Inicia la idea ficticia del año nuevo. Y la califico de ficticia porque en realidad sólo ocurre en nuestra mente. Si bien la tierra no se detiene y sigue girando en su infinito movimiento, y las estaciones del año se siguen en su orden, lo cierto es que pareciera un día más.
Pero solo lo parece, pues para los humanos, el reto comienza de nuevo. Damos banderazo a un nuevo año, que en realidad es la continuidad de todo lo que hemos sembrado en meses anteriores. El panorama social, político, artístico, cultural, ambiental, electoral, familiar, se mezcla en un caldero de emociones para conformar un caldo espeso, lleno de sabores, de agridulces, que nos irá alimentando e iremos sazonando los próximos doce meses.
Innegable es decir que, por primera vez en la historia, se tiene un mundial de futbol que coincide con las fiestas navideñas. No se debe considerar un dato simple, tonto o sin trascendencia. En realidad, el futbol, el deporte que mayor pasión genera en el mundo entero, el de mayor trascendencia, debuta en épocas decembrinas para marcar la historia de vida de muchísimas personas, para las cuales el contexto deportivo impacta directamente en su felicidad.
Las cifras y los datos no dejan lugar a dudas, es el deporte que mayor demanda televisiva genera, el que pone a los países de pie, el que logra poner en suspenso a todo el planeta, te guste el deporte o no. Lo más curioso es ver cómo las personas, conforme avanza la competición, van cambiando y modificando al equipo que apoyan para ganar la justa deportiva. En efecto, los mexicanos, iniciamos evidentemente apoyando a nuestro país. Al quedar eliminado, de inmediato migraron a otros que aún seguían en la ronda siguiente, muchos con Brasil, otros con Francia, Croacia, incluso muchos con la “cenicienta” del torneo, Marruecos. En cada etapa de eliminación, aficionados cambiaron de equipo hasta llegar a la gran final, donde solo quedaron dos opciones: Argentina o Francia.
Históricamente, lo normal es apoyar al equipo que se encuentra geográficamente en el continente propio, por lo que se entendería que los americanos iríamos con Argentina, a pesar de ser ese país el que eliminó a México. De forma similar, los europeos con Francia, representante de dicha zona geográfica. Pero en realidad, el mundial de futbol se decantó anticipadamente con los anhelos de miles de hinchas de ese deporte, quienes por admiración previa, y sabiendo que podría ser el último intento de Lionel Messi para lograr esa hazaña, apoyaron al argentino y a su país.
Después de un torneo espectacular, el último partido de Qatar 2022 ya ha sido calificado por los expertos como la mejor final jamás disputada en ese torneo en toda su historia, marca el inicio de quizás el próximo mejor futbolista del mundo, Kylian Mbappé, y culmina una meteórica carrera del argentino Lionel Messi, ahora aspirante a mejor jugador de la historia sin haber terminado su carrera, y siendo una justa que ve jubilar a grandes de su generación como Luis Suarez, Cristiano Ronaldo, Dani Alves, Keylor Navas, Robert Lewandowski, Karim Benzema, Luka Modric o Memo Ochoa, por citar algunos.
México ha sido generoso con los extranjeros y con los hermanos americanos. Lo vimos en México 70, cuando todos fuimos brasileños y Pelé amado como un mexicano más. Lo volvimos a ver en México 86, cuando todos fuimos argentinos y Maradona amado como un mexicano más. Ahora, ver a argentina en una final, rememoró nuestra porra por los hermanos argentinos, y por Messi quien tiene su propio club de fans por mérito propio.
La música también es protagonista con este evento deportivo, pues Guillermo Novellis, vocalista del grupo La Mosca Tse Tse, se inmortalizó en todas las radios, discotecas y transmisiones deportivas con el tema “Muchachos”, el cual tuvo una letra antes del mundial, y otra después de coronarse argentina. Difícil no identificarse con Argentina en esta final, después de haber sido nacionales en 1986.
2023 Inicia lleno de retos, de pronósticos con afirmación reservada, con alegría ajena a los amantes del futbol, y con optimismo para que las decisiones y retos de este nuevo año se resuelvan de la mejor manera posible.
Año complicado, con retos importantes, con carreras políticas anticipadas y campañas en ebullición, con miras a 2024, donde la pandemia parece ser sólo un amargo recuerdo, y con miles de conciertos, lanzamientos musicales y experiencias multitudinarias listas para reventar formalmente.
El covid-19 al parecer ha sido degradado a influenza o gripe, es el nuevo integrante de la familia con el que aparentemente deberemos vivir de forma constante y cotidiana, y los humanos deberemos continuar hacia adelante, como sea, como se pueda y con lo que se tenga: es el camino. Sentemos en el primer mes del año, el compromiso de guiar todas nuestras decisiones con responsabilidad humana, el amor al dinero, a largo plazo, no parece ser el mejor camino.
Si usted es melómano, no olvide escuchar a The Beatles el 16 de enero, día en el cual se inauguró el famoso Cavern Club, lugar que vio debutar a John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, y si lo hace acompañado de un mate, famosa bebida sudamericana, y con una playera de la selección argentina, especialmente con el número 10 y el nombre Messi a la espalda, sin duda estará sentando los elementos ideales para tener ese ritual musical deportivo que ya son historia contemporánea para nuestra generación.