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Primer Foro de Compliance Penal, Controlando Riesgos para los Sujetos Jurídicos

En diciembre pasado se llevó a cabo el Primer Foro de Compliance Penal organizado por Foro Jurídico con la finalidad de dar luz a un tema que en poco tiempo se convertirá en un pilar de las empresas privadas y del mismo gobierno: el compliance penal. El evento fue patrocinado por la Asociación Mexicana de Integridad y Compliance (Amexicom) y logró reunir a una audiencia interesada en conocer más a fondo los conceptos clave del compliance penal y su aplicación.

A raíz de la entrada en vigor de la Ley General de Responsabilidades Administrativas en conjunto con el vigente Código Nacional de Procedimientos Penales, se han fijado nuevas obligaciones de vigilancia, prevención, detección y denuncia a las empresas privadas que las sujetan a responsabilidades administrativas y penales. En este tenor, Foro Jurídico y los expertos encuentran la oportunidad idónea para realizar este primer Foro de compliance penal para exponer los beneficios de contar con un sistema de cumplimiento.

Los expertos que conformaron el panel de discusión del Foro fueron: Sergio Martin, Presidente de la Asociación Mexicana de Integridad y Compliance; Miguel Ángel Servín Diago, Director Corporativo de Procura y Abastecimiento de Pemex; José Claudio Treviño, Socio de Servicios de Investigación Forense en KPMG México; Ignacio Cortés Castan, Socio Líder Regional de la Práctica Forense e Integridad en Ernest & Young; el licenciado Carlos Requena, Socio Fundador de Requena Abogados; y el Magistrado Jorge Gamboa Olea, Presidente de la Sala Regional del Segundo Distrito Judicial en el Estado de Morelos.

La encargada de inaugurar el Foro fue la maestra Janet Huerta Estefan, Directora Ejecutiva de Foro Jurídico, quien destacó la importancia de contar con foros de discusión que enriquezcan al gremio e informen a las audiencias. De igual forma, Marco Herrera, Director Editorial de Foro Jurídico, reiteró la relevancia que está cobrando el sistema de compliance en México y agregó que debe dejar de ser una moda para convertirse en parte sustancial de la cultura empresarial.

Ante la pregunta de ¿qué es compliance? y de su desarrollo en México, los expertos coincidieron en que es un concepto reciente en el país pero que cobrará fuerza, por lo que las empresas deberán ajustarse al entorno del mercado externo en donde cada vez es más solicitado un sistema de cumplimiento que minimice riesgos en negocios con terceros.

Al respecto, Sergio Martin señaló que las empresas en México todavía no son muy conscientes de las reformas penales en las que existen 35 delitos que involucran a personas jurídicas: “cuando empecemos a ver sanciones penales en esas personas jurídicas nos vamos a dar cuenta de que [el compliance] es un seguro de vida”; dichas sanciones pueden incluso producir la disolución de la organización.

A consideración de Martin, el compliance representa gran un reto para México, por lo que se debe hacer labor de difusión y convencimiento, hacer comprender que se deben capacitar a profesionistas en esta materia para desarrollar sistemas de cumplimiento integrales al interior de las organizaciones, incluso gubernamentales. En la medida que éstas conozcan los riesgos y los delitos en los que se puede incurrir, se podrán reducir los costos y prevenir las contingencias.

Por su parte, Miguel Ángel Servín explicó la implementación del sistema de cumplimiento en una paraestatal. El Director de Procura y Abastecimiento de Pemex, aseguró que uno de los beneficios de la Reforma Energética es la instauración del compliance en la institución. También comentó que uno de los requisitos que las grandes empresas extranjeras exigen actualmente para poder entablar una relación comercial es la existencia de un sistema de prevención de riesgos y programas anticorrupción, a las que Pemex ha sabido responder, además de que busca que sus proveedores se sumen a estas prácticas.

Servín expuso que la tecnología es una base importante para garantizar que sus proveedores cuenten con un sistema de cumplimiento, sin importar el tamaño de la empresa les exigirán parámetros de cumplimiento, integridad y ética. Compartió que la implementación al interior de Pemex fue un gran esfuerzo con el fin de hacerla más competitiva, eficiente y transparente.

