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¿Por Qué Hay Tanto Burnout en el Mundo del Derecho?

Abogado Digital

Entrevista con Agustín Mier y Terán García, fundador de Elektia y Legacy Lab y experto en transiciones de vida, conducida por Janet Huerta para Abogado Digital.

“El éxito no alcanza, perseguir el éxito es la forma más probada de tener una permanente en nuestra vida, porque jamás podemos dejar nuestro bienestar en aquello que no podemos controlar.”

A lo largo de mi experiencia he generado una gran expertise en personas de entre 30 y 50 años de edad que desean cambiar de carrera. En este caso se presentan dos tasas de burnout a trabajar, por una parte, tenemos la taza de abogados que se encuentran por encima de los 40 años, quienes, incluso siendo exitosos y con sus necesidades cubiertas entran en crisis de profesión. Sin embargo, uno de los elementos más graves es que en despachos grandes, donde contratan a un buen número de jóvenes, es histórica la tasa de burnout en jóvenes menores de 30 años. Los sectores del derecho, notarial y contable se resisten demasiado a incursionar en elementos de alta modernidad, cuesta trabajo romper paradigmas.

Literalmente el burnout significa estar quemado, el burnout legal ¿se debe a la forma, al medio ambiente, a la alta carga de trabajo, a la cantidad de variables que no podemos controlar, a la naturaleza propia de la profesión? Como no puedo cambiar las circunstancias, es necesario analizar el fondo, es decir, mi burnout. En ocasiones la gente se queja de que los valores se pierden en la sociedad, la realidad es que los demás sí tenemos valores, solo que no empatan con los de otras personas o con una norma o cierta moral. Dependiendo de cómo valoro, me encamino o no a ser el sujeto generador de crisis, independientemente de las circunstancias y del medio que de sí tiene sus elementos detonantes o gatillos que aceleran porque a veces es un elemento externo el que genera en modelos axiológicos, la axiología es la disciplina que estudia los valores y su aplicación, desde ahí vemos que más bien es mi situación interior a través de gatilleros y circunstancias lo que termina generando esa sensación de insatisfacción y aburrimiento, de estar quemados, en un agotamiento brutal donde, prefieres quedarte a descansar en casa que ir a un evento importante de tus amigos o familia.

Hay un elemento clave en el mundo del derecho, hay escuelas que lo ubican en el área 3, económico-administrativa, las disciplinas donde están el tema social y su desarrollo, las interacciones sociales del hombre; y por otro lado lo ubican en el área 4, el de las humanidades, donde está el acervo cultural y la preservación del mismo. Es interesante porque los indicadores del mundo económico-administrativo son unos y los indicadores del mundo de las humanidades son otros. Es paradójico que el derecho ubicado en las humanidades tiene una relación brutalmente estrecha entre hombres, particularmente el derecho tiene una relación dinámica en la interacción entre personas y desde aquí veo un problema sistémico.

El mundo del derecho desde la carrera debería tener altos componentes sicológicos, por ejemplo, yo he vivido procesos legales y es paradójico que lo primero que uno busca cuando acude a un abogado, independientemente de estar seguro que estoy con alguien ético y con conocimiento, lo primero que necesito es contención, que me vuelvan a centrar porque mi mente ya se fue, nos detona un futuro probable catastrófico. ¿Cuántos abogados hay que tienen de entrada la capacidad de empatía para poder contener al cliente, a quien está confiando en él? Hay abogados que se suben al pedestal para demostrarnos que saben sin importarles lo que está sintiendo el cliente en ese momento de crisis y lo que necesito saber es el riesgo al que me enfrento, mi patrimonio, familia, etc.

“¿Cuántos abogados hay que tienen de entrada la capacidad de empatía para poder contener al cliente, a quien está confiando en él?”

Pero hay que entender que no se puede dar lo que no se tiene, no puedo ser empático, la empatía es mi relación con los otros si no tengo una adecuada relación conmigo. Mi autoestima es un factor fundamental para conectar con el otro. Entonces el abogado está siendo capacitado para poder desarticular, defender, etc., dinámicas en conflicto, paradójicamente no nos enseñan a trabajar el conflicto interior. El mundo de la forma es complejo, pero no le damos el suficiente enfoque al mundo interior de quien operará estos elementos en conflicto, no nos preparan para el conflicto sicológicamente.

