portalforojuridico-Maquinadeltiempo-gentrificación

La Globalización y su Influencia en las Culturas Locales como Fuente de Conflictos

La Máquina del Tiempo

Mucho tiempo se manejó la idea que la globalización era buena, saludable y necesaria para el desarrollo humano. Lamentablemente, el enfoque desde el cual se afirmó tal cosa, casi siempre fue el económico, destacando los beneficios mutuos para quienes participaban en algún tratado de libre comercio. Hoy en día, la globalización ha pasado de moda, ha perdido vigencia, y a los países-Estado ya no les interesa perseguir sus objetivos.

Tenemos muchas muestras de ello, por ejemplo, Inglaterra, que pensando todo lo contrario a la globalización, tomó la decisión de salirse de la protección y esquemas de la Unión Europea, apelando a sus principios de identidad, y en la búsqueda de reposicionar su propia moneda, su bandera, soberanía, independencia, pero, sobre todo, sus propios compromisos, sin tener obligación de apoyar o aceptar ideas externas pactadas previamente para ser parte de la Unión.

Algo similar llevó al empresario Donald Trump a la presidencia misma del país más poderoso del mundo, con un lenguaje de campaña egoísta, clasista, discriminatorio y excluyente, pretendiendo alejarse de esquemas y convenciones internacionales para asumirse como nación “libre” y sin compromisos con alguien, vendiendo electoralmente la idea de que primero los estadounidenses y los demás poco importan.

Lo opuesto a la globalización, es el nacionalismo, es desechar la idea de compartir un espacio en el mundo, con la idea que un país es sólo para quienes ahí nacieron, ideas que, llevadas al extremo, han tenido en ocasiones impactos negativos en la historia de la humanidad. ¿Estas ideas son malas? No, lo malo es interpretarlas en términos absolutos, ya que al hacerlo se vuelven fuente de problemas.

Tomemos como ejemplo el tema de los migrantes en el mundo. Con una visión de globalización y humanismo, la ONU, y organismos internacionales afines, han pretendido que los países reciban a los migrantes, los protejan, los ayuden y los traten como personas con derecho a buscar otro lugar para vivir, y no como criminales.

El problema surge cuando las naciones huéspedes piensan que los “migrantes” les van a quitar derechos, recursos y oportunidades laborales y de vida, y los empiezan a ver como enemigos. En ese momento, los países europeos dejaron de recibir migrantes africanos, Texas ordenó armar a sus fuerzas estatales para poder disparar a quienes crucen la línea fronteriza, como si de temporada de caza se tratase. Con esos argumentos, las familias que cruzaban en el gobierno de Trump de México a Estados Unidos eran detenidos, separados, y los padres enviados a un espacio de detención, y los menores a otro, para su posterior deportación.

“Los países europeos dejaron de recibir migrantes africanos, Texas ordenó armar a sus fuerzas estatales para poder disparar a quienes crucen la línea fronteriza, como si de temporada de caza se tratase. Con esos argumentos, las familias que cruzaban en el gobierno de Trump de México a Estados Unidos eran detenidos, separados, y los padres enviados a un espacio de detención, y los menores a otro, para su posterior deportación.”

Ello se ha convertido en un verdadero problema, y es donde el concepto de globalización genera una crisis humana que inspira soluciones diversas. Muchos lo justifican pensando al país como una casa. ¿Quién querría recibir personas desconocidas que alteran tu equilibrio?

Otro ejemplo de la globalización y su influencia en las culturas locales como fuente de conflictos, es lo sucedido recientemente en las playas de Mazatlán, Sinaloa. El lugar, saturado de turismo norteamericano en edad de retiro, con un poder adquisitivo mayor al de quienes ahí viven, encontraron en ese paraíso el lugar perfecto para vacacionar, sin embargo, encontraban molesto el sonido de las tamboras en la playa, la cual, por cierto, es pública. Ante esa situación, un conocido empresario mexicano, propietario de algunos hoteles en la zona, mandó la petición e iniciativa para prohibir que en las playas del lugar se toque música de banda. Considerando que Sinaloa es una de las cunas culturales de la banda y la tambora, la petición además de ridícula se tornó ofensiva y clasista.

La respuesta de los músicos fue tocar simultáneamente en toda la playa, en las afueras de los hoteles del empresario que, en lugar de aceptar un lugar con su carga cultural, pretendió cambiarla para agradar a los foráneos. Entendible desde un punto de vista mercantil, totalmente reprobable desde un punto de vista cultural. En todo caso, el extranjero debe saber, conocer y aceptar la cultura milenaria del lugar, y si no le gusta, ir a otro lugar donde encuentre algo agradable a sus gustos, pero no pretender borrar de golpe y por decreto la cultura y folklore del lugar generado durante siglos.

Un último ejemplo de lo anterior es el fenómeno de la gentrificación de la Ciudad de México.   Sus mejores barrios, zonas comerciales y culturales, ante la demanda de capitales extranjeros para vivir ahí, han expulsado de facto a los nacionales que allí vivían o rentaban, siendo imposible dada la realidad económica del país pagar rentas que obedecen a realidades económicas de otros países.

La gentrificación revalora a tal punto el espacio urbano que se vuelve accesible solo para quienes ganan en divisas extranjeras, pues solo así se entiende cómo un departamento con precio de renta mensual de 10 mil pesos se convierte en un alquiler de 85 mil pesos al mes, observándose en tales edificios solo la presencia de extranjeros, expulsándose así a la población original. Todos esos fenómenos, generados por la globalización impactan negativamente en las culturas locales, convirtiéndose en fuente y origen de conflictos, los cuales aún hoy en día no existe una única solución justa y correcta.

“El extranjero debe saber, conocer y aceptar la cultura milenaria del lugar, y si no le gusta, ir a otro lugar donde encuentre algo agradable a sus gustos, pero no pretender borrar de golpe y por decreto la cultura y folklore del lugar generado durante siglos.”

La globalización tiene cosas muy positivas, pero es innegable que se vuelve importante fuente de conflictos cuando los roces derivados de la convivencia humana no son atendidos bajo esquemas de igualdad y legalidad.  ¿Has sufrido algo parecido? Compártelo en nuestras redes.

COMPARTIR

Artículos

RELACIONADOS

Entrevista Paula García Villegas

Compensaciones en Materia Familiar

Segmento de entrevistas conducido por Ligia González. Entrevista con la Magistrada Paula García Villegas Sánchez Cordero. Magistrada de Circuito.