En su más reciente informe económico para México, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que comanda el mexicano José Ángel Gurría, se nos deja en claro una realidad que ya se venía vislumbrando desde hace algunos años: el modelo de negocios de Pemex ya no es rentable. Incluso, la OCDE es tajante al decir que la situación financiera de la empresa productiva del Estado “es un riesgo para la estabilidad” de la economía mexicana.
Más allá de entrar en debates y diatribas sobre si Pemex sigue siendo ese gigante del oro negro, debemos comenzar a pensar en propuestas que ayuden a, en primer lugar, virar hacia un nuevo modelo energético; en segundo, uno que sea más amigable con el medio ambiente. Y la dirección es clara: energía verde. Por una y mil razones.
- Empleos: tan solo en 2016, a nivel mundial se generaron más de 5 millones en el campo de las energías renovables. Sin embargo, en México, esta cifra apenas fue de .03%.
- Infraestructura: aunque la instalación, por ejemplo, de campos de paneles solares pueda verse como “elevada”, la realidad es que su costo-beneficio, tanto medioambiental como de costo por megawatt, es mucho más atractivo que el de cualquier central hidro o carbo eléctrica.
- Inversión Extranjera: en los últimos diez años, México ha recibido más de 50 proyectos de Inversión Extranjera Directa (IED) en la industria de Energías Renovables. España, Estados Unidos y Alemania, los ofertantes. No podemos negar que cada vez son más los países que buscan hacer inversiones verdes, que ayuden a tener Empresas Socialmente Responsables y cumplir con tratados internacionales.
- Impulso a empresas 100% mexicanas: además de la IED, el virar hacia las Energías Renovables, ayudará a potenciar la industria mexicana. Dese la fabricación de generadores, torres, hasta las plantas de producción de módulos solares fotovoltaicos, cada vez hay más empresas mexicanas que son serias competidoras en el mercado nacional e internacional. Potencial Industrial, una empresa mexicana que produce generadores para turbinas Clipper, que exportan a Estados Unidos, es una de ellas.
Si Pemex se convirtiera en una Empresa Verde y se convirtiera en ese hub que detona proyectos de energía amigable con el medio ambiente, estados como Yucatán, Zacatecas, Chiapas, Coahuila, Durango y Quintana Roo, por mencionar algunos, se convertirían en centros de inversión y polos de desarrollo en materia energética. Se aprovecharían sus condiciones naturales para explotar un campo virgen, que pide a gritos ser monetizado…responsablemente.