La axiología plantea tres mundos: sistémico, el mundo de modelos, educativo, familiar, sociedad, etc., como individuo no puedes modificar la capa sistémica. Para poder navegar en ese mundo tenemos la siguiente etapa que es el mundo extrínseco, el mundo de los roles, de las formas a través de las cuales entro a los modelos, en este caso es el mundo de los roles, rol como abogado, como padre, esa parte de saber jugar al personaje, cuándo ser abogado y cuándo no porque hay abogados que lo son en la familia, gente que no se puede quitar el disfraz y trata a su familia y a la gente como abogado. En muchos casos se manifiesta la prepotencia de alguien que se sabe abogado en diferentes situaciones como si estuviera un escaño arriba por el hecho de conocer la ley.

La tercera capa es la más importante, la capa intrínseca porque es la capa de la esencia, la calidad de mis valores, el enfoque que del éxito que nos va a llevar a perdernos en algo que nunca es suficiente. El recurso más importante para trabajar el mundo intrínseco es la integridad de ser quien soy, que me lleve a estar en un ámbito de control, no puedo controlar las circunstancias, pero puedo controlar mi manera de trabajar dentro de las circunstancias. Cuando hay un desarrollo intrínseco y me junto con gente que comparte esto mismo, podemos cambiar los sistemas, es lo que sustenta la famosa frase de “Tu cambio es el cambio del mundo”. El verdadero cambio que hay que perseguir es el cambio personal e interior, esos roles terminan nutriendo a los sistemas, por eso algo más importante que la educación es la conciencia del educando y la coherencia entre lo que pienso, lo que siento y lo que comunico. Cuando hay incongruencia en este proceso, no importa el resultado en lo exterior, estamos perdiéndonos por dentro, es acumulativo, genera emociones, las emociones son energía que terminan colapsando incluso en enfermedades.

Formas de solucionar conflictos por parte de los abogados

Personalmente me tocó vivir la experiencia de un divorcio, el abogado que quería contratar buscaba incendiar mi situación e identifiqué la línea tan delgada de querer solucionar y darnos cuenta que ofrecemos un servicio o a través de tu necesidad me estoy sirviendo. Esta situación tiene un peso inconsciente radical porque mi forma persigue ciertos objetivos, pero no dejo de ser una esencia, y estas son cosas muy sutiles, transpersonales. Algunos abogados me consultan y dicen que tiene problemas para cobrar, que no contratan buena gente y cuando escarbo nos damos cuenta que el problema es el alcoholismo, la hipersexualidad, las drogas, finalmente no se puede dar lo que no se tiene. No nos preparan para el conflicto y damos por hecho que vamos a aguantar.

En la universidad te hacen un examen sicométrico, sin embargo, diseñé una estrategia importante para fondos de inversión porque me contratan para el conflicto, a mí me toca desarticular equipos directivos, entra un fondo con una tesis de inversión, compra una empresa, es decir, un equipo directivo, y lo primero que hacen es el Due Diligence legal, contable, fiscal, etc. Compran y cuando se agota el capital, el fondo pide data, resultados y empiezan los problemas, es decir, me ocupan cuando ya todo es conflicto. Considero que sería mejor que me contrataran cuando inician la compra. Para lo cual diseñé el Emotional Due Diligence, antes de contratar abogados, contadores, etc., es mejor realizar un diagnóstico emocional para ver qué estás comprando y ver cómo operan en momentos críticos porque puedes estar comprando hampones y se vuelve un caso demasiado complejo.

Por ejemplo, en las empresas evalúan los perfiles de quienes van a gobernarlas y nunca nos metemos con los perfiles sicológicos y axiológicos de quienes van a gobernar un país y van a manejar presupuestos gigantescos. En el mundo del derecho deberíamos tener un filtro para ver si realmente los candidatos cuentan con las capacidades necesarias o qué capacidades deben desarrollar para un elemento tan crítico como puede ser entrar a las dinámicas de litigio, entre otros. Aquí se desarrolla otra vertiente compleja que se da en el mundo de la sicología: aprende a distanciarte del problema, no te enganches en el problema de tu cliente y se presenta una línea delgada: no te emocionalices con el caso y mantén una visión objetiva, al mismo tiempo no te vayas al otro extremo porque te vuelves frío y duro.

“En el mundo del derecho deberíamos tener un filtro para ver si realmente los candidatos cuentan con las capacidades necesarias o qué capacidades deben desarrollar para un elemento tan crítico como puede ser entrar a las dinámicas de litigio, entre otros.”

Es necesario aprender a evitar la transferencia. ¿A cuántos abogados les enseñaron a manejar la transferencia, a mantenerse ecuánimes en un caso sin caer en ninguno de estos dos extremos? El derecho está íntimamente ligado a la sicología. Por ejemplo, el presidente de un Tribunal en México tiene la propuesta de implementar un programa de apoyo emocional y contención para los jueces, sobre todo los jueces penales que se enfrentan a casos de homicidios, violaciones, etc. y nadie les brinda apoyo o contención y en su formación tampoco obtuvieron elementos sicológicos para la transferencia.

