El día de ayer se anunció la resolución de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (CONASAMI) mediante una cerrada votación (12 votos a favor y 11 en contra), determinó otorgar un aumento del 15% a los montos actuales de Salario Mínimo, aumentando en la Zona Fronteriza de $185.56 a $213.39 y en el resto del país de $123.22 a $141.70.
Lo anterior, definitivamente es de celebrarse, especialmente para el sector obrero, sin embargo, es menester exponer el hecho de que el porcentaje de incremento no es del todo responsable. Cierto es que nuestro país esta fuertemente rezagado en cuanto al tema de salarios en general (no solo el mínimo), también resulta evidente que existen grandes corporaciones y patrones que pueden fácilmente asumir este aumento. Sin embargo, no debemos olvidar que el sector patronal, el formal al menos, recae en poco más de un 70% en pequeñas y microempresas, las cuales no poseen el musculo financiero con el que si cuentan otros grandes organismos.
En la mayoría de las empresas (sin importar su tamaño), la nómina representa el gasto fijo más alto, insistimos que, en un sector vulnerable como las microempresas, un aumento súbito del 15% en el gasto más fuerte que tienen, por supuesto que generará incluso probables recortes de personal, por lo que también podemos observar que no necesariamente todo es positivo para el sector laboral.
No esta a discusión que, el salario mínimo en nuestro país requiere de una nivelación, lo que implica un esfuerzo tripartito (patrones, obreros y gobierno) para otorgar aumentos más altos que los tradicionales, es un acierto dejar atrás aquellos años donde un aumento del 4.5% era el máximo a aspirar. Al inicio de este sexenio, el salario mínimo se encontraba situado en $88.36 (diciembre de 2017), para el 1° de enero de 2018 entre ajustes extraordinarios (y necesarios), el salario mínimo se divida en dos zonas geográficas y quedaba en $102.68 y $176.72 respectivamente, posteriormente en 2019 se dio nuevamente un aumento histórico quedando en $123.22 y $185.56, en esta ocasión en un cuasi decreto presidencial y al carecer de ajustes extraordinarios se mantiene la tendencia de otorgar el aumento sobre una base superior al 15%, lo que implica ya tres aumentos continuos a los que para bien o para mal, no estaba acostumbrado el sector patronal, insistiendo en que no todos los patrones cuentan con las mismas fortalezas.
No deseamos ser malinterpretados, la nivelación del salario mínimo Mexicano en comparación con los demás países de Latinoamérica es absolutamente necesario, sin embargo, es un cambio que económicamente no es responsable otorgar tan abruptamente, para que el país mantenga finanzas sanas, es necesario que los aumentos sean otorgados de manera paulatina, sí, más agresivos que de costumbre, pero no bajo los porcentajes y esquemas actuales, la mayoría de los microempresarios no podrán sobrevivir este ritmo de crecimiento al final de sexenio y también es de vital importancia conservar la materia y centros de trabajo.