¿Éxodo, Migración o Desplazamiento Forzado Interno?

Desde hace varias décadas, el fenómeno más alarmante del mundo es, sin duda, el éxodo de diversas poblaciones que se encuentran desarraigadas de sus lugares de origen y residencia por diferentes motivos, los cuales obligan a las personas a buscar nuevos lugares donde refugiarse para salvar y reconstruir su vida.

El término éxodo normalmente se utiliza cuando nos referimos a las migraciones masivas que se producen en diferentes épocas donde existen grandes cambios.

Por lo que respecta a la migración, la palabra proviene del Latín migratio, migrationis, que significa acción y efecto de migrar. La migración puede ser de carácter permanente, cuando el individuo fija definitivamente su residencia en el nuevo lugar o temporal cuando la estadía es breve.

Las causas que determinan las migraciones son múltiples y, en este sentido, tienen diferentes motivaciones y características. Sabemos que dichos motivos que orillan a las poblaciones a buscar opciones de vida se debe no solamente  la pobreza y falta de oportunidades que tienen en su país de origen, también ha sido en muchos casos, lamentablemente, la violencia extrema, ya sea por cuestiones de una guerra o de la delincuencia organizada.

Por lo que respecta al Desplazamiento Forzado, las Naciones Unidas la definen como: “Personas o grupos de personas obligadas a huir o abandonar sus hogares o sus lugares habituales de residencia, en particular como resultado de un conflicto armado, situaciones de violencia generalizada, violación de los derechos humanos” (ONU, 1998, 4).

Un ejemplo actual es el de las caravanas de migrantes provenientes de Centroamérica, que están recorriendo el territorio mexicano para llegar a los Estados Unidos de Norte América, con el fin de cumplir su sueño americano y tener una mejor calidad de vida, ya que salieron de su país por diversos problemas.

Lamentablemente en México, también tenemos este grave problema, el desplazamiento forzado interno es una realidad que se ha estado incrementando cada año en nuestro país, ésta difícil situación se debe en su mayoría a la violencia criminal. Sin embargo, desde la legislatura nacional poco se ha hecho para atender los daños sufridos por este sector poblacional.

Informes de la Organización de las Naciones Unidas, han sido muy claros al señalar que el gobierno no reconoce oficialmente el fenómeno, así mismo, de acuerdo al Centro de Vigilancia de Desplazados Internos, se contabilizan más de 281 mil mexicanos forzados a dejar su tierra a causa de la violencia ligada al narcotráfico.

Es el caso que desde mayo de 2016, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, presentó a la opinión pública el Informe Especial sobre Desplazamiento Forzado Interno en México. El objetivo general de este informe especial consistió en analizar las causas, las manifestaciones y las principales problemáticas con el fin de proponer medidas y acciones para la protección de personas desplazadas que son víctimas de violaciones múltiples en sus derechos humanos.

En el Informe se abordan algunas de las causas más conocidas que han provocado desplazamiento en los últimos 50 años, como por ejemplo, por temas religiosos, violaciones a derechos humanos, desastres naturales, enfrentamientos entre grupos de la delincuencia organizada, grupos de autodefensa, actividad periodística en México y proyectos de desarrollo.

El Informe Especial concluye, entre otras cuestiones, que las autoridades del Estado Mexicano están obligadas a proporcionar atención a las víctimas de manera prioritaria para proteger sus derechos y para generar soluciones que puedan atender la problemática.

Actualmente en México, no existe un marco normativo general al cual deban apegarse los distintos órdenes de gobierno en atención y protección de las personas desplazadas, por lo que es necesario y urgente que el nuevo gobierno del Presidente Electo, incluya en sus prioridades este tema y se proponga la creación de la Ley General sobre el Desplazamiento Forzado Interno que ampare y atienda las necesidades de la población vulnerable y, sobre todo, a las víctimas de esta grave violación de derechos humanos.

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