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Trump vs Google

El posicionamiento en resultados y motores de búsqueda, depende en gran medida de la calidad de información, la forma en que los usuarios interactúan con la misma y la originalidad de ésta; es decir, la calidad del contenido y la forma en que la red lo reproduce. Este posicionamiento orgánico se conoce como Search Engine Optimization (SEO).

Aquellos que generan el contenido de blogs, portales web y páginas de figuras públicas, procuran generar reacciones de forma orgánica sin necesidad de invertir en publicidad (ads), ya que ello garantiza un posicionamiento duradero y confiable.

Bajo esta estructura, no es justo culpar al motor de búsqueda sobre una pésima posición en la lista de resultados, pues el explorador, en muchas de las ocasiones, sólo otorga beneficios bajo algoritmos de seguridad, cómo lo podría ser el certificado SSL.

Con un profano conocimiento de lo anterior, es imprudente señalar que motores de búsqueda como Google, podrían beneficiar cierto contenido en afán de la preferencia de los administradores del portal, ya que éste funciona bajo estrictos protocolos de posicionamiento, salvo el escenario de estrategias de Search Engine Marketing (SEM), en que la publicidad juega el rol más importante a favor del ranking de búsqueda.

En ese tenor, buscar información sobre tu identidad digital y no estar conforme con lo que la web recuerda sobre ti y el orden en que lo prioriza, depende en gran medida del SEO y el SEM que hay detrás de ello; no así, un capricho que designare Google a tu favor o en tu contra.

A pesar de lo anterior, el pasado 28 de agosto, en la cuenta oficial del presidente de los Estados Unidos de América (@realDonaldTrump), éste afirmó que “los resultados de Google para “noticias de Trump” sólo muestran los reportes de fake news”.

En otras palabras, sostiene que Google ha manipulado la información sobre su persona y sus colaboradores, de modo que casi todo lo que existe en la web sobre su gobierno es falso, al menos el 96% del contenido; lo cual considera ilegal.

Arguye que Google suprime las voces conservadoras y esconde la información “buena” sobre su gobierno, eligiendo lo que se ve y lo que no.

Asimismo, el día 29 del mismo mes, publicó un video corto en el cual señala que por años, Google promovió que los usuarios miraran las conferencias y contenido del presidente Obama, en tanto que, a partir de febrero del 2018, esta promoción se detuvo, en perjuicio de la reputación y popularidad del presidente número 45° de los Estados Unidos de América.


Estas acusaciones ocurren a meses de su decisión sobre eliminar la neutralidad de la web, lo que, en una crónica de una muerte anunciada, podría presumir mayor proximidad a emular gobiernos de autocensura como en los países de China y Corea del Norte; dónde Google se encuentra vetado del territorio.

A pesar de que no existe un proceso legal en contra de Google, la presión política del presidente Trump, presume un futuro turbio para el mayor motor de búsqueda de la web.

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