Forma y esencia del abogado

Puedo ser un abogado técnico, puedo tener capacidades y una serie de estrategias como abogado. Al final hay una impronta que se da a nivel del alma, por ejemplo, cuando te enamoras hay una parte filial de con quién quiero y no quiero estar. Al homo sapiens nos mueven los conceptos y los abstractos, y los conceptos y los abstractos son interiores.  Todo lo que yo haga en el mundo, en la forma, tarde o temprano tendrá un impacto en el mundo de la esencia. Jung supera a Freud porque dice que lo que ocurre supera lo sicológico y avanza a un nivel espiritual y paradójicamente lo espiritual siempre está latente en lo que hacemos. Somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.

Con estas dinámicas estamos navegando en el mundo de las leyes, acomodarnos en nuestro caso, poder darle esa interpretación, etc., y la ley lo único que hace es definir límites, pero como sabemos las leyes no son perfectas y se deben actualizar y per se la ley puede no ser justa. ¿Qué pasa cuando lo ético no es legal o cuando lo legal no es ético y vienen estas jugadas que tiene nuestra profesión? Lo interesante es esa parte íntima que tenemos en cómo nosotros trabajamos nuestras improntas emocionales en nuestro trabajo, y preguntaría, si fueran pilotos y si fuera importante para la aerolínea saber cuántos aviones comerciales han volado y cuántas avionetas y helicópteros, donde el mundo de los aviones es el mundo del derecho con maestrías, doctorados y actualizaciones, y por el otro lado están las horas vuelo de todas las actualizaciones interiores, ¿qué es la vida?, ¿cuál es mi función en la vida?, la autoestima, es decir, qué tanto énfasis le ponen a su mundo legal, profesional, y si está equilibrado con la cantidad de tiempo que le dedican a su desarrollo interior porque el burnout surge de que estamos impresionantemente abandonados.

Los conflictos generan tensión, y cuando aparece la variable de la corrupción, puede generar hasta depresión entre justiciables y abogados. La corrupción es un radical problema de autoestima, es querer llegar al más por el camino del menos, es querer llegar a un punto y centro de poder a toda costa y lo más rápido posible y aparentar que estoy sostenido, adelantar procesos que tienen su flujo a cambio de un beneficio para obtener bienes materiales.

Hay abogados que entran en crisis de consciencia cuando se dan cuenta que existe incoherencia en los aspectos de su vida a los que da más valor, por ejemplo, cuando tienen como alto valor a su familia, pero invierten la mayor parte de su tiempo en el trabajo. No está mal, si quieres ser exitoso, sé exitoso, solamente no quieras decir A haciendo B porque estás ganado a costa de perderte, y el inconsciente se revela, el upgrade más grande que he hecho en mi vida es cuando me di cuenta que ser feliz no es lo más importante, mucho más importante es estar en paz, es muchísimo más importante la tranquilidad, es decir, éxito-felicidad y paz, en sistemas de estados de consciencia la paz está por encima de la razón.

“Mucho más importante es estar en paz, es muchísimo más importante la tranquilidad, es decir, éxito-felicidad y paz, en sistemas de estados de consciencia la paz está por encima de la razón.”

¿Por qué te hiciste abogado?

Esta es una pregunta clave que hago a todos lo que llegan a consultarme, ya sea a personas en cambio de carrera, que es una tasa altísima. ¿Qué creías que era el mundo del derecho y qué fue lo que te enganchó? En principio debe haber una técnica y un gusto grande por la lectura técnica, con una gran capacidad de memoria y sobre todo soportar las líneas extenuantes de tiempo y los factores sicológicos. Llevo 25 años trabajando con jóvenes y es difícil encontrar a quienes les guste leer, lo mismo ocurre con la técnica y la memoria. Si me doy cuenta de la generación actual y lo que valoran vs. el mundo al que se van a dedicar, la realidad es que una gran cantidad de abogados estudia esta carrera por éxito, dinero, prestigio y poder, que por el acto verdadero y real fiel de servir, al final crean un personaje.

Detrás de toda esta situación se encuentra el 50 % del burnout, aunque también está la situación de quienes estudian derecho por tradición y lealtad familiar. La mayor cantidad son quienes persiguen el éxito. Las que a mí me tocan vivir son estas realidades de tener que abordar con mayor profundidad. El éxito tiene una gran trampa, el éxito es el gran problema que vive la educación y que vive nuestra propia vocación, nos han enseñado a ser los mejores. Creo que la educación no es la solución a los problemas del planeta, es la educación consciente, pero la educación consciente da por hecho de que quien entra, lo hace conscientemente, y donde la profesión sea cual sea está ligada al servicio. En México el 70 % de los estudiantes está en cinco carreras, derecho es una de ellas, para la cantidad de opciones que tenemos.