Por su parte, Ignacio Cortés Castan comentó que los riesgos a los que más se enfrentan las compañías en México son: fraude, corrupción, cibercrimen, competencia económica, macroeconomía y entorno político. Lamentó que, incluso a nivel mundial, no hay un valor significativo del compliance en la gestión de riesgos, agregó que en el 41% de empresas, el departamento encargado es la gerencia y el 22% es una responsabilidad individual, el 15% la junta directiva, el 11% recursos humanos y solamente el 9% cuenta con un equipo de compliance.

Cortés asegura que para gestionar riesgos, asesorar e implementar políticas se debe partir de la base del comportamiento de los empleados, la medición de la integridad de las personas involucradas y con base en ello realizar modelos de prevención de delitos, o compliance penal. Compartió su experiencia en España, su país de origen, y narró la transición en el que la ley exigía un modelo de prevención del delito a la figura del oficial de cumplimiento que gobierne ese modelo llevado a cabo con la reforma penal en aquel país.

“Uno de los requisitos que las grandes empresas extranjeras exigen actualmente para poder entablar una relación comercial es la existencia de un sistema de prevención de riesgos y programas anticorrupción, a las que Pemex ha sabido responder, además de que busca que sus proveedores se sumen a estas prácticas: Miguel Ángel Servín.

Explicó que en el país europeo se catalogaron 37 delitos en los que puede incurrir una empresa, a diferencia de México en donde sólo se enfocan en la corrupción privada y pública. De modo que uno de los retos de las empresas mexicanas es la creación de catálogos de delitos y sus especificaciones. Entre los países con más avances en la materia en el compliance mencionó a Chile, Perú, España e Italia. Hizo énfasis en la necesidad de verificar la efectividad de los programas de prevención, no sólo en su creación, lo fundamental es la voluntad de la empresa y de sus dirigentes para basar su reputación en la ética y la integridad.

Para Claudio Treviño el empresariado mexicano es aún reticente por ser un tema cultural en el que debe haber convencimiento y proactividad. Compartió  su experiencia como asesor en la que se ha dado cuenta que las organizaciones actúan de manera reactiva, sin embargo, algunas empresas están interesadas en saber cuáles son sus fallas y cómo mejorar sus prácticas, además de que son conscientes en cuanto a que deben llevar a cabo auditorías para construir cultura. La difusión al interior de la organización es relevante para fortalecer los esfuerzos, agregó.

Comentó que a raíz de la promulgación de la Ley General de Responsabilidades Administrativas, los empresarios muestran interés por tener programas de integridad y saber cómo implementarlos eficientemente, aunque reconoció que todavía existe mucha incertidumbre al respecto.

“Existen muchos comportamientos al interior de las organizaciones que se justifican con tal de llegar a la meta, se moralizan comportamientos que deberían ser erradicados pues son verdaderas aberraciones”, por tal razón ellos como asesores urgen que las empresas construyan programas de integridad, comentó Treviño.

Otro factor que resaltó es el entorno de aplicación de la ley, misma que en México es poco consistente. El especialista comentó que en Estados Unidos y Europa las sanciones son muy severas y tangibles, lo que se vuelve un incentivo para construir programas de compliance que les permiten, en caso de ser necesario, demostrar que mitigan riesgos y aminorar o evitar las sanciones penales.

Por su parte, Carlos Requena señaló que en México hay dos tipos de compliance, el de tiempos de paz y el de tiempos de guerra. El primero es donde hay un sistema dogmático, regulador e hipotético. El segundo se da cuando una empresa enfrenta un proceso de investigación que puede decantar en una imputación penal a la persona jurídica. Refirió que lo que busca el empresario es la certeza jurídica, sin embargo, muchas empresas en Latinoamérica quieren generar competitividad en ambientes de corrupción, lo que produce resistencia, ya que se acostumbran a realizar negocios en ambientes corruptos.

En su opinión, debe existir un sistema penal que articule la responsabilidad penal de las personas jurídicas en el que se haga obligatorio para las empresas contar con un sistema de compliance penal, al menos no en la norma dura. No obstante, la norma suave impulsa a tener mejores prácticas, incluyendo un sistema de cumplimiento. Tampoco existe una guía a la que las empresas puedan acercarse para saber cómo formar un equipo de compliance penal.

