Llegó el esperado cierre del Penal de Topo Chico en Nuevo León, después de 76 años de existencia, este Centro Penitenciario fue inaugurado en 1943 y se ubicó en la periferia del primer cuadro de Monterrey.
De acuerdo a los malos antecedentes que se tienen registrados en dicho Centro Penitenciario, durante su existencia llegó a albergar hasta 6 mil internos, de los cuales algunos pertenecieron o pertenecen a bandas del crimen organizado y debido a la lucha por el poder y control del penal se suscitaron lamentables y numerosos motines, enfrentamientos y protestas, además de que se caracterizó por la enorme corrupción del personal penitenciario -que lamentablemente se encontraba coludido con los internos y jefes de los diferentes cárteles que operaban en diversas partes de la región-.
En la negra historia de este Centro Penitenciario, tenemos algunos sucesos que marcaron la mayor crueldad que se vivió en el interior, por ejemplo:
1.- En el mes de marzo de 1980, algunos internos mataron al Director y a su chofer.
2.- En diciembre del 2010, internos secuestran y cuelgan de un puente a una secuestradora que era trasladada al servicio médico.
3.- En enero del 2011, internos asesinan al llamado Zar de la Piratería.
4.- En febrero del 2011, internos matan al jefe de seguridad del Penal.
5.- En febrero del 2016, internos integrantes de dos bandas rivales se enfrentaron y provocaron la muerte de 49 reclusos y dejaron 12 lesionados.
6.- En junio del 2016, se produce una riña que deja 3 muertos.
7.- En marzo del 2019, se lleva a cabo un motín por el traslado de reos, dejando como resultado un muerto y decenas de heridos.
8.- En julio del 2019, una mujer que visitaba a un interno fue encontrada muerta, la cual supuestamente fue agredida con arma blanca en el área de ambulatorios.
En términos generales, durante los últimos años, el Penal de Topo Chico fue escenario de múltiples riñas y motines que se generan para denunciar la complicidad de las autoridades carcelarias con integrantes del crimen organizado que controlan el penal.
De acuerdo a un informe emitido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el año de 2016, la sobrepoblación, el hacinamiento, el autogobierno y la falta de personal en Topo Chico llevaron a esta trágica situación de riñas y motines que provocaron tantas muertes y lesionados. Además, detectó privilegios con celdas de lujo equipadas con pantallas e incluso baños sauna, diversos objetos y sustancias prohibidas.
En el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018, realizado por la CNDH se puede apreciar que el número de homicidios en las cárceles mexicanas bajó de 108 registrados en 2017 a 31 en 2018, es decir, un 71.3%.
Asimismo, se registraron más de 800 riñas y cuatro motines, y se documentaron 258 abusos, en su mayoría producidos por autoridades del centro.
En 34% de los centros estatales como el del Topo Chico, persiste la sobrepoblación y en 44% el hacinamiento en celdas.
Finalmente, en el 50% de los centros se observaron deficientes condiciones materiales y de higiene del área médica.
Derivado de todos estos acontecimientos, el actual Gobernador y las autoridades penitenciarias de Nuevo León, consideraron que este Centro Penitenciario de Topo Chico ya es inoperante e ineficaz, por lo tanto, se dieron a la tarea de abrir nuevos espacios en los Penales de Apodaca y Cadereyta con ayuda presupuestal de la Federación, con ello se llega al fin de la lamentable y negra historia del Penal que es considerado como uno de los más peligroso del país.
Con estos cambios se pretende combatir la sobrepoblación, la ineficacia en la profesionalización de los servicios penitenciarios, la corrupción, los motines, entre otros problemas que se tenían para dar paso a una nueva etapa en la que se esperan mejores resultados en la ejecución y el fin de la Pena, es decir, la Reinserción Social del Sentenciado, tal y como lo estipula el artículo 18 Constitucional.
Para lograr dicho fin, es necesario que los internos participen en las diferentes actividades que se tienen establecidas como parte de los programas de la reinserción social, sin embargo, no se descarta a los que se rehúsen a formar parte de estos cambios, por ello es muy importante que los encargados del sistema penitenciario sigan trabajando en la profesionalización del personal Directivo, Técnico, Administrativo, de Seguridad y de Custodia, a efecto de terminar con el poder de los líderes que buscan el control del penal.
Según anunciaron autoridades estatales, este sitio se convertirá en un parque y en el Archivo General del Estado, tal y como lo hizo en su momento la cárcel de Lecumberri (el Palacio Negro), en la Ciudad de México, ya que después de tener su negra historia, hoy funciona desde 1976 como Archivo General de la Nación.
“Abrid escuelas y se cerrarán cárceles”
Concepción Arenal Ponte