El reconocimiento facial es un desarrollo tecnológico que podría traer avances en materia de seguridad, pero podría violar la presunción de inocencia.
En Argentina, esta tecnología dio un “falso positivo” causando la detención de una mujer por casi 12 horas, y fue uno de los 41 casos que hasta julio del 2019 se registraron.
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Aunque el reconocimiento facial es cada vez más cotidiano, como ejemplo el desbloqueo de un celular, su uso todavía presenta riesgos.
Juan Diego Castañeda, abogado y experto en privacidad colombiano, cuestiona el origen de las bases de datos para entrenar al sistema y de dónde saldrá la compra de rostros y cómo se van a tratar los “falsos positivos”.
El cuerpo como dato
Se reconocen datos biométricos a las huellas, la cara, voz e iris de una persona.
Las personas tienen derecho a conocer el uso que se dan a estos ya que existe el riesgo de suplantación de identidad o de que sean vendidos por ciberdelincuentes en el mercado negros
Colombia y México
En Colombia se ha planteado adquirir un sistema de identificación biométrica de rostros y palmas para la Policía Nacional, un proyecto de más de 12 mil millones invertidos, para capturar el rostro de los ciudadanos y cruzarlas con bases de datos de personas con investigaciones criminales.
Sin embargo, el riesgo es que se considere a alguien como sospechoso solo por tener ciertos rasgos faciales.
En ese sentido, las leyes colombianas consideran como información sensible los datos biométricos porque pueden afectar la intimidad de los individuos. Para el uso de datos biométricos se requiere de la autorización del titular.
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En el caso de México, recientemente, la Secretaría de Gobernación solicitó al Instituto Nacional Electoral que se le entregaran los datos biométricos del Padrón Electoral para crear una identificación única.
Sin embargo, el INE argumentó que, por ser información sensible, estaban imposibilitados legalmente. La única opción sería que cada ciudadano firmara de consentimiento para entregar los datos biométricos a otra dependencia gubernamental.
El INE tiene convenios con instituciones bancarias, por ejemplo, quienes deben verificar la identidad de sus clientes, pero no se ceden las bases de datos del Padrón.
Unión Europea va con sigilo
La Unión europea tiene la intención de prohibir por cinco años el uso en el espacio público de tecnología de reconocimiento facial con el objetivo de presentar iniciativas para prevenir los abusos que pueden derivarse de su uso.
Además de introducir nuevas reglas para reforzar las existentes en la materia. Y presentar excepciones para proyectos de seguridad, investigación y desarrollo.