Consideró que el compliance penal se debe promover como un incentivo real para la excluyente de un delito o un atenuante, por eso “es momento de que el poder ejecutivo se siente con el poder judicial a platicar sobre los famosos lineamientos del Ministerio Público”, pues a pesar de que la reforma penal fue en 2016 todavía no hay un lineamiento que indique a los MP cómo abordar los problemas. Además, declaró que se debe exigir al gobierno un modelo de imputación penal para personas jurídicas o para defenderla.

Con respecto a los comentarios del licenciado Requena, Sergio Martin concordó en que el compliance es un reto para el gobierno, explicó que todas las empresas empezarán a autorregularse, pero el atraso del gobierno no sería efectivo. El presidente de la Asociación Mexicana de Integridad y Compliance, aseguró que para que una empresa mitigue riesgos debe conocerse para enfocar sus esfuerzos y de esta manera poder establecer controles. Reconoció que hace falta la difusión de los beneficios en la instauración del cumplimiento normativo más allá de mitigar riesgos penales, por ejemplo: en el mercado global se da más valor a una empresa que cuenta con un sistema de cumplimiento porque se considera menos riesgosa, lo que la hace más atractiva.

El representante de la Amexicom enfatizó que un sistema de cumplimiento no puede ser sólo de ornato, se debe permear a todos y cada uno de los integrantes de las organizaciones, para que sean conscientes de lo que es la integridad, que hay normas de conducta, conozcan los riesgos bajo su gestión y se propague la cultura de cumplimiento. Sin embargo, aceptó que no es sencillo, ya que es un trabajo diario, además de que el entorno empresarial cambia por lo que los sistemas de cumplimiento deben ir ajustándose.

Cabe señalar que la Amexicom es la primera asociación de compliance en México y su objetivo es lograr desarrollar un sentido de integridad dentro de las empresas, una exigencia inapelable para las organizaciones en la actualidad; además, es una asociación no gubernamental y sin fines de lucro que brinda herramientas de apoyo en materia de cumplimiento normativo. Su fortaleza es la unión de profesionales y organizaciones privadas y públicas que están comprometidas con el fomento de la integridad corporativa.

Recientemente, la Amexicom y la Concamin lanzaron una política de integridad para los industriales con la finalidad de difundir la tarea del compliance, se conozcan los componentes de un sistema de cumplimiento y se pueda implementar de primera instancia en los socios de la Confederación, que son aproximadamente un millón y medio de afiliados, y contribuir de esta manera a la creación de la cultura del cumplimiento en México.

En la segunda mesa de discusión se expusieron casos analizados desde el punto de vista del compliance. El magistrado Jorge Gamboa pudo hablar de su experiencia como juzgador, dijo que es una buena iniciativa incluir en estos ejercicios a quienes aplican la ley, pues hace falta capacitación y entendimiento para emitir resoluciones acordes a los temas, así como conocer las necesidades que existen incluso en la sociedad, no sólo a nivel empresarial. En su opinión, se debe unificar el código penal para no tener distintas interpretaciones.

Gamboa interpreta el compliance como un proceso de seguir, asumir y respetar, asimismo, debería incluirse dentro de los órganos jurisdiccionales. Además, indicó que es preciso que los jueces y magistrados conozcan los conceptos para tener un panorama más amplio y lamentó que en México se busca engañar al juez y no el esclarecimiento de los hechos. No obstante, el poder judicial se encuentra en una etapa de transición y es momento para reaprender y aplicar los nuevos conceptos a su actuar.

Los expertos concordaron en que en unos años el tema del compliance será prioritario y hay que empezar a prestar atención para que los sujetos jurídicos no sufran consecuencias irreversibles y dejar de actuar reactivamente. En el cierre del evento, Marco Herrera reconoció la colaboración de los panelistas y reiteró que el objetivo de estos foros es generar discusión y análisis; finalmente, entregó a cada uno un diploma como reconocimiento. Por su parte, Janet Huerta recalcó que el compromiso de Foro Jurídico es fungir como un escenario que contribuya al debate de los grandes temas del ámbito político-jurídico del país.

 

“Los expertos coincidieron en que el compliance penal es un concepto reciente en el país pero que cobrará fuerza, por lo que las empresas deberán ajustarse al entorno del mercado externo en donde cada vez es más solicitado un sistema de cumplimiento que minimice riesgos en el momento de hacer negocios con terceros.”

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