Creemos que el problema de la educación surge con la era industrial cuando se vuelve brutalmente utilitaria y no se diga cuando llega el positivismo y reducimos radicalmente las humanidades que nos invitan a aprender a pensar, a generar recursos. El problema viene desde los griegos, con Protágoras cuando crea la retórica y la dialéctica: lleguemos a ese fin a través de cualquier medio, aquí arranca la educación competitiva, el gran problema de la educación es que está hecha para competir y en la competencia no se puede colaborar. Entonces quiero ser el mejor, pero tengo que aceptar que estoy donde estoy con los recursos que tengo y tendré que buscar más pero no en ese ánimo de ser mejor por ser mejor, sino por ser congruente para que la calidad de lo que dé, sea de lo que habla mi servicio.

Entramos y navegamos con una gran incoherencia en la carrera, y luego llegamos a ese mundo complejo y solo queda aguantar. También hay despachos que exigen máximo rendimiento a los abogados principiantes como lo hacían antes y los jóvenes ya no lo aguantan. Actualmente tengo un proyecto con un despacho para desarrollar el compromiso, que solo se puede desarrollar cuando se le apuesta a la energía síquica a través de arreglar elementos como ¿qué es un proyecto de vida? Gran parte del problema es que creemos que la vida es lineal y debemos alcanzar objetivos determinados en edades determinadas de nuestra vida. Hay gente que tiene crisis profundas a los veinte años que otros tienen hasta los cuarenta. También debemos aceptar que elegimos carrera con esto que sabemos, y cuando empiezo a trabajar se amplía el mundo, creemos que estudiar derecho es una garantía, pero si no nutro lo que soy, soy un impostor para mí mismo.

Buscar nuevos liderazgos

Decir que eres abogado es un algo limitado, tú ejerces la abogacía y eres algo más grande todavía, pero cuando te identificas exclusivamente con lo que haces, estás limitado a ese campo y genera incongruencias psicológicas, por ejemplo, cuando las marcas de los despachos son los nombres de los abogados. No eres abogado, eres un ser que en el mundo de la forma ejerce la abogacía, pero no eres la cosa, y cuando te identificas con la cosa te autolimitas definitivamente. El problema radica en el concepto de éxito que tenemos que es muy básico, el tamaño del éxito es el precio que se paga.

El éxito no alcanza, perseguir el éxito es la forma más probada de tener una permanente en nuestra vida, porque jamás podemos dejar nuestro bienestar en aquello que no podemos controlar y el éxito no lo defino yo ni soy el responsable total porque hay una parte que depende de mí, pero hay otra que es circunstancial. Mi bienestar, satisfacción y plenitud jamás podrá estar en algo que no puedo controlar. Si me muevo por el éxito y me va bien, me siento bien cuando estoy ahí. ¿Qué pasa cuando no estés ahí en un mundo que de sí es impermanente? Todo lo que está fuera de nosotros es impermanente, lo único que es permanente somos nosotros, la vida es abstracta, subjetiva, experiencia, por lo tanto la vida per se radica en estos conceptos, es conceptual. En esos abstractos radica el valor y nosotros estamos en el mundo de las formas, de sostenernos con lo que es tangible con lo que es visible y concreto que no alcanza, y te vas a sentir bien cuando lo tienes.

“La espiritualidad no es hacer yoga, no es quedarnos tres horas en la montaña meditando, se da en la manera en cómo navegas el conflicto, la forma en que soportas el huracán, la tormenta.”

Estamos en un plano de problemas, tenemos la sensación de que con más éxito, dinero, posesiones, etc., los problemas se van a reducir, y lo que ocurre es que surgen otro tipo de problemas porque hasta tu sepelio va a ser un problema. Todos nosotros vamos a tener tormentas vitales, divorcio, la muerte de un ser querido, perder un empleo, etc. La espiritualidad no es hacer yoga, no es quedarnos tres horas en la montaña meditando, se da en la manera en cómo navegas el conflicto, la forma en que soportas el huracán, la tormenta. Se prevé que nosotros vamos a tener de cinco a siete tormentas vitales en la vida, y la duración promedio de una tormenta vital es de cinco y siete años, porque un divorcio se presenta en cierto momento, pero se gesta desde antes y luego se presenta la estela, hay gente que puede incluso quedarse durante varios años más.

Entrevista con Agustín Mier y Terán García, fundador de Elektia y Legacy Lab, experto en transiciones de vida, conducida por Janet Huerta para Abogado Digital.

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