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Nacidos contra No Nacidos, la interminable lucha por la vida

La discusión era inevitable.

Pero no es lo mismo abordar el tema en la intimidad de tu despacho, que exponerla ante los ojos de la nación.

Debatir sobre el aborto y las miles de aristas involucradas en tan delicado tema, no es poca cosa.

Siempre en cada decisión, existe la enorme responsabilidad de saber que influirá de forma inmediata en tu entorno, y tendrá un impacto imprevisible en tu familia, circulo cercano, amigos, pero en temas así, parece que nadie queda del todo satisfecho.

Por eso el tema nunca fue fácil, y no lo será jamás.  Me atrevería a decir que es uno de los temas donde nunca tendremos unanimidad en la sociedad, hablar del aborto es hablar de nuestra naturaleza humana, es hablar de nuestro futuro como especie, es hablar de algo tan profundo como nuestra propia existencia.

En ese interminable debate para decir Sí o NO, hay años de análisis previos, existen toneladas de libros y hojas en la historia humana esgrimiendo argumentos a favor y en contra.  Ríos de tinta interminables en un esfuerzo sin fin, por tratar de encontrar una visión, una razón, que convenza a todos, que nos ayude a encontrar la respuesta mas apropiada.

La filosofía, la ética, la biología, la antropología, la religión, la política, todo y mucho mas, se mezcla en este debate interminable sobre que es lo correcto.  Los mejores pensadores, y los mejores pensamientos emanados de las más brillantes mentes humanas, no son suficientes para zanjar el debate.

Las grandes culturas madres, Olmecas, Mayas, Mesopotámicas, Egipcias, tenían una postura clara respecto a la vida y la muerte.  Invaluables testimonios de las culturas Griegas y Romanas sobreviven hasta nuestros días.  Pero la respuesta no la hemos encontrado.   Los movimientos feministas y las profundas discusiones al seno de organismos como la ONU, han incorporado a la agenda mundial los debates al respecto.

No es la primera vez que se aborda el tema, pero es innegable que, sin necesidad de algún tipo de preparación, todos tenemos, o creemos tener, una opinión instantánea.

Después de algunos minutos de discusión con amigos o familiares, nos damos cuenta que esa opinión, carece de otros puntos de vista, y conforme avanzamos en la investigación y análisis del tema, nos damos cuenta que somos tan insignificantes e ingenuos, que terminamos con mas dudas que respuestas.

Por eso, camino a la sala de sesiones, los protagonistas eran silenciosos, mas que en otras ocasiones.    Por eso las pisadas para llegar al máximo tribunal, tenían un especial sonido, al romper el profundo silencio de quienes absortos en ideas y pensamientos, sabían que esta sería una sesión histórica.

Hablar del derecho a la vida, es hablar de nosotros mismos.  Todos fuimos fetos, todos los que ahora tenemos voz, voto y derechos, alguna vez estuvimos en un vientre materno, por eso, es tan apasionante el tema.

Al entrar a la sala de plenos de la Suprema Corte, todos los protagonistas portaban esa vestimenta única que los distingue como las privilegiadas mentes de nuestros tiempos, para abordar la discusión planteada.  Vaya responsabilidad.  Es el a veces incomprendido peso de la toga.

Fue el ministro Luis María Aguilar Morales el autor del proyecto, quien aclaró, entre otras afirmaciones: “este proyecto no constituye de ninguna manera, una propuesta a favor del aborto, o a la interrupción del embarazo, ni mucho menos, la supuesta existencia de un derecho al aborto”.

Existe una ola de interpretaciones sobre los verdaderos alcances del fallo histórico de los ministros.  De repente, los ojos del mundo entero se volcaron a nuestro país, y se encuentran revisando con lupa la sesión pública que gracias a internet esta al alcance de todos.  Europa, Asia, África, Norteamérica y especialmente América Latina, observa con gran atención las discusiones y argumentos vertidos en esa sesión histórica, así como sus alcances.

Se establece que, usando un análisis basado en competencias y facultades, se invalidaron artículos del código penal del estado de Coahuila, que imponían sanciones penales a las mujeres que practicasen el aborto, por carecer tal entidad de facultades para legislar sobre esos derechos humanos.

Al obtener una votación a favor de 10 ministros, se erige un gran precedente legal que tiene impacto directo en legislaciones estatales con similares castigos penales para las mujeres que deciden interrumpir su embarazo.

Entonces, las preguntas de fondo subsisten.  ¿Qué valor tiene la vida? ¿Cuándo comienza la vida? ¿desde cuando debemos protegerla? ¿Qué vale más, la vida del no nacido o la vida de la madre? ¿es el no nacido propiedad del cuerpo que lo forma? ¿tiene algún valor el material genético del padre existente en la criatura no nacida? ¿puede libremente una mujer decidir que hacer con su cuerpo? ¿ello incluye decidir sobre la vida que lleva dentro? ¿Qué mecanismos existen en la sociedad para ayudar a las madres en esos temas? ¿es el aborto la solución a un embarazo no deseado? ¿constituye el no nacido un obstáculo a las libertades femeninas? ¿Qué respuestas nos han dejado años de castigo penal a mujeres que realizan aborto? ¿realmente la criminalización soluciona el tema?

Tenemos miles de años de existencia como especie, y seguimos en el debate buscando respuestas.  En México, hemos dado un paso más. Libertad inmediata a quienes están actualmente en cárceles, condenadas por ese delito, actualmente en México solo hay cuatro estados que han legalizado la interrupción voluntaria del embarazo hasta las 12 semanas.

El máximo tribunal sigue teniendo análisis pendientes en esta aparente discusión sin fin, pero ha dado un paso enorme, un paso gigante, con esta decisión.  El análisis sobre los temas pendientes, es probable que algún día lleguen a la máxima tribuna de justicia de los mexicanos.

¿Qué opinas del histórico fallo de la Suprema Corte? Si tú fueses ministra o ministro ¿Cómo hubieses resuelto?

kikonewsmx@gmail.com

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