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La Tanda. ¿Solución al sistema económico nacional?

“Debo decir odio el dinero, pero es la falta de éste lo que odio más.”

Katherine Mansfield

El artículo 25º constitucional establece en su párrafo 2º “El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para coadyuvar a generar condiciones favorables para el crecimiento económico y el empleo. …”

En México el sistema financiero no es accesible a toda la población, de hecho la gran economía informal de acuerdo a lo publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en este año aumentó un 7.7% lo que el día de hoy nos da la cifra de un 55.6% de la población trabajando en economía informal.

Ante esta falla y que nuestro gobierno aun no tiene la respuesta para cumplir con lo dispuesto por la constitución, ha hecho que los mexicanos, en especial las mujeres hayan creado un sistema de ahorro y crédito de forma casera pero digno de nuestra atención.

Tomando en cuenta la cifra antes expuesta del porcentaje de la población que vive de la economía informal, de acuerdo a lo publicado en la tercera encuesta nacional de inclusión financiera  INEGI  23 de noviembre de 2018,  de las personas que en México tienen al menos un producto financiero, solo el 31% tiene créditos contratados.

La solución que hace varias décadas se ha encontrado ha sido la creación de las Tandas. Estas son una forma de ahorro y la gente siente que así substituye el crédito. El mecanismo es muy sencillo. Su base principal es la confianza en la persona que la organiza y en quienes integran el grupo de la tanda. Por insaculación a cada persona se le da el número que equivale a la semana o mes en que recibirá su dinero. Y todos los inscritos deberán de dar a quien organice en tiempo y forma la cantidad acordada.

Catherine Mansell-Carstens expone que en México las tandas son la forma en que los amplios estratos cubren las necesidades de crédito y ahorro tratando de substituir de esta forma a las instituciones de crédito, y este dinero lo usan en su mayoría para pagar fiestas, ropa o televisiones y artículos del hogar.

Sobre los conceptos de Mansell-Carstens Laura Randall concluye que en México la mejor forma para obtener y ahorrar dinero en los amplios estratos son las tandas.

Es desalentador que el día de hoy en México la informalidad en la economía sea la principal forma de subsistencia de nuestros compatriotas, esto lleva consigo la desprotección de la mayoría de la población en lo que hace a salud, vivienda, y una vejez con solidez financiera. Ya que ninguno de quienes están en el sistema informal cotizan en las instituciones para proveer lo antes citado.

Para ir alejando a la economía informal de nuestro sistema social es necesario llevar a las personas a comprender la importancia de la economía formal, los beneficios que con ella se tienen a mediano y largo plazo.

Es fundamental generar desde los distintos órdenes de gobierno la certeza en la ciudadanía de que los impuestos serán aplicados para el beneficio de la población.

Para lograr esto es importante el hacer presupuestos participativos en cada comunidad priorizando de acuerdo a cada comunidad y sus necesidades concretas.

En síntesis las tandas son un paliativo para un sistema económico nacional que tiene al grueso de su población viviendo en una economía informal. El grado de solución que estas otorgan es casi nulo.

Seamos una sociedad inmersa en un sistema económico institucional.

Defendamos las instituciones.

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