La Scotland Yard, Policía Metropolitana de Londres, empezará a utilizar el sistema de cámaras de reconocimiento facial para identificar a los delincuentes en las calles.
Nick Ephgrave, comisario y responsable de supervisar el sistema, informó que situarán las cámaras en zonas específicas en las que se presume, por investigaciones previas, se localizan los delincuentes más peligrosos.
Explicó que no se grabará aleatoriamente, sino que se introducirá una base de datos con las imágenes de los sospechosos más buscados para iniciar el proceso de identificación.
Se señalizará la ubicación de las cámaras y se informará previamente a los vecinos. Funcionan como circuitos cerrados y no se conectan con otros existentes en carreteras o zonas públicas, puntualizó.
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Este sistema hará la comparación de las imágenes en la base de datos con las caras de las personas en tiempo real y detectan si hay coincidencias dan alarma en ese mismo instante.
Durante tres años han realizado pruebas, y afirman que cuentan con el apoyo de las comunidades. Detallaron que el sistema ha acertado el 70% de las veces y sólo uno en mil casos ha resultado un ‘falso positivo’.
No obstante, un estudio independiente registró un elevado 81 por ciento de ‘falsos positivos’. Por lo que la polémica crece y el temor de que el sistema incrimine a una persona inocente.
El otro lado del debate es respecto a la privacidad de las personas. Organizaciones civiles, como Big Brother Watch, han anunciado que tomarán medidas legales para frenar el proyecto por considerarlo un ataque a los derechos humanos.
“Se trata de una medida opresora, peligrosa y completamente injustificada. Este sistema de reconocimiento facial otorga al Estado un poder sin precedentes para vigilar y seguir el rastro de cada ciudadano, y destruir nuestra privacidad y nuestra libertad de expresión”, señala el portavoz de Liberty, Clare Collier.