“Cuando se habla de drogas, se culpa a los productores, no a los consumidores. Pero cuando se habla de armas, se culpa del mal a los consumidores, no a los productores.” Charles Chaplin.
Todos los días se escucha en los medios de comunicación acerca del fentanilo, una droga que ha matado a miles de personas en el mundo y en Estados Unidos principalmente, se trata de un opioide o analgésico sumamente adictivo utilizado para el dolor. En primer lugar, vamos a definir ¿qué es el fentanilo? y ¿por qué existe una crisis sanitaria por esta droga en los Estados Unidos?
“El fentanilo se sintetizó por primera vez en 1959 y fue sometido a fiscalización internacional en 1964 con su inclusión como sustancia en la Lista 1 de la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes.”
Como lo señalé líneas arriba, el fentanilo se trata de un fuerte opioide sintético similar a la morfina, pero con una potencia entre 50 a 100 veces mayor.[1] Este fármaco se utiliza en el ámbito médico para tratar dolores intensos derivados de una intervención quirúrgica, en el área médica se le conoce como Actiq, Duragesic y Sublimaze, es suministrado de diversas maneras: a través de inyección, en forma de parche o en pastillas que se disuelven en la boca. En el lado del comercio ilegal se consume en forma de polvo; vertido en gotas sobre papel secante, en envase de gotas para los ojos, así como rociadores nasales o pastillas de una sola dosis, igual que muchas otras drogas con distintos efectos. En el mercado ilegal se le conoce como: Apache, China Girl, China White, Dance Fever, Friend, Goodfellas, Jackpot, Murder 8 y Tango & Cash, por señalar los principales pseudónimos del fármaco.
El informe 2017 llamado “El fentanilo y sus análogos, 50 años después”, de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), menciona que el fentanilo se sintetizó por primera vez en 1959 y fue sometido a fiscalización internacional en 1964 con su inclusión como sustancia en la Lista 1 de la Convención Única de 1961 sobre estupefacientes.[2] Así como el fentanilo, existen otros fármacos que son homólogos, sin embargo, el fentanilo es el que conocemos por los medios de comunicación como el causante de daños graves a la salud. Este fármaco suministrado de forma ilegal o en exceso provoca que la tolerancia y la dependencia se desarrollen muy rápido, llegando a alcanzar la muerte en poco tiempo a consecuencia de depresión respiratoria, un efecto secundario de los opioides. Por si fuera poco, en el cerebro actúa uniéndose a los receptores opioides ubicados en las áreas que controlan el dolor y las emociones; además de que se experimentan efectos como la felicidad extrema, aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar y pérdida del conocimiento, causando hipoxia (disminución de la concentración de oxígeno en los tejidos, con el daño celular consiguiente por el descenso de la respiración aeróbica),[3] es decir, falta de oxígeno en la sangre.
Según cifras publicadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) en el 2021 se registraron un aproximado de 108,000 muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos, de las cuales la mayoría fueron a consecuencia del fentanilo, esta es la cifra más alta desde que se tiene registro, lo que se tradujo en 14,000 muertes más que en 2020.
En cuanto a la manera de conseguirlo, se presenta mayormente en forma de pastillas azules o de colores diversos, se adquiere principalmente por medio de las redes sociales, en las plataformas más conocidas como Facebook, Twitter, Snapchat, Pinterest, TikTok, y Telegram. La transacción se realiza a través de mensajes codificados o claves de comunicación disfrazadas con emojis y con lenguajes indirectos poco explícitos. Afortunadamente, las empresas más conocidas de redes sociales como las ya mencionadas, están colaborando en la detección de cuentas asociadas a mensajes y venta de drogas a través de su plataforma.
Por otra parte, en México se ha puesto de manifiesto la colaboración con los Estados Unidos para que se detenga la exportación de fentanilo y precursores químicos que sirven de base para su elaboración. A partir de 2021 el gobierno estadounidense ha presionado a México para que los cárteles sean combatidos por medio de la fuerza, llegando al extremo de advertir que lanzarán una iniciativa federal que considere a estas organizaciones criminales como grupos terroristas, dando facultades a los norteamericanos de intervenir militarmente en México para efectos de la persecución y detención de los capos violando nuestra soberanía.
“En México se ha puesto de manifiesto la colaboración con los Estados Unidos para que se detenga la exportación de fentanilo y precursores químicos que sirven de base para su elaboración.”
