Desde su captura en 2013, Elba Esther Gordillo se dijo presa política del régimen de Peña Nieto, siendo público que la férrea oposición de la capo magisterial a la Reforma Educativa de Peña detonó el abierto enfrentamiento entre el presidente y la lideresa del SNTE, antagonismo que motivó su detención bajo los cargos de lavado de dinero, operaciones con recursos de procedencia ilícita y defraudación fiscal, proceso que la retuvo 5 años y medio privada de su libertad, que no tras las rejas.
En su campaña, López prometió que daría marcha atrás a la Reforma Educativa a través de un proyecto de reforma a la Ley del Servicio Profesional Docente que elimine la evaluación punitiva y establezca el marco legal para la recontratación inmediata de los maestros cesados por no haber aceptado la evaluación o por no haberla acreditado, propósito con el que no estuvo de acuerdo la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que quiere la anulación total de la reforma mediante decreto presidencial.
Público es que desde el partido Encuentro Social de la maestra Gordillo, su nieto promovió y apoyó el voto en favor del señor López, gestión con la que una buena parte del gremio magisterial adepto a la Gordillo direccionó su sufragio en favor del ahora elegido presidente, lo que supone por lo menos, que, desde los tiempos de la campaña por la presidencia, existió una conveniente cercanía entre López y la exlideresa con sus huestes leales.
El 12 de mayo del 2018, durante su campaña, López Obrador, en Guelatao, Oaxaca, bastión de la Sección XXII el CENTE, declaró que en caso de ganar la presidencia, cancelaría la Reforma Educativa y detendría las afectaciones laborales y administrativas generadas a los maestros, prometiendo enjundiosamente, la reparación del daño a los educadores que hayan sido despedidos por no haber acreditado las evaluaciones contempladas en la Reforma y comprometiéndose a proveer justicia para los presos políticos del magisterio..
A un mes y días de que AMLO ganara las elecciones presidenciales, el 07 de agosto, precisamente un día antes de que recibiera la constancia de mayoría que lo acredita legalmente como el presidente electo de México, Elba Esther Gordillo obtuvo su libertad absoluta ordenada por resolución judicial federal. ¿Casualidad? ¿Coincidencia? ¿Destino? o compromiso cumplido.
En diversas ocasiones, el señor López ha declarado que no existe acercamiento, pacto ni acuerdo alguno con Elba Esther Gordillo ni con la facción sindical que le continúa siendo leal ni con ningún sindicato magisterial a los que ha asegurado enfáticamente, que les será respetada su vida interna, así como su autonomía gremial.
Doce días después de su exoneración, el 20 de agosto, precisamente el día inicial del nuevo ciclo escolar, la señora Gordillo decidió reaparecer y hacer declaraciones públicas, abriendo su discurso con la frase: “Recuperé la libertad y la Reforma Educativa se ha derrumbado”.
Unas horas después, en Palacio Nacional, López Obrador, declaró que cancelará la Reforma Educativa a la que sustituirá por otra en la que se tomará en consideración el punto de vista de maestros y padres de familia; además generará un marco legal ajustado a las nuevas circunstancias. ¿Casualidad? ¿Coincidencia?
El gran Don Jesús Reyes Heroles, acuño la frase “en política la forma es fondo”, que significa que los modos, gestos, actitudes, comportamientos, palabras, etc., son substancia de lo que en ellas se guarda. Que chiripa la sincronía de declaraciones ¿verdad?
Suponiendo sin conceder, que hasta ahora, AMLO no tenga pacto ni acuerdo alguno con la señora Gordillo, gustándonos o no, ceñido que sea con la banda presidencial, el presidente López tendrá que medir la conveniencia de utilizar el factor real de poder que es Elba Esther Gordillo en la operación política del gremio magisterial, factor determinante para que se logre, con la prontitud que México lo requiere, la “Nueva Reforma Educativa”.
Interesante será ver si presidente y lideresa coinciden para que también con esta nueva reforma, se impida al sindicato el poder influír, manejar y decidir sobre: la titularidad y vigencia de plazas docentes heredadas o vendidas a gente que carece de los elementales conocimientos y capacidades para ser maestros; la nómina magisterial; la selección, ingreso, ascensos y movilidad de los maestros para que ésta sea determinada por méritos y no por dedo del líder seccional del gremio; la evaluación de los conocimientos, capacidades y habilidades de los maestros y la redistribución de los recursos federales a las escuelas, sin que éstos pasen por las cuentas del sindicato.
Interesante y revelador será el ver si, presidente y lideresa, logran una Reforma Educativa moderna, con actualización de contenidos de programas de estudio de acuerdo a las nuevas realidades económicas y tecnológicas mundiales; con una reorganización de las escuelas, dotándolas con mejores condiciones físicas, materiales y pedagógicas; erradicando los vicios y corruptelas de las secciones sindicales, con selección de maestros por mérito, no por servilismo y clientelismo; con la efectiva redistribución recursos realizada directamente por la SEP y canalizando mayores recursos a las zonas más pobres. ¿Será que en esto también puedan coincidir?