Alejandro Romero Gudiño. Instituto Nacional de Administración Pública, 2019.
En un país donde la carga fiscal se concentra en pocos, derivado de que la mayoría de la población del país se encuentra en pobreza y pobreza extrema, es decir una notable heterogeneidad, es obligado que el gasto público sea racional, transparente eficaz y oportuno; con miras a recuperar el crecimiento económico, mejorar la distribución del ingreso, apoyar el bienestar de las clases populares y consolidar un Estado con instituciones sólidas. En el caso de la fiscalización, con una Auditoría Superior de la Federación fuerte y eficiente, reforzada su autonomía, contar con auditorías superiores de los estados consolidadas en un frente federalizado, que realmente contribuya a combatir la corrupción y como consecuencia generar mayores riquezas de los que menos tienen por consolidar un país de justicia y equidad en todas sus dimensiones.