No conformes con lo anterior, políticos estadounidenses sobre todo del sector republicano, acusan a México de ser el gran culpable de la crisis por muertes de sobredosis de fentanilo en su país. Por su parte, México contraataca diciendo que Estados Unidos es el culpable de armar a los carteles vendiéndoles tantas armas de fuego. Sin embargo, el fentanilo que se envía hacia los Estados Unidos es producto de los precursores químicos que llegan a México desde China (incluido Hong Kong), Singapur, India, y se introducen por los puertos del Pacífico mexicano por Manzanillo, Colima, y Lázaro Cárdenas. China a su vez, ha respondido a México una carta enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, donde pide al gobierno chino que coopere para frenar el envío de precursores de fentanilo, señalando funcionarios de China que el problema del consumo de fentanilo es responsabilidad de Estados Unidos. Una problemática que se torna cada vez más tensa en el ámbito diplomático internacional ya que el tema se ha politizado y ha subido de tono por parte de las naciones involucradas.
En el lado de México, los puertos y aduanas son custodiados por la Marina Armada de México, a pesar de ello, es mucha la cantidad de fentanilo que se exporta a Estados Unidos por las organizaciones criminales, además de que es producido en el estado de Sinaloa por el Cartel del Pacífico y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La batalla por esta droga es férrea entre autoridades mexicanas y los cárteles que lo trafican, sumándose ahora los Estados Unidos, se pone cada vez más intensa la lucha contra el fentanilo que hoy se encuentra en la agenda principal de los dos países, por parte de México como uno de los puntos principales en la estrategia de seguridad y paz mediante el Entendimiento Bicentenario y acciones de las fuerzas armadas en conjunto con las policías locales de los estados del norte del país.
Como lo señala el portal del Gobierno de México, el Entendimiento Bicentenario, propone una nueva visión compartida de seguridad y colaboración regional anclada en el respeto a la soberanía de cada país y el establecimiento de un enfoque integral de largo plazo, para orientar las acciones bilaterales a futuro. De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), del 1 de diciembre de 2018 al 7 de marzo de 2023 fueron aseguradas 6 toneladas 661 kilogramos de fentanilo, lo que representa un aumento de alrededor de 1,152 por ciento en comparación con el sexenio anterior. En el 2022 ocurrieron en México 43 aseguramientos, de los cuales 12 fueron en el estado de Sonora, 10 en Baja California, 6 en Sinaloa, 4 en Tijuana, el resto en otras entidades federativas.
Al respecto, y ante el incremento de casos en diversos países que tienen consumidores de fentanilo, principalmente Estados Unidos, existe un fármaco que se utiliza como antídoto para contrarrestar los efectos de esta poderosa droga, la naloxona, un medicamento capaz de revertir las sobredosis ocasionadas por opioides, incluidos la heroína, fentanilo y otros medicamentos opioides. Sin embargo, sólo el 1.25 por ciento de los adictos tiene la suerte de tener acceso a ella, ya que escasea debido a su alta[4] demanda por los centros de rehabilitación y hospitales que atienden la emergencia.
El tema del combate al fentanilo ha escalado ahora que se acercan las elecciones de 2024 en Estados Unidos y la presión sobre nuestro país para resolver el problema es muy fuerte. Por su parte, México ha tenido decomisos históricos en los últimos meses, no conforme con ello, una parte republicana de los Estados Unidos han iniciado una batalla mediática contra el gobierno mexicano por supuestamente defender a los narcotraficantes, comentarios públicos sin sustento pero que finalmente tensa la relación diplomática entre ambos países. Con las fuerzas armadas ya custodiando los puertos, las aduanas y los aeropuertos, se ha avanzado en la seguridad y combate al tráfico de los precursores químicos para fentanilo, sin embargo, no es suficiente que se combata solo el tráfico de esta droga, sino la corrupción que persiste en los puertos y aduanas del país que son los puntos de entrada y salida de este fármaco y sus precursores. Solo entonces y sumado a la cooperación con nuestro vecino del norte, se podrá sustentar que las acciones necesarias se llevan a cabo, con ello se evitará en la medida de lo posible que nos echen la culpa de esta tremenda crisis de salud pública y de seguridad.
[1] Donna A. Volpe et. al. “Uniform assessment and ranking of opioid Mu receptor binding constants for selected opioid drugs”. Regul Toxicol Pharmacol. Núm, 59, vol. 3, 2011, págs. 385-390.
[2] Smart Update. “El fentanilo y sus análogos, 50 años después”. Volumen 17, marzo de 2017.
[3] Diccionario de Términos Médicos. España, Real Academia Nacional de Medicina de España, Gobierno de España, Médica Panamericana.
[4] Diego Badillo. “Sinaloa, Sonora, Chihuahua y Baja California, padecen un grave problema de salud pública ocasionado por fentanilo”. El Economista. Disponible en: https:www.eleconomista.com.mx/política/Sinaloa-Sonora-Chihuahua-y-Baja-California-padecen-un-grave-problema-de-salud-publica-ocasionado-por-fentanilo-2023.