El robo de combustible o huachicoleo, un delito que sigue creciendo en México

En México, hemos sido testigos del crecimiento de diferentes delitos de alto impacto que dañan severamente los recursos del Estado, en este caso, hablaremos de uno de ellos, el robo de combustible o mejor conocido como “huachicoleo”, el cual ha venido desarrollándose principalmente en los estados de Baja California, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Nuevo León, Puebla, Tamaulipas, Veracruz, entre otros.

Para entender mejor este tema, diremos que el “huachicoleo” es la sustracción de combustible de manera ilegal utilizando tomas improvisadas en algunos de los oleoductos que se encuentran en el país.

Así mismo, sabemos que el “huachicoleo” es una actividad muy lucrativa que se ha convertido en un problema que atañe directamente a los sectores del transporte, a Petróleos Mexicanos (Pemex) y las propias autoridades Federales y Estatales.

Por lo que respecta a la tipificación del delito del robo de combustible, debemos de apegarnos a lo que dice la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos en sus artículos 1, 3 y 8:

“…Artículo 1. La presente Ley es de orden público y de aplicación en todo el territorio nacional en Materia de Fuero Federal; tiene por objeto establecer los delitos en particular y sanciones que serán aplicables en materia de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos y demás activos.

Artículo 3. Para los efectos de esta Ley, además de las definiciones previstas en el artículo 4 de la Ley de Hidrocarburos, se entenderá por:

III. Derivación clandestina: Es una conexión para extraer por cualquier medio de manera ilegal o no autorizada, hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos de los ductos.

Artículo 8.  Se sancionará con pena de 15  a  25  años de prisión y multa de 15,000  a 25,000 días de salario mínimo vigente en el lugar de los hechos a quien:

I.  Sustraiga  hidrocarburos,  petrolíferos  o  petroquímicos,  de   ductos,  vehículos, equipos, instalaciones o activos, sin derecho y sin consentimiento de asignatarios, contratistas, permisionarios, distribuidores o de quien pueda disponer de ellos con arreglo a la ley”.

A pesar de que la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos establece penas que van desde 15 hasta 25 años de prisión, este delito no ha disminuido, ya que desafortunadamente a los “huachicoleros” (personas que sustraen el combustible de manera  ilegal mediante las tomas clandestinas que conectan en los ductos petroquímicos) no se intimidan, al contrario, sigue creciendo el número de personas que se dedican a esta actividad ilícita por los beneficios económicos que les deja.

Pero desafortunadamente el problema llega con la complicidad de los mismos trabajadores del sector petroquímico, autoridades gubernamentales, policías, empresarios del transporte que generan el monopolio del “huachicoleo” y eso genera altas pérdidas para el país.

Es por ello que las autoridades deben de llevar a cabo las acciones de inteligencia y vigilancia para evitar la extracción, traslado y comercialización ilegal de hidrocarburos, con la finalidad de atacar el problema y evitar en la medida de lo posible las grandes pérdidas que tiene el Estado con la comisión de este delito.

Dicho lo anterior, consideramos que este asunto es uno de los mayores problemas que deberá enfrentar el nuevo Gobierno Federal a partir del 1 de diciembre del 2018, llevando a cabo acciones que detecten y clausuren todas las tomas clandestinas que existen a lo largo y ancho del país, con ello se podrá debilitar a los grupos de la delincuencia organizada dedicada al “huachicoleo”.

Dichas acciones las tendrán que llevar a cabo grupos especiales de la nueva Secretaría de Seguridad Pública y, de ser necesario, contar con el apoyo de la Secretaría de la Defensa y Marina, así como de otras Instituciones gubernamentales.

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