de balaceras, incendios provocados y hasta detonaciones de explosivos en la ciudad derivaron en la muerte de 8 ocho personas. El saldo final de aquella sangrienta jornada fue de 11 personas asesinadas y al menos 20 heridas.
Con estos lamentables acontecimientos, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021, emitido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, determina que el Estado de Chihuahua, obtuvo una Calificación de 7.77, por lo que hace al Centro de Reinserción Social Estatal No. 3 de Ciudad Juárez, su calificación es de 6.79, lo cual implica que no se han podido realizar mejores trabajos dentro del penal que nos ocupa.
Cabe resaltar que el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2021, hace referencia que, durante la supervisión se detectó que es importante prestar atención en los siguientes temas:
“…I. ASPECTOS QUE GARANTIZAN LA INTEGRIDAD DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD
• Hacinamiento.
• Insuficiencia de vías para la remisión de quejas de probables violaciones a los
derechos humanos.
• Sobrepoblación.
II. ASPECTOS QUE GARANTIZAN UNA ESTANCIA DIGNA
• Deficientes condiciones materiales e higiene de instalaciones para alojar a las
personas privadas de la libertad.
III. CONDICIONES DE GOBERNABILIDAD
• Insuficiencia de personal de seguridad y custodia.
• Presencia de actividades ilícitas.
IV. REINSERCIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD
• Deficiente integración del expediente técnico-jurídico.
• Deficiente separación entre procesados y sentenciados.
• Insuficiencia o inexistencia de actividades laborales y de capacitación.
V. GRUPOS DE PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD CON NECESIDADES
ESPECÍFICAS
• Insuficiencia en los programas para la prevención de adicciones y desintoxicación
Voluntaria”.
Por otro lado, la Comisión también menciona que se observó una apropiada atención en los siguientes temas:
“…I. ASPECTOS QUE GARANTIZAN LA INTEGRIDAD DE LAS PERSONAS PRIVADAS
DE LA LIBERTAD
- Prevención de violaciones a derechos humanos y de atención en caso de
detección.
- Supervisión del funcionamiento del centro por parte del titular.
II. ASPECTOS QUE GARANTIZAN UNA ESTANCIA DIGNA
- Alimentación.
- Condiciones materiales e higiene de instalaciones del área médica.
- Condiciones materiales e higiene de los talleres y/o áreas deportivas.
III. CONDICIONES DE GOBERNABILIDAD
- Capacitación del personal penitenciario.
- Normatividad que rige al centro (reglamentos, manuales, lineamientos y disposiciones aplicables; su difusión y actualización).
IV. REINSERCIÓN SOCIAL DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD
- Integración y funcionamiento del Comité Técnico.
V. GRUPOS DE PERSONAS PRIVADAS DE LA LIBERTAD CON NECESIDADES ESPECÍFICAS
- Atención a personas indígenas.
- Atención a personas que viven con VIH/SIDA”.
Ante esta situación, es necesario que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, le dé seguimiento muy puntual a todas y cada una de las observaciones realizadas en el Diagnóstico antes mencionado para verificar que las autoridades penitenciarias las atiendan lo antes posible para evitar que se sigan generando toda clase de conductas delictivas dentro del penal, para ello se necesitan servidores públicos honestos que cumplan con los mínimos requisitos del perfil de cada puesto, ya sea directivo, técnico, administrativo, de seguridad y custodia, para que logren que se cumpla con el fin de la pena y del Derecho Penitenciario, la reinserción social de los sentenciados.
Ahora bien, no quiero dejar pasar algo que me parece muy importante resaltar respecto a las conductas violentas que se han suscitado en el CeReSo número 3 de Ciudad Juárez, lo cual , es que en cada motín, riña o fuga se han utilizado armas de fuego, lo que indica corrupción y colusión de algunas autoridades para que dichas armas logren ingresar al interior del penal y con ellas llevar a cabo todas estas malas acciones que producen las lamentables pérdidas de vidas, lesiones a muchas personas, la inestabilidad e ingobernabilidad de dicho penal.
Dicho lo anterior, es de considerarse que no solamente la corrupción es un problema que tienen que resolver las autoridades penitenciarias, hay que lograr que el personal directivo, técnico, administrativo, de seguridad y custodia, sean debidamente capacitados en las diferentes actividades que se realizan durante la operación del centro penitenciario, para enfrentar todos los problemas que existen dentro del mismo, por ejemplo, prevenir y atender las adicciones, la violencia física, psicológica, sexual, la falta de buenos programas de tratamiento progresivo técnico, mejorar los planes educativos, el trabajo, la capacitación, la salud y el deporte, entre otras actividades como medios para lograr la reinserción social del sentenciado, por supuesto todo esto apegado al respeto irrestricto de los derecho humanos como lo marca el artículo 18 constitucional.
CESARE BECCARIA