El compliance en México, como en otros países, se convirtió en una mega tendencia regulatoria mundial, la cual no debemos confundir con una moda normativa.
La experiencia demuestra que, cuando los incumplimientos corporativos por inexistencia, omisiones o rechazo al compliance, se hacen presentes
mediante cuestionamientos o acusaciones procesales ante ministerios públicos, fiscales y tribunales, el tema suele convertirse en crisis para las
empresas.